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Indecentes e indeseables

Fuentes: Rebelión

Indecente es el que no es decente. Es el deshonesto, injusto e indigno. El indeseable y despreciable, maleante y golfo. Indecentes e indeseables son los corruptos que aprovechan su poder e influencia, para saquear las arcas públicas en su provecho. También quienes mantienen privilegios, rompiendo el principio de igualdad de oportunidades, sin merecerlo y los […]

Indecente es el que no es decente. Es el deshonesto, injusto e indigno. El indeseable y despreciable, maleante y golfo. Indecentes e indeseables son los corruptos que aprovechan su poder e influencia, para saquear las arcas públicas en su provecho. También quienes mantienen privilegios, rompiendo el principio de igualdad de oportunidades, sin merecerlo y los que gobiernan contra los intereses de la mayoría social para su propio beneficio o el de sus amigos.

Es indecente el que aprovechándose de circunstancias personales, familiares o de poder, por activa o pasiva, actúa haciendo, callando, diciendo, robando, estafando, apoderándose de lo ajeno, prevaricando, cometiendo delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales o efectos públicos, evasión fiscal, blanqueo de capitales, siempre para su propio beneficio, en contra del interés general. El que legisla para sus amigos, votando leyes injustas socialmente y contra la igualdad de oportunidades. Los que a sabiendas de su injusticia, han dictado resoluciones arbitrarias en asunto administrativo, políticos o institucionales. Los que hablan y ofenden y los que callan ofenden y no respetan. Los que ejercen abuso de su autoridad para su propio beneficio o el de sus familiares, allegados o amistades. Los que dictan desahucio provocando suicidios. La policía que apalea a la ciudadanía, que en lugar de perseguir estos delitos, protegen a quienes los cometen. Los indecentes son indeseables.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cifró, el pasado año, en 1.661 las causas abiertas en los diferentes órganos judiciales españoles por delitos relacionados con la corrupción, que afectan a tipos penales como la prevaricación, revelación de secretos, cohecho, tráfico de influencias, malversaciones, negociaciones prohibidas a funcionarios, blanqueo de capitales, apropiación indebida, fraude, estafa, falsedad documental y delitos contra el patrimonio histórico y contra el medio ambiente. Se han acumulado grandes fortunas con el negocio inmobiliario y sus prácticas corruptas asimiladas. La financiación ilegal de los partidos políticos es otro delito y el caso Bárcenas/PP/Rajoy es un ejemplo. Un estudio de la Universidad de las Palmas, cifró en 40.000 millones el coste social de la corrupción en la España indecente.

Sin ánimo de ser exhaustivo, aquí aparecen algunos nombres de los que creo que, con diferentes grados, por una u otra razón, cumplen con los requisitos:

Por sus privilegios, que provienen de herencia de sangre y no por merecimiento propio: el rey padre, el rey hijo, la reina consorte; la hermana del rey hijo e hija del rey padre, Cristina Federica de Borbón Grecia y su esposo Iñaki Urdangarín; su socio; el secretario de las infantas García Revenga y su abogado Roca Junyent, especialmente el fiscal anticorrupción Pero Horrach, que actúa como defensor; y todos aquellos señalados por el juez Castro, en el caso Nóos y piezas separadas.

Mariano Rajoy Brey y su gobierno: Soraya Sáenz de Santamaría, García Margallo, Ruiz Gallardón, Pedro Morenés, Cristóbal Montoro, Fernández Días, Ana Pastor, Wert, Fátima Báñez, Soria, García Tejerina, Guindos y la Mato. Y Cañete que ya no lo es, junto con todos los secretarios de estado y directores generales que ejecutan su política; por gobernar contra los intereses de la mayoría social, desmantelando los servicios públicos, privatizándolos, entregándoselos a sus amigos.

Los dirigentes políticos: Cospedal, Floriano, González Pons, Pujalte Hernando y el alcalde de Valladolid. El matrimonio Aznar y Miguel Ángel Rodríguez. Los que habiendo sido gobernantes y ya no lo son, por continuar en el poder, como consejeros de instituciones públicas o grandes empresas. Alcaldes y concejales de municipios españoles (hay 8.119), diputados provinciales, diputados y consejeros autonómicos, salvando los que no lo son.

Todos y cada uno de los diputados y senadores del partido en el gobierno y de la oposición, que votaron a favor de la reforma del artículo 135 de la Constitución, también Zapatero que lo propuso. Los que han votado a favor de la monarquía, del aforamiento del rey y contra la República. Los que con sus decisiones, votos y abstenciones, han favorecido las políticas antisociales del gobierno, que han eliminado derechos y servicios públicos esenciales, medidas insolidarias y represivas.

Aquellos miembros del Poder Judicial, que no son independientes y están sometidos al poder político: Gonzalo Moliner su representante, de nuevo el fiscal Horrach, su jefe Torres-Dulce y todos los magistrados, jueces y fiscales que, con sus decisiones, persiguen a magistrados, jueces y fiscales, que imparten Justicia honestamente. Francisco Pérez de los Cobos y de forma especial, Enrique López. Los miembros del Tribunal (familiar) de Cuentas, por su vocación en acaparar puestos.

Los eurodiputados que mantienen privilegios privados con dinero público: Willy Meyer que ha dimitido por las SICAV; Cañete que no ha dimitido, Elena Valenciano que renuncia y Rosa Díez que ve «ficticio» el revuelo por los fondos de pensiones, mientras que en el programa de UPyD los denuncia; además de otros 34 que decidieron suscribir el plan: Cristóbal Montoro (por esto también), Mayor Oreja, Luis de Grandes, María Pilar Ayuso, Vera Castillo, Fernando Fernández Martín, Carmen Fraga, Salvador Garriga, Cristina Gutiérrez-Cortines, María Herranz, Íñigo Méndez de Vigo, Juan Naranjo, Antonio Navarro, Leopoldo Ortiz, Guadalupe Ruiz-Giménez, Fernando Suárez, Domenec Romera, Julio Añoveros y Trias de Bes. Enrique Barón, Fernando Morán, Inés Ayala, María Badía, Joan Calabuig, Carlos Carnero, Alejandro Cercas, Bárbara Duhrkop, Miguel Ángel Martínez, Antonio Masip-Hidalgo, Manuel Medina, Emilio Menéndez, Rosa Miguélez, Javier Moreno, Mateo Sierra y José Vázquez Fouz.

Miembros de los gobiernos de las Comunidades Autónomas implicados en algún que otro caso ante la justicia: Ignacio González y su antecesora Esperanza Aguirre, Correa, Álvaro Pérez «El Bigotes», Pablo Crespo, Bárcenas, Merino y los Galeote, López Viejo, Lamela, Güemes, Sepúlveda (marido de la jaguaresa Mato), Ginés López, Michavilla y todos los implicados en la «Gürtel». Los Puyol, Fabra, Alberto Núñez Feijó, Luis Valcárcel, Yolanda Barcina Angulo. La alcaldesa Rita Barberá, Sonia Castedo, Camps, Ricardo Costa y Juan Cotino. Jaume Matas, María Antonia Munar y los implicados en casos de corrupción en Baleares. Oriol Pujol, Josep Poblet, Josep Maria Huguet, Manuel Bustos, Xavier Crespo, el exvicepresidente y expresidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra y el expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet; y el alcalde acosador de Boadilla del Monte Adolfo Arias Javaloyes. Y todos los que aparecen en la página Corruptódromo (http://wiki.nolesvotes.org), Rouco Varela entre otros.

Los empresarios que se han aprovechado de sus influencias para hacer dinero fácil y amasado grandes fortunas, como Arturo Fernández, Gerardo Díaz Ferrán, del Nido, Julián Muñoz y Roca. Los banqueros y directivos de las cajas de ahorro que se han llevado todo y lo siguen haciéndolo: Emilio Botín, Francisco González, Ángel Ron, Josep Oliu, Luis M. Linde y demás casta, que representan la usura oficial. Los 144 imputados en los EREs falsos de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, el exsindicalista Juan Lanzas y Magdalena Álvarez. Todos aquellos implicados en los casos más recientes: Mercasevilla, Campeón, Liceo, Millet, Emarsa, Pokemon, Operación Pitiusa, Brugal, ITV, Caso de la cooperación en la Consejería de Solidaridad y Ciudadanía de la Generalidad Valenciana, Nueva Rumasa, Brugal, Alcorcón y Amy Martin.

No quiero dejar de mencionar a Paco Marhuenda, además de los destacados, por su virulencia contra todo lo que no sea defensa de la derecha: Jiménez Losantos, Alfonso Ussía, César Vidal, Pío Moa, Carlos Dávila. Hermann Tertsch, Sánchez Dragó, Isabel San Sebastián y Juan Manuel de Prada. Julio Somoano, Nacho Villa y Sánchez Domínguez al servicio del gobierno.

El poder corrompe; sobre todo, si los que asumen el poder, lo quieren para poder corromper. Entre unos y otros, por acción u omisión, han corrompido la democracia y permitido que la corrupción y el nepotismo se instalen en el Sistema. Los instrumentos jurídicos para luchar contra los delitos que se han señalado existen, pero no se utilizan. La corrupción no va a desaparecer, mientras no exista voluntad política que la evite.

Si alguien que lo sea no aparece en el listado, que no se sienta discriminado; que lo diga y le incluyo inmediatamente. Si conocéis a más, que conoceréis, hacédmelo saber. Si sobran también, por decencia.

@caval100

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.