Son las nueve de la noche del diez de febrero. Se presenta un libro en un lugar de América Latina. Un ejemplar de la obra se encuentra en cada una de las aproximadamente trescientas sillas dispuestas para el acto. El autor declama bellos párrafos de la novela, intercalados con canciones de un grupo de rock […]
Son las nueve de la noche del diez de febrero. Se presenta un libro en un lugar de América Latina. Un ejemplar de la obra se encuentra en cada una de las aproximadamente trescientas sillas dispuestas para el acto. El autor declama bellos párrafos de la novela, intercalados con canciones de un grupo de rock argentino, especialmente compuestas para la ocasión.
La escena no podría haber tenido nada de especial, sino fuera por algunos detalles, incompatibles e incluso insoportables con el mercado. No se está promocionando la venta del libro puesto que se está regalando y su precio en el mercado es cuatro veces menor que su coste de imprenta. El autor no cobrará derechos. El concierto no genera ingresos económicos a los organizadores porque el acceso es gratuito, es al aire libre y cualquiera se puede acercar. Los organizadores tampoco tuvieron que pagar publicidad en ningún periódico ni medio de comunicación, se informó gratuitamente. Tampoco el concierto/presentación literaria estaba patrocinada por ninguna empresa de refrescos, ni emisora de radio, ni entidad comercial alguna.
Alguien podría pensar que el autor está intentado ser promocionado por alguna entidad gubernamental por razones políticas. No es así, es un novelista y ensayista consagrado con numerosos libros ya publicados. También es un líder social, a quien miles de ciudadanos votaron en otro país diferente al que nos encontramos y lo eligieron diputado. La obra no es un panegírico a favor de ningún gobierno, institución o empresa. Es una novela de ficción que se desarrolla en países diferentes y en épocas diferentes a la actual. Por los fragmentos leídos apreciamos que en ella se escribe sobre exiliados, perseguidos por dictaduras, abuelas que encuentran a sus nietas secuestradas. Se recita sobre la memoria de los pueblos, se canta a una América unida, se homenajea a mártires anónimos que lucharon contra dictaduras, se reivindica justicia.
Todo es incomprensible desde la óptica del mercado. Sólo hay una explicación a este hecho: socialismo. El lugar es el malecón de La Habana. La novela se titula «La memoria en donde ardía», de la editorial cubana Arte y Literatura. El autor es el argentino Miguel Bonasso, y narra la historia de un exiliado de la dictadura argentina en México que vuelve a su país en busca de su esposa desaparecida. El grupo de rock es «El juguete rabioso». El día 10 de febrero, a las nueve de la noche, esa frase de «Otro Mundo es posible», se estaba haciendo realidad en La Habana.