La Asociación de Autoridades y Cabildos del Consejo de gobierno propio de la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca, ORIVAC, informó esta semana sobre graves hechos de violencia de los que fue víctima la guardia indígena, que desarrollaba actividades de control territorial para evitar la propagación en sus territorios de la COVID- 19, en medio de la emergencia sanitaria.
La organización indígena rechazó además, el asesinato de campesinos en la zona rural de los municipios de Dagua y Pradera, en el Valle del Cauca. Estos crímenes tienen como antecedente, el asesinato del líder campesino, miembro de la junta de acción comunal de la vereda La Puerta del corregimiento Juntas, Edilfonso Sarria el día 27 de mayo. Durante el fin de semana anterior, en medio de las festividades del “Corpus Christi”, hombres fuertemente armados se aproximaron al caserío El Nogal, perteneciente al resguardo Kwet Wala, del municipio de Pradera, quienes abrieron fuego indiscriminadamente contra habitantes del caserío que se encontraban reunidos, dejando como resultado el asesinato de los campesinos Humberto de Jesús campo y Omar Ignacio y Ipia Noscue, y dejando gravemente heridos a otros dos comuneros. El proceso indígena denunció, además, que desde hace varias semanas se vienen presentando atropellos, amenazas y acciones violentas sistemáticas, contras las autoridades de los pueblos ancestrales, atentando contra la guardia indígena y organizaciones defensoras de derechos humanos.
Las autoridades indígenas del Valle denunciaron la ejecución de acciones de asesinato selectivo de decenas de líderes indígenas y campesinos, en todo el territorio nacional. Los indígenas expresan su profunda preocupación, frente a la manera cómo se viene, afirmaron, destruyendo el proceso de paz, sin garantizar la integridad y la vida de las comunidades, dejando desplazamiento, desarraigo, huérfanos, viudas y viudos, que como afirman las comunidades, sólo tienen el acompañamiento de la madre naturaleza frente a la desidia del Estado.
La Organización Regional Indígena del Valle del Cauca, exigió en un pronunciamiento difundido en las redes sociales, que la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, la Misión de la ONU en Colombia, la Oficina de Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, y la MAPP-OEA, acompañen a las comunidades en estas regiones del Valle del Cauca y que se pronuncien frente a la crisis humanitaria que padece la región, para evitar la vulneración de derechos de los pueblos indígenas y campesinos de la región. Los indígenas del Sur occidente colombiano, ratificaron su compromiso con la vida, en su comunicación, a pesar de la grave situación que enfrentan en sus territorios, mantienen su sentencia: cuenten con nosotros para la paz nunca para la guerra. No dejemos solos a nuestros hermanos mayores.