1. Los actos comunicacionales son centrales en la configuración del mundo post moderno. La sociedad es hoy comunicaciones y los actos de ésta hacen y deshacen, en un instante, cualquier orden sociopolítico. La autopoieses/autoreproducción (Ver Maturana) del organismo social se apalanca en la función central de los medios masivos de comunicación en todos los ámbitos […]
1. Los actos comunicacionales son centrales en la configuración del mundo post moderno. La sociedad es hoy comunicaciones y los actos de ésta hacen y deshacen, en un instante, cualquier orden sociopolítico. La autopoieses/autoreproducción (Ver Maturana) del organismo social se apalanca en la función central de los medios masivos de comunicación en todos los ámbitos del sistema societal. En la política, mediante la difusión del poder; en la economía, para la distribución de riqueza; en la justicia, con la circulación de mandatos; y en la ciencia, por lo que se refiere al conocimiento.
2. El tema de las comunicaciones y los medios de información es fundamental en la construcción de un sistema social en paz y ajeno a la violencia y la guerra.
3. En el Acuerdo especial para la superación del conflicto de La Habana, se considera este aspecto varias veces. En el campo temático de las reformas políticas se establece el «acceso a los medios de comunicación» como un paso para dar garantías a la oposición en su gestión política popular y comunal.
4. Una regla de funcionamiento de la Mesa de diálogo del Acuerdo, dispone que esta «implementará una estrategia de difusión eficaz», pendiente de reglamentación adecuada tal como se ha dado hasta el momento con el punto de la participación de la sociedad civil mediante foros y medios electrónicos.
5. Los medios de comunicación imperantes, 7 macro empresas del orden nacional y más de 60 periódicos regionales, propiedad de potentes conglomerados socioeconomicos (Sarmiento Angulo, Prisa, Ardila Lule, Victor Carranza, Varito, Camu), son, en su gran mayoría, antípodas explícitos del proceso de conversaciones para la paz. Noticias, columnas de opinión, crónicas y registros cotidianos son enfocados en la descalificación de la solución del conflicto social y armado colombiano que ya completa más de 50 años.
6. No estoy sugiriendo que dichos puntos de vista deban ser censurados. Lo que estoy insinuando es que hay un «pensamiento único», a la manera de los sistemas totalitarios, que le impide a los ciudadanos del común construir un juicio equilibrado sobre el tema de la necesidad de la paz. Que no ocurriría si se diese una circulación libre de opiniones diferentes e independientes y con los mismos niveles de audiencia popular.
7. Millones de personas son intoxicadas, desinformadas y manipuladas por datos, mensajes, tesis, opiniones, «análisis», conjeturas y teorias, a cual más absurda, que diariamente circulan por Caracol (Radio, Tv y Web), ET, El espectador, CNN, CableGlobovision, RCN, Blue, Semana, El Colombiano, El Heraldo, El País, Vanguardia Liberal, etc, sin ninguna posibilidad simétrica de ser controvertidos para ofrecer un punto de vista alternativo y sinérgico con los potenciales de la reconciliación nacional.
8. Los medios de comunicación hegemónicos hacen una «guerra mediática», de «baja intensidad» (porque mezclan verdades a medias con mentiras asombrosas y bloquean la circulación de la alteridad política ), contra el proceso de diálogos de La Habana. En general la tendencia que prevalece, en la prensa/revistas, la radio y la televisión, es a descalificar, estigmatizar y devaluar la Mesa de conversaciones y el Acuerdo especial para la superación del conflicto social y armado nacional.
9. El saldo neto es que la paz de La Habana no tiene garantías ni la plenitud del derecho a la libre información, elemento central de una democracia plural y no consociacional, debido a que los protocolos del «pensamiento único» frentenacionalista vigente lo oblitera mediante la violencia simbólica. Es la conocida ley del embudo.
10. Un comportamiento similar de los medios masivos se ha registrado en la historia reciente de América Latina a raíz de los procesos revolucionarios que ocurren en Venezuela,Cuba, Nicaragua,Uruguay, Ecuador, Paraguay, Bolivia y Brasil y de las gigantescas movilizaciones populares en México, Perú, Chile, Honduras y Argentina. Los viejos medios de información, creación de poderosos grupos oligarquicos feudales desde principios del siglo XX, han desatado una escandalosa campaña de ultraderecha y neoliberal para satanizar los cambios que favorecen a indigenas, campesinos, obreros, desempleados, mujeres y demás segmentos sociales vulnerables. Venezuela bolivariana es un laboratorio de esta farsa seudo democrática de los grandes medios que mienten descaradamente sobre todo, levantando falsamente la bandera del derecho a la libre expresión, que olímpicamente le niegan a la gran mayoría. Por fortuna el Presidente Chávez aprendió a lidiarlos y la incidencia de dichos sistemas de información no tiene trascendencia en el desenvolvimiento histórico de la revolución socialista del siglo XXI, que acumula victoria tras victoria, no obstante el mal momento de la salud del Jefe de Gobierno. En Venezuela ya hay un sistema popular de comunicaciones, con Telesur a la cabeza, entregando muy buena información y excelentes análisis de expertos.
11. Al reiniciarse el trabajo de la Mesa de Conversaciones el próximo 14 de enero del 2013 en la capital cubana, su principal reto consiste en resolver este delicado punto. La paz necesita medios de comunicación compatibles con su filosofía de no violencia. Si los enemigos de la paz tienen la potente caja de resonancia que amplifica y modula su retórica bélica, quienes defendemos la paz para Colombia también tenemos derecho a expresarnos en condiciones de igualdad, por todos los medios de comunicación, para que la sociedad escuche otros puntos de vista y otras opiniones que enriquezcan el juicio y el sentido común de millones de personas. Tan elemental como eso. Así es que debe funcionar una democracia de verdad.
Son ideas sobre la comunicación para la paz. A la orden.
Nota: El Presidente Santos ha dicho que proximamente se conocerán los primeros acuerdos sobre la Agenda temática del Acuerdo Especial. Se le olvida al Jefe de gobierno que un principio de las actuales conversaciones de paz reza que «nada está acordado hasta que todo esté acordado» (Así funcionó en Irlanda del Norte con el IRA), en materia sustantiva. Lo otro son los acuerdos generales y de procedimiento que ya el país conoce, que podrán ser dados a conocer mediante «informes periódicos» que la Mesa elaborará para garantizar la transparencia del proceso de paz.
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