Tratando de disminuir el inmenso aprecio de la ciudadanía por Camila Vallejos, la cónyuge de Piñera doña Cecilia Morel intentó sin éxito una frase inteligente y dijo algo así como que era una lástima que una joven de este tiempo sostuviera ideas antiguas aludiendo a la militancia comunista de la líder estudiantil. Le hicieron coro […]
Tratando de disminuir el inmenso aprecio de la ciudadanía por Camila Vallejos, la cónyuge de Piñera doña Cecilia Morel intentó sin éxito una frase inteligente y dijo algo así como que era una lástima que una joven de este tiempo sostuviera ideas antiguas aludiendo a la militancia comunista de la líder estudiantil. Le hicieron coro algunas piezas de museo para concordar que las ideas de cambios de fondo en la estructura económica y social de Chile son algo del pasado, algo «fracasado», superado por la historia. Como si en este mismo instante no fuera el capitalismo el que cruje de polo a polo del globo terráqueo.
Por más que hablen de » modernidad » y de estar » a tono con los tiempos», los derechistas, matices más matices menos, son los de siempre : ese sector minoritario de la sociedad carente de humanismo y sobrado de dinero, que confunde el interés del país con sus propios intereses personales. Son los que tratan de anteponer sospechosos fetiches del pasado – como los llamados a la «unidad nacional» – por sobre la realidad de una sociedad dividida en clases. La vida por el contrario demuestra a cada instante la frescura de las ideas democráticas y revolucionarias que inspiran la lucha de trabajadores y estudiantes en nuestros días. Una lucha que es continuidad de los combates librados en el pasado y recreados hoy en diversas formas en las condiciones del siglo XXI.
Ideas viejas son las del gobierno, las de los defensores de asesinos y las de los que defienden a esos defensores, como la UDI. Ideas viejas son las de los anticomunistas de todas layas. Las de los que fomentan la dispersión de la izquierda. Las de los tránsfugas que en el Parlamento se aliaron con la derecha para frenar todo avance en Educación traicionando al movimiento estudiantil, ya sea votando con La Moneda o saliéndose de la sala de votaciones. Ideas viejas las de sujetos como Mauricio Rojas, ex mirista, hoy admirador de Piñera, regalón del Mercurio que exiliado en Suecia termina siendo diputado sueco por de la derecha. Ideas viejas las de varios » renovados » transformados en lobbistas que asesoran, cada cual a uno distinto, a los diversos actores de ese montaje que compromete a Codelco. Y no precisamente gratis.
Ideas viejas las de momios deslumbrados por la visita de los llamados príncipes de Asturias, preocupados del vestido a usar, de lo flaca que está doña Letizia y otras zarandajas mientras ocultan que la llamada «casa real» y «sus altezas» son objeto de investigaciones judiciales y policiales en España por diversos casos de corrupción. Mientras en ese país la cesantía de las personas de entre 20 y 40 años supera el 40% , la trasnochada monarquía, según el periódico Europanews, pasó a ser de la más pobre de Europa en 1975 a una de las más grandes fortunas del viejo continente. Abundan las denuncias de corrupción contra el yerno del monarca y contra el propio rey y crece la exigencia del pueblo para poner fin al abuso y abrir paso a una nueva República Española.
Ideas frescas, revitalizadas, las de los comunistas que en Chile llaman a generar una nueva mayoría nacional para dar paso a un gobierno popular de amplio respaldo, capaz de frenar en seco a la derecha y de llevar a cabo un programa de transformaciones profundas.