En enero de 2008 ya solicitaban a la Presidenta Michelle Bachelet, que acogiera las demandas del pueblo mapuche. Hace más de un año y medio alertaban sobre el peligro de militarizar la zona de manera permanente y criminalizar las demandas de las comunidades, pues son muy entendidos en la materia. Se trata de los historiadores […]
En enero de 2008 ya solicitaban a la Presidenta Michelle Bachelet, que acogiera las demandas del pueblo mapuche. Hace más de un año y medio alertaban sobre el peligro de militarizar la zona de manera permanente y criminalizar las demandas de las comunidades, pues son muy entendidos en la materia.
Se trata de los historiadores de nuestro país, quienes, haciendo un rápido recorrido por los casi cinco siglos de vida de Chile, desde la llegada de los españoles, identifican una serie de situaciones en las que ha primado sólo un factor: la política de represión por parte de quienes ostentan la autoridad.
Esta vez, los historiadores ya no pretenden ir a dejar otra carta a La Moneda, pues entienden que no serán respondidas, sino que convocan a una manifestación a un lugar de una carga simbólica muy importante: el Archivo Histórico Nacional.
Es ahí, frente al Cerro Huelén, donde están los vestigios que comprueban con documentos los años de represión y la historia de usurpación hacia los pueblos originarios de nuestro país. Así lo explicó el académico del departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, Sergio Grez, quien aseguró que los históricos abusos hacia la etnia comenzaron en el siglo dieciséis y se agudizaron con el régimen republicano de mediados de siglo diecinueve, que dio paso a la actual negación de los derechos de los pueblos indígenas.
«No haremos nuestra manifestación en las puertas de la Moneda, sino en un lugar cargado de simbolismo histórico e historiográfico como es el Archivo Histórico Nacional, donde se guarda la memoria de esta usurpación, porque ahí están los títulos de dominio y diferentes documentos históricos que permiten reconstruir esta historia de usurpación, de violencia, de negación de derechos. Lo nuestro es solamente una advertencia».
A través de una nueva declaración de siete puntos, los 66 historiadores que la firman, aseguran que hay una contante militarización de la Araucanía que va acompañada de la aplicación de la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto de la realidad que se vive en ese territorio.
El académico de nuestra casa de estudios, Pablo Artaza, indicó que en este aspecto existe una actitud contradictoria por parte del gobierno de la Presidenta Bachelet, en el que por un lado aseguran que están abiertos a dialogar, y por otro, en la práctica, reprimen a las comunidades.
«Claramente la actitud que se está tomando en torno la situación del conflicto mapuche es una actitud de abierta represión, más que de intento de comprensión efectiva o gestión directa de medios de solución. Lo que aparece más claramente es que, una vez más, lo que está ocurriendo es la militarización de la zona y la respuesta represiva respecto de la reivindicación que está planteando el movimiento mapuche».
Para el historiador Igor Goicovic de la Universidad de Santiago, esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado chileno, que debe asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en nuestro país.
«La única forma de hacer cargo es una solución política, y en cuanto a solución política, un espacio de dialogo, interlocutar con quienes hoy día se están poniendo a la cabeza de las reivindicaciones del mundo mapuche, reconocer la legitimidad de sus demandas, reconocer su condición de interlocutores y avanzar hacia la configuración no solamente de un escenario de diálogo, sino a la configuración de un programa de resolución, tanto de las demandas económico territoriales, como de aquellas que tienen un contenido más político y más cultural».
La invitación es a todos los historiadores, profesores y estudiantes de Historia a expresar su solidaridad con las reivindicaciones mapuches, mañana jueves a partir de las 11.30 horas en las afueras del Archivo Histórico Nacional, ubicado en Miraflores 50 a un costado de la Biblioteca Nacional.