En septiembre de 1991 el departamento estadounidense de defensa compiló una lista de individuos que creída estaban asociados con el conocido cartel colombiano de la droga de Medellín. Hay más de 100 nombres en el recientemente desclasificado documento de inteligencia, allí se puede ver quiénes están señalados de ser criminales, asesinos, traficantes de nivel medio […]
En septiembre de 1991 el departamento estadounidense de defensa compiló una lista de individuos que creída estaban asociados con el conocido cartel colombiano de la droga de Medellín. Hay más de 100 nombres en el recientemente desclasificado documento de inteligencia, allí se puede ver quiénes están señalados de ser criminales, asesinos, traficantes de nivel medio y abogados corruptos. El cruel jefe del cartel, Pablo Escobar, era el principal en la lista, claro, junto con el antiguo dictador panameño General Manuel Antonio Noriega. Pero lo que verdaderamente llama la atención es el ítem No. 82 que dice: «Alvaro Uribe político colombiano y senador dedicado a la colaboración con el cartel de Medellín en los altos niveles del gobierno. Uribe se vinculó a un negocio involucrado en las actividades de los narcóticos en los Estados Unidos…. Uribe ha trabajado para el cartel de Medellín y ha sido un amigo íntimo de Pablo Escobar Gaviria».
El retrato que el informe del Pentágono hace de Uribe no se corresponde con su imagen actual de aliado principal de Washington en la guerra de las drogas en América del Sur que financia los EE.UU. Pero por esos días, Uribe estaba entre las docenas de políticos colombianos que abiertamente se opusieron a la extradición de sus compatriotas traficantes de droga. Uribe ha cambiado subsecuentemente su punto de vista y, de hecho, su gobierno ha enviado numerosos narcotraficantes a los Estados Unidos desde que él tomó el poder.
El informe lo obtuvo el Archivo de Seguridad Nacional, un grupo no gubernamental de investigación con sede en Washington. La identidad del autor del documento fue borrada por la censura del Pentágono. Las detalladas descripciones de los socios del cartel de Medellín sugieren que los datos vinieron de contadores oficiales de los narcotraficantes colombianos o americanos, y el texto declara al principio que el informe «remite perfiles de los narco-terroristas más importantes contratados por los carteles de la droga colombianos». La estampilla dice CONFIDENCIAL NOFORN WNINTEL que significa que sus contenidos no deben compartirse con personas ajenas. El embajador americano en Colombia en 1991, Morris Busby, no recuerda el documento, y los esfuerzos por localizar al funcionario de enlace de Agencia de la Inteligencia de la Defensa americana en Bogotá en 1991, el Coronel retirado James S. Roche J r., no han obtenido respuesta. En una declaración escritoade dos páginas, la oficina del presidente colombiano negó que Uribe tuviera relaciones con cualquier tipo de negocio en los Estados Unidos como afirma el informe de 1991. Pero la declaración no habla de la afirmación de que Uribe haya trabajado para el cartel de Medellín y haya sido un amigo íntimo de Escobar quien fue muerto en una redada de la policía en 1993.
© 2004 Newsweek, Inc.
Traduccion ARLAC