Los indígenas colombianos que desde hace una semana se han movilizado para exigir al gobierno la entrega de tierras y el cese de la represión en su contra, anunciaron que mantendrán sus protestas y las extenderán a otras zonas del país. Luego del fracaso de las negociaciones entre los líderes nativos y representantes del gobierno, […]
Los indígenas colombianos que desde hace una semana se han movilizado para exigir al gobierno la entrega de tierras y el cese de la represión en su contra, anunciaron que mantendrán sus protestas y las extenderán a otras zonas del país.
Luego del fracaso de las negociaciones entre los líderes nativos y representantes del gobierno, el líder de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Evelis Andrade, afirmó que las marchas y bloqueos de carreteras seguirán, y rechazó de nuevo una supuesta infiltración de la guerrilla en las manifestaciones, como acusó el presidente Álvaro Uribe.
Andrade adelantó que la llamada Gran Minga de resistencia indígena se aplicará desde mañana en los departamentos de Antioquia (noroeste) y Nariño (suroeste), mientras que las etnias de Chocó, Córdoba, Tolima, Caldas y Risaralda se mantendrán en alerta.
El dirigente indígena señaló que los propios manifestantes castigarán a cualquier sospechoso de ser infiltrado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y consideró que la insistencia de Uribe de acusarlos de ser un instrumento de la guerrilla sólo muestra la «rabia y odio» del mandatario.
Los ministros de Interior y Justicia, Fabio Valencia; Protección Social, Diego Palacio, y Agricultura, Andrés Felipe Arias, se reunieron con delegados indígenas el sábado en la ciudad de Popayán -capital del departamento de Cauca (suroeste)-, pero no alcanzaron ningún acuerdo, luego de que los indios señalaron que el problema agrario nacional no se solucionará con la compra de tierras en una sola entidad.
Después de una semana de protestas, miles de indígenas colombianos comenzarán hoy una marcha hacia Cali en contra del genocidio y para reclamar sus tierras.
Entre 8.000 y 12.000 personas ultimaban ayer en Piendamó, departamento del Cauca, los preparativos de la movilización. El consejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Feliciano Valencia, denunció que «fuerzas militares intentaron entrar en Piendamó, pero la Guardia Indígena les cerró el paso».
El secretario general de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Fernando Arias, señaló que esperan llegar a Cali dentro de una semana. Allí quieren celebrar una reunión comunitaria a la que han invitado al presidente Álvaro Uribe. De no asistir, la marcha continuará hasta Bogotá.
Entre sus demandas está «el resarcimiento del nombre de las comunidades después de que el Gobierno haya calificado de guerrilleros a los nativos». Asimismo, rechazan los tratados de libre comercio y exigen la derogación de las iniciativas legislativas que ponen en peligro la existencia de las comunidades.
Condenan también la «Política de Seguridad Democrática» promulgada por Uribe y «el apoyo militar al Plan Colombia». Denuncian que desde que Uribe llegó al poder en 2002 «han matado a 1.253 indígenas y, al menos, 54.000 han sido expulsados de sus territorios ancestrales».
«El país está siendo gobernado por delincuentes y los paramilitares siguen presentes», subrayó Valencia.