Recomiendo:
0

CGT València organiza las XX Jornades Llibertàries “I els pobles es mouen”

Historia (y presente) de las migraciones: raíces, culturas y muros

Fuentes: Rebelión

Un Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Fueron 164 países los que firmaron este acuerdo en la Conferencia Internacional auspiciada por Naciones Unidas los días 10 y 11 de diciembre en Marrakech. En el mundo hay 258 millones de personas migrantes, lo que supone un 3,4% de la población mundial. Desde el […]

Un Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Fueron 164 países los que firmaron este acuerdo en la Conferencia Internacional auspiciada por Naciones Unidas los días 10 y 11 de diciembre en Marrakech. En el mundo hay 258 millones de personas migrantes, lo que supone un 3,4% de la población mundial. Desde el año 2000, según la ONU, más de 60.000 personas migrantes han muerto al desplazarse por rutas consideradas «peligrosas». Estados Unidos, Italia, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia, Chile y República Dominicana no se sumaron al acuerdo, informó Naciones Unidas, entre otras razones por considerarlo «incompatible con su soberanía o tener un efecto de incitación sobre la inmigración ‘ilegal'».

El pacto de Marrakech no es vinculante, pero ha tenido consecuencias inmediatas por ejemplo en Bélgica, donde se ha cobrado la dimisión del primer ministro Charles Michel. Además, el 16 de diciembre grupos fascistas se manifestaron en Bruselas contra el acuerdo migratorio, con acciones violentas y al menos un centenar de detenciones. El mismo día tuvo lugar en la capital belga una contramanifestación en la que participaron ONG y activistas de izquierda.

El Informe sobre las Migraciones en el Mundo de la ONU (2018) concluye que los migrantes internacionales han pasado de 153 millones en 1990 a 244 millones en 2015, pero -frente a las alarmas xenófobas- el porcentaje se mantiene relativamente estable si se toma como referencia la población mundial (2,9% en 1990, 2,9% en 2005 y 3,3% en 2015). La búsqueda de trabajo es la razón principal de estos movimientos de población transnacionales. En consecuencia, «la mayoría de los habitantes del planeta continúan viviendo en el país en que nacieron», subraya el documento de la ONU. Y entre los tipos de migración, predomina la interna (dentro del país de nacimiento): 740 millones (dato de Naciones Unidas en 2009). Según ACNUR, 68,5 millones de personas han sido víctimas de un desplazamiento forzoso en todo el mundo en 2017, de los que 25,4 millones son personas refugiadas.

La complejidad del hecho migratorio trasciende la estadística, las agendas oficiales y la retórica racista. También a los análisis a corto plazo. Las XX Jornades Llibertàries de CGT València «I els pobles es mouen» han dedicado una sesión a los movimientos migratorios en la historia de la humanidad. «Las primeras evidencias de Homos Sapiens las datamos en el Valle del río Omo (Etiopía) hace 200.000 años», recuerda Agustín Díez, profesor en el departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universitat de València. En enero la revista Science difundió el hallazgo de un fósil de maxilar superior en la cueva de Misliya (Monte Carmelo, Israel), lo que podría situar en los 175.000-194.000 años de antigüedad los primeros Homo sapiens fuera de África.

Los cambios climáticos tienen asimismo influencia en las migraciones. De hecho, explica Díez, «Groenlandia no habría podido poblarse si no se hubiera dado alguna mejora climática entre el 900 y el 1200; pero, al menos desde el Neolítico, la causa principal de las migraciones colectivas son las guerras, la codicia de las élites y el desprecio por el otro, como demuestra el tráfico de esclavos».

Una constante en la historia de la humanidad es el levantamiento de muros de «protección». La Gran Muralla China tiene 21.200 kilómetros de longitud y más de 2.000 años de antigüedad. La UNESCO, que la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987, resalta que el objetivo del emperador Qin Shi Huang fue -en torno al 220 a.C.- erigir un sistema «defensivo» contra las «invasiones» de los pueblos de las estepas del norte; las obras continuaron durante la época de la dinastía Ming (1368-1644), con el resultado de, según el organismo de Naciones Unidas, «la obra de ingeniería militar más gigantesca de todos los tiempos». La Gran Muralla es conocida asimismo como «el cementerio más grande del mundo», por los millones de trabajadores que habrían muerto durante su construcción.

Agustín Díez advierte de los efectos «catastróficos» -humanos y ambientales- que tuvo la invasión de India por pueblos indoeuropeos. En su «Breve historia universal» (Universitaria, 1982), Ricardo Krebs detalla que en torno al 1500 a.C. los indo-arios -adscritos al grupo de las poblaciones indoeuropeas- se separaron de los iranios y se extendieron hasta dominar el Valle del Indo; «vencieron a los habitantes aborígenes y mataron a muchos o los hicieron esclavos; los que se salvaron huyeron hacia el sur de la India», subraya el historiador chileno. Al periodo védico (1500-900 a.C.) siguió la edad épica (900-500 a.C.) y «los arios, que eran altos y de cutis blanca, despreciaron a los dravidas, que eran de estatura baja y piel oscura», apunta Krebs. La discriminación dio origen al sistema de castas.

Díez Castillo es autor de la tesis doctoral «Evolución del poblamiento prehistórico en los valles del Deva y Nansa (Cantabria)». En las jornadas de la CGT apunta algunas paradojas de la Historia como pasado mítico. Hijo del príncipe Anquises, de la diosa Afrodita y uno de los héroes de la guerra de Troya, Eneas logró llegar a la península Itálica tras una travesía heroica por el Mediterráneo. Sus descendientes, Rómulo y Remo, fundaron Roma. Sin embargo, «Salvini rechaza hoy a las personas refugiadas», señala Agustín Díez. El ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga Norte, Mateo Salvini, promovió un Decreto -aprobado por el Gobierno italiano en septiembre- que endurece las condiciones para los solicitantes de asilo y facilita la expulsión de migrantes «en caso de peligro social o condena en primer grado», informó la Agencia Efe. La llegada de migrantes considerados «irregulares» por mar a Italia fue, entre enero y septiembre de 2018, un 80% inferior al del mismo periodo del año anterior.

Los gitanos que viven en Europa (cerca de 11 millones) comenzaron a salir del noroeste de India hace 1.500 años, y llegaron al viejo continente a través de los Balcanes. A esta conclusión llegó un estudio genético realizado por una veintena de investigadores, entre otros de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, y difundido por la revista Current Biology. La ruta migratoria se prolongó durante seis siglos. En el periodo contemporáneo, según el Museo Memorial estadounidense del Holocausto, los nazis asesinaron al menos a 200.000 romaníes, aunque las deportaciones de los roma no cesaron con gobiernos democráticos.

El hilo de la historia conduce al presente. En 2013 Amnistía Internacional denunció que, durante el primer semestre del año, más de 10.000 personas de etnia gitana fueron desalojadas de asentamientos «informales» en Francia. Desempeñaba el cargo de ministro del Interior Manuel Valls, del Partido Socialista Francés, quien reconoció la expulsión de 5.000 gitanos de origen rumano y búlgaro. El exministro galo es actualmente candidato a la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales de 2019, con el apoyo de Ciudadanos; «sé que (Manuel Valls) va a defender los valores democráticos y constitucionales pisoteados en Cataluña», ha afirmado la dirigente del partido derechista, Inés Arrimadas.

Por otra parte, las cruzadas no sólo fueron expediciones militares desplegadas por los cristianos de Europa Occidental -entre los siglos XI y XIII- para hacerse con el control de la «tierra santa», en manos musulmanas. En la revista de divulgación Historia y Vida (nº455, 2006, y en el periódico La Vanguardia), el periodista Julián Elliot escribió un artículo sobre la toma de Jerusalén en julio de 1099 por los «cruzados». En los últimos párrafos, describe: «Mucho menos honorable fue el trato dispensado a la población civil. Se llevó a cabo una matanza que, al conocerse, dejó atónita a buena parte de la cristiandad, por no hablar del horror y resentimiento que causó entre musulmanes y judíos. Grupos de los francos más fanáticos exterminaron casa por casa durante dos días a todo aquel que hallaron vivo. Niños, mujeres, ancianos, heridos…, no hubo quien se librara del infierno en el lugar considerado las puertas del cielo». Agustín Díez recuerda que en algunas de las cruzadas se enrolaron niños, mujeres y gente que no participó en la guerra: buscaban expectativas mejores.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.