Recomiendo:
0

Los militares asesinaron a 26 militantes de izquierda el 19 de octubre de 1973

Interrogan a un general retirado por la masacre de la «caravana de la muerte» en Calama

Fuentes: Crónica Digital

El ex general chileno Miguel Trincado enfrentó un segundo interrogatorio por su supuesta responsabilidad en la exhumación y traslado de 26 víctimas de la Caravana de la Muerte, en la norteña ciudad de Calama, reveló el jueves el diario La Nación. El ex comandante de la II División del Ejército respondió el cuestionario en calidad de inculpado […]


El ex general chileno Miguel Trincado enfrentó un segundo interrogatorio por su supuesta responsabilidad en la exhumación y traslado de 26 víctimas de la Caravana de la Muerte, en la norteña ciudad de Calama, reveló el jueves el diario La Nación.

El ex comandante de la II División del Ejército respondió el cuestionario en calidad de inculpado ante el juez Víctor Montiglio, quien asumió las causas por violaciones a los derechos humanos que sustanciaba el retirado magistrado Juan Guzmán.

Según el matutino, Trincado ya estuvo frente a Guzmán durante un interrogatorio realizado el pasado año.

La diligencia ocurrió previamente a que el propio Montiglio se declarara incompetente para seguir conociendo el proceso, originado a partir de una querella presentada por familiares de ejecutados de Calama, II Región.

Por tal motivo, el caso fue asumido por la jueza Patricia Almazán, de la Corte de Apelaciones de Antofagasta.

Almazán podría viajar en los próximos días a esta capital para interrogar por tercera vez al ex militar, vinculado a la causa por el suboficial (r) Manuel Aguirre Cortés, quien aseguró que Trincado comandó el desentierro de los cuerpos y su traslado al aeródromo de Calama.

Pocos días después del golpe de Estado de 1973, una misión militar recorrió ciudades del norte y sur de Chile, y en su recorrido secuestró y dio muerte a decenas de opositores políticos de la recién instalada dictadura.

Muchas de las víctimas, de la denominada Caravana de la Muerte, permanecían detenidas en prisiones y fueron obligadas a salir de sus celdas y ejecutadas sumariamente. Unas 72 personas se registran asesinadas tras el paso de la Caravana.