Hace un par de días el niño símbolo del partido de ultra derecha, Udi (Unión demócrata Independiente) Hernán Larraín, expuso con un elegante y pausado desparpajo que el Gobierno de Chile debería financiar la educación privada también, no sólo la educación pública, ya que sólo garantizar la educación fiscal sería inconstitucional. Declaraciones formuladas a raíz […]
Hace un par de días el niño símbolo del partido de ultra derecha, Udi (Unión demócrata Independiente) Hernán Larraín, expuso con un elegante y pausado desparpajo que el Gobierno de Chile debería financiar la educación privada también, no sólo la educación pública, ya que sólo garantizar la educación fiscal sería inconstitucional. Declaraciones formuladas a raíz de la Ley de Ganancia Estudiantil (LGE) que se discute en el congreso, en el cual su colectivo y otros de derecha rechazarían anticipadamente. Hernán Larraín es un fascista de antigua cepa, aparte de su gran admiración por el grupo terrorista saboteador del Gobierno de Salvador Allende, Patria y Libertad, fue un incondicional admirador y cooperador de la Dictadura de Pinochet cuando ésta se instaló en Chile.
Debido a sus «destacadas» contribuciones en el ámbito académico, fue nombrado a dedo por los militares como Director de Estudios y Vicerrector de Comunicaciones en la Universidad Católica, desde allí se dedicó a expulsar alumnos, cancelar matrículas, negar becas, delatar, profesores, docentes y todo aquel que estuviese en contra de la excelentísima y honorable junta militar. También sus manos inmaculadas aportaron con la tijera militar de la censura cuando fue parte del Consejo de Televisión Nacional por alrededor de 10 años. Gracias a él, el país no supo y jamás pudo ver en todo su esplendor las ingentes labores de agentes de la policía política de Pinochet, la DINA, la CNI, por ejemplo. Al mismo tiempo se desempeñó como profesor de Derecho de la Universidad Católica, desde el año 1971 hasta 1984. Obviamente el Derecho Internacional Humanitario, Derechos Humanos, Convención de Ginebra entre otros, son tópicos que Larraín jamás han sabido que existen. El diario financiado por la CIA, responsable de mil mentiras, falsedades y montajes, EL Mercurio, también ha disfrutado de su exquisita pluma, donde es un columnista destacado y preferido de la plana mayor del hebdomadario. No entraremos en detalles escabrosos o poco objetivos de decir que alimentó a sus hijos cada mañana con leche mezclada con la sangre de los asesinados, torturados, arrojados al mar bajo su adorado y admirado gobierno militar. No, no diremos esas cosas. Lo que sí diremos es que Nanito Larraín fue forjado y educado en el sacrosanto Saint George´s College, uno de los colegios más caros de Chile, más «prestigiosos» y más reaccionarios también. Ubicado a pocas cuadras de poblaciones marginales, ghetos, misérrimos suburbios, pero que no admite pobres en sus dependencias. Mucho menos personas laicas (profanas) o ateas. Todo aquel que entré allí debe ser, sino amigo, por último vecino de algún Opus Dei. Colegio en el cual hay que desembolsar, como base, mínimo, medio millón de pesos anuales para estudiar, sin contar con otras menudencias sin importancia. La piscina, la cancha de golf, de polo, el gimnasio europeo, la cancha de atletismo, la inmaculada capilla de corte gregoriano en su interior, las pantallas planas en las salas de computación son de excelente calidad y la banda ancha funciona de maravillas en algunos exclusivos colegios.
Ese es el tipo de Colegio el cual Hernán (Old Georgian) quiere que reciban aporte fiscal. O sea, dinero de los trabajadores para costear a personas particulares que manejan los colegios como clubes privados, empresas u ateneos sólo para gente bien. Entonces, no sólo profitan, sino que además segregan, discriminan y tipifican quien puede ingresar o no a su excelsa institución partiendo de la base socioeconómica del postulante. Pero la crítica no puede ser tan dura tampoco, en las afueras de este colegio, y otros bien, se reúnen jóvenes de estratos sociales bajos a limpiarles los autos y carros, tanto a alumnos como a profesores, por una moneda solidaria. Es decir, la institución da trabajo a la juventud. Y cuando escasea el limpiado de vidrios, esos mismos jóvenes recorren las inmediaciones pidiendo pan, leche y ropas. Llamado que será atentamente escuchado por esa comunidad basada, ungida y dignificada por la santa comunión de querer a los demás prójimos. Si la UDI rechaza la idea del gobierno de sólo subvencionar a la enseñanza pública, hay algo que no me queda claro. Si Larraín & Larraín and company, son partidarios de la libre Empresa y odian, detestan y escupen a los de tendencias estatales, gobiernos centralizados. ¿Qué hacen pidiéndole dinero al Estado? Si la educación es un negocio para ustedes, si la educación debe ser manejada como una fábrica de zapatos, con clientes, productos, ganancias y acciones en la bolsa, ¿No deberían arreglárselas solos? ¿El excedente, las utilidades ganadas por las compañías privadas van a caer a las arcas del erario público? Entonces, (repito harto ese «entonces») Por lo tanto, destacado rábula Larraín, usted no representa sino ese sector de parásitos, ladrones, asesinos, aprovechadores y sinvergüenzas que justifican y justificarán cualquier barbaridad y violación en contra de los derechos humanos y en contra de todos aquellos que luchen por una sociedad basada en la justa repartición de los bienes, ya sea a través del estado o de otras instancias, sí estos tocasen sus ganancias o empresas privadas. Pero a la hora de tratar de hurtar, robar, engañar, obtener, agenciarse algún dinero venido de ese mismo estado que tanto critican… allí no le tiembla la mano ni la voz para tratar de agarrar algo con sus limpias pezuñas bursátiles.
Subvención para los establecimientos particulares
La libertad de enseñanza que promulgan los capitalistas, no necesariamente significa que los sectores de bajos recursos tendrán o podrán acceder a ella. Si al gobierno de turno le parece tan interesante, esa Libertad de enseñanza, ¿Por qué no se subvenciona a los padres de esos alumnos pobres por ejemplo? ¿Por qué no se aumenta el salario mínimo al doble? ¿Por qué no se aumenta el impuesto a las grandes empresas, mineras por ejemplo? De esa manera, con más recursos económicos por parte de la mayoría de la población, habría una gran «libertad» para elegir dónde y cómo estudiar. Obviamente un país ignorante es más fácil de enajenar, alienar y explotar a uno que descubre sus derechos o repara en la letra chica de los contratos. La educación como forma de dominación despótica y clasista sobre Chile tuvo su clímax bajo la Dictadura militar, estatutos, ordenanzas, leyes con fuerza de ley amparados por el asesinato, y la tortura, mas una constitución política amañada e ilegal crearon las bases del embalse de guarisapos avariciosos mal llamados sostenedores educacionales que se soban las manos por agarra algo o las propuestas de este tal larraín tengan eco.
La LOCE, la LGE, no son más que ciertos colmillos militares-empresariales que aún insisten en hundirse sobre los cuerpos de miles de jóvenes que pretenden un mañana mejor. El gobierno, la derecha y otros yuyos, aplauden, posan y lustran a los dioses Inversionistas y sus dones llamadas inversiones. Soslayan de propio, una de las inversiones más importantes para con un país. Invertir en su futuro, en capital humano, científico, técnico, artístico entre otros, invertir en la juventud, en los jóvenes. Detalles más, detalles menos, pero ya se habrá notado groseramente que un pequeño sector aventajado de la población tiene derecho a una educación mimada y aún así, son meros rotos con plata, meros zafios con ínfulas de patrón, donde su aporte es nulo a la cultura del país. Será imposible construir un país desarrollado mientras inmensos bastiones de la población permanecen ajenos a la cultura, el arte, la educación.