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Tercera conferencia del Ejército de Liberación Nacional de Colombia a los cuarenta años de su creación

Intervenciones de los comandantes Nicolás Rodríguez, Oscar Santos y Pablo Beltrán

Fuentes: Insurrección

RUEDA RADIAL NACIONAL 5 de julio del 2004. 170 estaciones de radio. Tercera conferencia desarrollada por el Comando Central En los 40 años de creación del Ejército de Liberación Nacional de Colombia. INTERVENCIÓN DEL COMANDANTE NICOLÁS RODRÍGEZ BAUTISTA Compañeros, quiero una vez más expresar mi saludo fraterno a nombre del Comando Central y la Dirección […]

RUEDA RADIAL NACIONAL

5 de julio del 2004.

170 estaciones de radio.

Tercera conferencia desarrollada por el Comando Central

En los 40 años de creación del Ejército de Liberación Nacional de Colombia.

INTERVENCIÓN DEL COMANDANTE NICOLÁS RODRÍGEZ BAUTISTA

Compañeros, quiero una vez más expresar mi saludo fraterno a nombre del Comando Central y la Dirección Nacional a todas las compañeras y compañeros que nos están escuchando y decirles a los conocidos y a los no conocidos, que aquí estamos y aquí estoy, que valoro altamente la confianza depositada en ustedes y tengan la seguridad compañeros que ni mi persona, ni el resto de conductores seremos inferiores a la confianza que ustedes depositan en esta conducción, 40 años después de iniciada la primera marcha guerrillera.

Homenaje a los ausentes

Compañeras, compañeros, quiero compartir con ustedes un sentido homenaje en este aniversario para los miles de hombres y mujeres que no pueden acompañarnos con su presencia física.

Ellos nos han acompañado en estos 40 años de caminar revolucionario, están acá de carne y hueso, porque nosotros somos un pedazo de ellos sobre todo de los que entregaron poco a poco o de un tajo su vida para dejar su imborrable presencia a través de los años de lucha revolucionaria. Ellos entregaron sus vidas en diversas circunstancias con una dignidad a toda prueba, varios de ellos han sido nuestros maestros y de su ejemplo hemos heredado lo mejor de nuestro ser revolucionario, otros de los caídos han sido sencillas o sencillos compañeros que se marcharon en diferentes momentos en los que la lucha los ha pedido.

La cuota más alta de estos compañeros ha sido en jóvenes humildes de nuestro pueblo, la gran cantera que aporta lo mejor de sí para la causa revolucionaria.

Otro alto número de compañeras y compañeros que no están con nosotros están en una de las más duras trincheras, las cárceles del régimen en donde además de ser privados de su libertad han sido tratados de manera cruel y denigrante por el delito de querer un futuro mejor para las grandes mayorías de la patria. Su dignidad y valentía han dejado ante los jueces, fiscales, torturadores y carceleros, una muestra de l a estirpe de esta fuerza, nacida para luchar y no para claudicar por duras que sean las jornadas de lucha libertaria.

Otros ausentes de este evento son los compañeros y compañeras que han tenido que buscar el exilio para escapar de la muerte impuesta por el terrorismo del Estado colombiano, vivir en el exilio es una dura prueba y muchos de ellos aún sin relación con su organización, mantienen su dignidad y convicciones, por ello los hacemos presentes en cada jornada de trabajo.

Otros dignos compañeros que no están junto a nosotros son los enfermos y lisiados de guerra que producto del combate, de absurdos accidentes o sencillamente porque su salud fue duramente afectada en las inclemencias de la dura vida revolucionaria, han tenido que ocupar ahora un lugar en las líneas de retaguardia de nuestra organización, para ellos también va nuestro saludo, reconocimiento y respeto.

Los otros ausentes son aquellos veteranos guerrilleros y guerrilleras que por su avanzada edad no están hoy entre nosotros, a ellos que han dejado a nuestro lado lo más preciado de su vida, les decimos que están con nosotros y que la ausencia física es sencillamente una circunstancia de la vida que no supera la importancia de sentirse elenos y elenas, en donde quiera que estén siempre habrá un espacio para actuar y una tarea para cumplir.

Como podemos ver compañeros, estas importantes filas de mujeres y hombres revolucionarios que no pueden compartir con nosotros el 40 aniversario del ELN, son parte de nuestra vida, de nuestra historia, de nuestro ser eleno y por ello vivir con su presencia es hacer más fuerte y firme nuestro andar guerrillero, nuestro compromiso con la causa y con el futuro de la patria.

Comandantes Camilo, Manuel Pérez, Manuel Vásquez, Luís José Solano, Diego, Edgar Amilcar, Eliseo, Darío Ramírez, Capitanes Parmenio, Saúl Ladino, Omaira Montoya Claudia Isabel Escobar y tantos otros, ustedes nos inspiran, nos dan fuerza para seguir con la frente en alto y sepan que su ejemplo hace vibrar los corazones y le da n vida a la esperanza de estos miles de elenas y elenos que seguimos imbatibles en la lucha, condenando y despreciando a los traidores, animando a los débiles y dedicando nuestra vida a lo más preciado del ser humano, la lucha por la libertad de los pueblos.

No seremos inferiores al compromiso porque nacimos para luchar hasta las últimas consecuencias. Ni un paso atrás Liberación o Muerte.

INTERVENCIÓN DEL COMANDANTE OSCAR SANTOS

Para todos los compañeros, para todas las compañeras, mi saludo y abrazo cariñoso de felicitaciones en esta fecha tan especial para todos los elenos. Me ha correspondido culminar a mí las reflexiones sobre nuestra historia para colocarnos en el presente de cara al futuro, para entender cómo debemos adecuar y apuntar nuestras políticas y nuestras definiciones, para enfrentar los retos que el momento nos exige.

Herencias y cambios

Ya nuestros comandantes en las ruedas anteriores nos han ilustrado sobre cómo nacimos, nos desarrollamos, sobre nuestros aciertos y desaciertos, sobre lo que hemos acumulado en estos 40 años de existencia. Hoy queremos dedicar el esfuerzo principal a cómo debemos seguir y cómo adecuarnos de cara a los retos actuales que nos demanda el momento que atraviesa el mundo, el continente y la nación colombiana.

Este esfuerzo lo hemos denominado «Herencias y Cambios» para sintetizar que la insurgencia colombiana y en particular el proyecto eleno hoy requiere mantener las cosas heredadas de nuestros fundadores, adecuar y renovar otras al momento y también cambiar y erradicar algunas otras. Esta reflexión y su culminación es una de las tareas prioritarias que tenemos como Organización y en la cual se requiere la activa participación de todos.

En la concreción de este propósito es bueno recordar cómo nuestro Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez, en el impulso de las Campañas Ideológicas, llamó a la izquierda a cambiar para seguir el camino y nos motivó a que se requería la valentía tanto para mantener los principios y las utopías, como también para cambiar y renovar aspectos que el desarrollo o los cambios en la realidad así lo exigen.

No sobra decir que el movimiento y los cambios son algo inherente a la naturaleza y a las sociedades y que en su devenir existen tensiones y contradicciones que son las que generan el avance y desarrollo de todas las cosas.

A continuación examinaremos algunas de ellas y la relación entre las que debemos mantener y las que debemos cambiar. Posteriormente ubicaremos algunas prácticas que debemos erradicar en el esfuerzo por colocar nuestro proyecto de cara a su papel histórico.

Radicalidad y Flexibilidad

El ELN surge en la década de los sesenta como una expresión radical, entendida como la necesidad de buscar cambios estructurales en la sociedad colombiana y no sólo hacerle reformas o ajustes. Esta radicalidad la heredamos del proyecto comunero de José Antonio Galán, cuando nos dijo, «¡Ni un paso atrás y lo que ha de ser menester que sea!». También la reforzamos con la influencia de Marx y su proyecto revolucionario socialista y por último fuimos influidos por la revolución cubana y la prédica Guevarista, que nos enseñó, «O revolución socialista o caricatura de revolución».

Esta radicalidad la debemos mantener porque es un pilar en nuestra concepción y práctica política. Lo que sí estamos llamados a transformar es el haber entendido o asumido que la radicalidad implicaba mantener lo establecido y la resistencia para ajustar cosas, a convertir las definiciones políticas en cosas de principios, lo que nos fue dificultando hacer los cambios y tener la necesaria flexibilidad que debemos tener en la aplicación de la línea política. Hoy precisamente requerimos sostenernos en nuestros propósitos y postulados iniciales pero teniendo que renovar y recrear aspectos de la política.

Ética y Política

Nuestro legado eleno está cimentado en que se requieren nuevos valores que acompañen las transformaciones y cambios. Como decía el Che, «se requiere un hombre nuevo para la sociedad nueva». En ese sentido nos formamos en que es el amor al pueblo el motor de nuestra acción revolucionaria, en el compromiso personal desinteresado y altruista que le dan fuerza y razón a nuestra lucha. En que somos pueblo, que expresamos sus intereses y estamos dispuestos a correr su misma suerte. En que debemos respetar al pueblo, su cultura, sus creencias y sus bienes. En que nuestra acción y actividad debe siempre evitar involucrar o afectar a la población. En el valor a la palabra y así sucesivamente en otros campos, como el trabajar por los nuevos valores para los nuevos hombres y para la nueva sociedad.

Esta es una de nuestras grandes herencias y acumulados, en el que necesariamente influyó la presencia de los cristianos revolucionarios y en especial de los Comandantes Camilo Torres, Domingo Laín, Diego Cristóbal y Manuel Pérez, entre otros. Este es un patrimonio por el cual se nos reconoce y se nos respeta. No sobra decir que es algo a sostener y cualificar porque es la expresión práctica de nuestro proyecto, vivo en cada uno de nosotros.

Aunado a este gran valor se nos pegaron valoraciones idealistas que nos han afectado en cómo vemos la realidad y cómo interactuamos con algunos fenómenos sociales.

Autoridad y Legitimidad

En esta tensión se expresa cómo entendemos y aplicamos el poder revolucionario y su interacción con amigos y enemigos. En esta reflexión asumiremos más lo que tiene que ver con la autoridad revolucionaria de cara al pueblo y a las mayorías nacionales, así como hacia nuestro interior.

En estos 40 años hemos vivido diversos momentos y expresiones de esta relación, pero como síntesis y como principal acumulado retomaría la práctica y legado dejado por nuestro comandante Manuel Pérez, quien nos motivó permanentemente sobre la autoridad como servicio y en el cómo debíamos asumir como dirigentes revolucionarios este ejercicio de cara al pueblo, en lo colectivo y en el orden personal. Por nuestro carácter de grupo armado, el ejercicio de la autoridad está connotado con ganar el respeto, la autoridad y el acatamiento por la vía de la razón y el corazón y no con la presión y la intimidación.

Hoy por hoy es necesario rescatar la autoridad como legitimidad para toda la insurgencia. Lo que significa grandes cambios en las organizaciones de cara a nuestra relación con el pueblo y la sociedad, para colocar al centro que somos testimonio vivo de cómo debe ser y manejarse el poder revolucionario, pues no basta confrontar y denunciar las atrocidades y debilidades del poder y la autoridad burguesas, sino que debemos mostrar con nuestra práctica diaria que es posible cambiarla y desarrollarla de otra manera.

Pueblo e Insurgencia

Nacimos de las entrañas del pueblo y en una estrecha relación con él, pero ya en las charlas anteriores nos ubicaban cómo tuvimos extravíos y momentos de alejamiento. También el enemigo ha tratado por todos los medios de separarnos y evitar que esta relación sea estrecha, como dicen, trata de que el pez se quede sin el agua. Las crisis vividas han tenido como centro el distanciamiento con el pueblo y la superación de las mismas ha llegado al encontrar nuevas formas y métodos para estrechar la relación e interpretar sus intereses.

El momento que hoy atraviesa la lucha tiene como uno de sus principales nudos o atranques el poder desatar ese torrente popular y poderlo encauzar en su activa participación por los cambios requeridos. Los revolucionarios estamos obligados a adecuarnos y encontrar cómo ligarnos a nuestro pueblo y que todos los esfuerzos de unos y otros se conduzcan por el mismo camino. Además hoy se requiere ampliar un poco más, por decirlo de alguna manera, el campo del pueblo y estamos obligados a trabajar por convocar y canalizar a las mayorías sociales, excluyendo en lo sustancial a la oligarquía, en la búsqueda de una nueva nación. Este es el reto, porque tenemos que acercarnos y recoger a muchos sectores que no se sienten representados en el proyecto de guerra de Uribe.

Guerra y Paz

Nacimos y nos levantamos en armas contra la tiranía oligárquica y hemos librado una guerra popular durante estos 40 años, pero no porque seamos guerreristas o amantes de la violencia, sino porque como dijo Camilo, las clases dominantes nos impusieron la guerra, nosotros nos hemos defendido y porque históricamente la oligarquía no ha permitido oposición política y a todos los que la han querido hacer los han eliminado.

El imperio y sus lacayos criollos han buscado deslegitimar la violencia revolucionaria llevando el conflicto a altos niveles de degradación. Es por esto que la bandera de la paz debe ser defendida y enarbolada por los revolucionarios y la solución política es una herramienta importante dentro de ese propósito. El momento requiere de una gran convocatoria contra los planes del imperio, los que lleva a cabo Uribe y el eje catalizador de esa gran convergencia es la búsqueda de la paz. No sobra decir que esa paz sólo es lograble en la medida que se resuelvan los graves problemas que aquejan a nuestra sociedad.

Unidad e identidad

Ya hemos dicho que es una riqueza para el proceso revolucionario colombiano el que haya varias Organizaciones, que significan varias experiencias, varias búsquedas y la posibilidad para que el pueblo se decida por quien mejor represente su sentir. Esto nos obliga a las emular entre las Organizaciones y a mejorar en una sana competencia. Claro, también la historia nos muestra la cara mala, cuando hemos vivido enfrentamientos y dificultades, las que al ser mal manejadas han desangrado innecesariamente las filas insurgentes.

En la medida que avanza el proceso se va viendo más urgente y necesaria la unidad de los revolucionarios porque ésta, a su vez, es condición para la unidad popular y democrática, sobretodo hoy es vital de cara a una gran convergencia nacional contra Uribe y sus propósitos reelecionistas.

De nuestra parte debemos mantener y propugnar por la unidad e ir cada vez encontrando la mejor forma de proyectarla, pero a su vez debemos como proyecto propio impulsar nuestras iniciativas, las que también contemplan en su desarrollo la necesaria unidad insurgente. Es claro que hoy requerimos sumar y que estamos los revolucionarios obligados a dar ejemplo y a motivar la más amplia convocatoria, por lo que debemos al máximo evitar los enfrentamientos internos que solo favorecen al enemigo.

Lo político y lo militar

Es diversa la forma en que hemos articulado y desarrollado esta relación en el transcurso de nuestra historia, a veces hemos caído en extremos, también hemos buscado equilibrar y hemos logrado momentos de armonía. En nuestro nacimiento fue muy dinámica e impactante la acción armada revolucionaria, a través de ella logramos darnos a conocer y acercar a amplios sectores que se identifican con el proyecto eleno.

Con el transcurrir de la guerra y, como lo decíamos atrás, con la degradación de la misma, es necesario ser políticos. Debemos evitar darle armas al enemigo en su búsqueda de presentarnos como viles terroristas. Es claro que no se trata de no actuar, sino de saber hacerlo, sobre todo evitando acciones que nos ilegitimen frente al pueblo y los aliados. Hoy también es muy importante darle fuerza a la lucha política en la búsqueda de confrontar el proyecto guerrerista y de legitimar el proyecto revolucionario, tanto en lo nacional como en lo internacional.

El todo y la parte

Desde nuestro nacimiento, con el puñado de compañeros que arrancaron la marcha del 4 de julio en 1964 hasta nuestros días, hemos vivido diversos momentos en esta relación dialéctica y necesaria. Al principio primó excesivamente el centro, luego en la crisis primó la dispersión y las partes. En la superación y reconstrucción primó lo regional, confluyendo luego en el todo nacional. Hoy, de cara al momento y al estado de la confrontación estamos necesitando una mayor centralización que no invalide el proceso de las partes, pero que permita darnos y ser un proyecto nacional centralizado y actuante. Es claro que esto no va en contra del ejercicio democrático, sino que busca poder responder y hacer más productiva nuestra acción y nuestra iniciativa. Son momentos complejos porque el avance de la confrontación ha variado, ya no es como tradicionalmente desarrollábamos nuestra vida política, por lo que requerimos hacer los ajustes necesarios.

INTERVENCIÓN DEL COMANDANTE PABLO BELTRÁN

Apreciados compañeras y compañeros, de nuevo los saludo con un fuerte y fraterno abrazo, en este momento tan especial del cumpleaños del ELN, de nuestro cuarenta aniversario de surgimiento y de lucha. Esta Organización es obra de maravillosos hombres y mujeres que hoy no están acá con nosotros, pero entre los miles que hoy nos acompañan, quiero resaltar la presencia del comandante Nicolás por haber dedicado tres cuartos de su vida al servicio de este pueblo, en su homenaje traigo a recuerdo una sabia enseñanza del filósofo Kierkegaard que dice así:

«Los hombres se recuerdan, unos porque buscaron lo posible,

a otros porque buscaron lo infinito, pero el más recordado

de todos es aquel que buscó lo imposible.»

Los riesgos de ellos son nuestras oportunidades

En esta oportunidad me ha correspondido responder las inquietudes que varios de ustedes nos han planteado sobre la iniciativa política que echamos a andar hace un mes, para buscar un Acuerdo Humanitario y un cese al fuego bilateral y temporal, como cuota inicial de un proceso de solución política del conflicto colombiano.

Nuestro pulso con el régimen.

Ellos, la oligarquía y los gringos, quieren imponer un régimen prolongado de desastre contra la población, de eliminación de todo tipo de oposición y, para «colocarle rizos a una calavera», que no es otra cosa que el lavado de capitales y de crímenes de los jefes de los carteles narcotraficantes que les han servido hasta ahora como excelente arma represiva ilegal contra el pueblo.

Nosotros, el pueblo colombiano, queremos crear un bloque social y político que busque un gobierno de paz, que impida la reelección de Uribe y abra espacios amplios de participación política, para que el pueblo cuente realmente a la hora de tomar las decisiones sobre el nuevo país que queremos todos.

Este pulso se gana con fuerza popular, con opinión favorable y sobretodo con superioridad intelectual y moral en las propuestas que haga cada bando.

El todopoderoso presidente de los EEUU ha perdido aceptación entre su pueblo por las miles de bajas que ha sufrido a manos de la resistencia iraquí y por la bajeza de las torturas con que humilla al pueblo de Iraq, mientras que la derecha española se hunde por intentar manipular a los ciudadanos de ese país. El régimen de Uribe se comenzó a agrietar en octubre pasado con la pérdida del Referendo y con la elección de los gobernantes locales alternativos.

Ellos se desprestigian porque su bandera es el hambre, la guerra, la mentira y el miedo.

¿Cuál es la apuesta?

Nos planteamos una lucha ideológica, una batalla política y una táctica de resistencia con el régimen más entregado a los intereses gringos, que haya habido en muchos años. Uribe ahora está más necesitado de aprestigiar su bandera de la guerra y apurado para sostener «el castillo de naipes», que trata de levantar con la operación de blanqueo de su arma represiva ilegal. Por ello es nuestro deber negarle las posibilidades de que obtenga los éxitos militares con que sueña y abrir tribunas de denuncia a la farsa de «presentación en sociedad» que pretende hacer con los paramilitares.

El régimen presionado por sus necesidades cambió de posición, dejó de exigir el cese unilateral como requisito previo para cualquier acercamiento hacia el diálogo, por ello aceptamos la facilitación ofrecida por el gobierno de México, para tantear hasta dónde es posible abrir o no unas conversaciones formales con el gobierno en este momento.

La apuesta nuestra busca meterle gente a la lucha por un nuevo gobierno que concrete una mejor correlación de fuerzas para el pueblo. La sostendremos en la medida que tal propósito se vaya obteniendo y no le invertiremos más esfuerzos cuando ello no sea posible.

Por su parte el régimen le apuesta a aparentar equilibrio político para encubrir la operación de impunidad que adelanta con las mafias paramilitares.

Los riesgos de ellos son nuestras oportunidades. Si le metemos pueblo a esta batalla política, Uribe pierde; pero si no lo logramos, él ganaría. Así mismo, si avanzamos en las denuncias a la farsa de legalización de los capitales y crímenes paramilitares, gana Colombia, pero si no logramos esta meta, entonces ganaría Uribe. En conclusión, estos pulsos siempre contienen riesgos y oportunidades para cada bando.

Desarrollos del primer mes

Hasta ahora hemos nombrado al comandante Francisco Galán como Comisionado nuestro para hacer estas exploraciones iniciales con los distintos facilitadores.

Nuestras posiciones las hemos fijado en pronunciamientos públicos, de los cuales el gobierno sólo ha acusado recibo de ellos, pero no ha dado a conocer aún su opinión al respecto.

Se adelantan intercambios para que se desarrolle una facilitación múltiple, que incluya organismos e instituciones internacionales, Estados y sociedades de varios países, además de diversas organizaciones políticas y sociales de Colombia. Teniendo en cuenta los anteriores facilitadores y agregando nuevos que han ofrecido su apoyo.

SALUDOS DE LOS FRENTES DE GUERRA

Frente del Guerra Nororiental

A nombre del Frente de Guerra Nororiental, queremos hacer extensivo un saludo en estos 40 años de lucha, del surgimiento de nuestra expresión subversiva, de nuestra Organización como proyecto de vida, proyecto de dignidad para las mayorías excluidas de nuestro país. Vemos muy positiva la dinámica que en el último periodo viene desarrollando la Organización , de cara a frenar las políticas de la concepción neoliberal que el imperialismo en cabeza de Estados Unidos viene tratando tanto de implantar a sangre y fuego contra el pueblo.

Entonces saludamos como Nororiente a toda nuestra fuerza elena, pues necesitamos hacer de esta Organización el instrumento fundamental para la construcción de una nación diferente, para ir materializando estos sueños, estas utopías por las cuales nos vinculamos a este glorioso Ejército de Liberación Nacional.

Necesitamos ganar una conducción más centralizada de nuestro ELN, para que nuestro proyecto revolucionario pueda ser más efectivo y más eficiente en este tipo de sueño y en estas esperanzas que tenemos todos los excluidos. Entonces se requiere que todos los militantes de nuestro Ejército de Liberación Nacional cierre filas en la disciplina, en la lealtad a nuestros superiores y en la lealtad y la firmeza en el compromiso que hemos adquirido. No para resolver nuestros problemas personales sino los problemas de las colectividades y de las mayorías.

Hoy todo militante Eleno es un combatiente más para encausar esta lucha por la construcción de ese bienestar que nos hemos planteado conquistar a través de la lucha, entonces nuestro llamado como Nororiente a todo nuestro ELN es la unidad interna, la unidad entre las insurgencias, entre los movimientos sociales, la unidad popular, la unidad democrática, como elemento táctico para resistir, para poder avanzar en la construcción de ésta Organización que hoy más que nunca tiene vigencia, tiene vigencia desde que surgimos hasta hoy por las situaciones que se están viviendo cada día más míseras a lo largo y ancho del planeta, del mundo. Entonces, como elenos en el Nororiente estamos a las órdenes, a la disposición de nuestros organismos superiores, para cerrar filas en el compromiso por la liberación nacional y la construcción del socialismo

Frente de Guerra Norte

Buenas tardes Comandantes, un abrazo para todos los comandantes que están en frecuencia. Enviamos el reconocimiento y las felicitaciones al Comandante Nicolás, a todos los comandantes de la Organización y a todos y cada uno de los compañeros y compañeras que integran esta Organización, que han escogido este camino como una vía para reclamar y conquistar los derechos arrebatados milenariamente a nuestro pueblo.

Este es un momento especial para nosotros los elenos, para nosotros los revolucionarios, no sólo por este aniversario sino por la firmeza que se requiere ante muchas dificultades que venimos atravesando en esta guerra en que el imperialismo a través de su lacayo Uribe aprieta las tuercas acá en nuestro país. En la costa Norte, al igual que en muchas regiones del país, se viene librando una batalla constante de resistencia contra estos planes de Uribe, contra estos planes genocidas que vienen implementando en contra del pueblo de la Sierra Nevada , los Montes de María, la Serranía del Perijá, en las ciudades y también contra la base campesina y popular, esta es una situación muy especial que se viene desarrollando especialmente en estos dos últimos años, donde ha sido desplazado un sin número campesinos y pobladores en general. Eso nos lleva a nosotros a reafirmarnos, a no ser inferiores al ejemplo y a la esperanza que tiene este pueblo en nosotros los revolucionarios.

Es válido también reconocer y recordar que nosotros, como colombianos y como elenos no estamos solos en esta lucha en contra de los planes genocidas del imperialismo. Son muchos pueblos en América Latina los que se levantan para rechazar esas políticas anti humanas, esas políticas que quieren convertirnos, aún más, en colonias. Así mismo debemos dar ejemplo de humildad, de resistencia, de deseo de construir una sociedad diferente a la que el capitalismo, a la que el imperialismo nos quiere imponer. Cuba es un ejemplo muy importante de lo que puede lograr una sociedad, de lo que puede lograr la humanidad.

Mantenemos viva la esperanza, mantenemos viva la dignidad y mantenemos vivo el compromiso y la lealtad a la que el compañero que habló antes hacía alusión. Uno diría que lo más despreciable, lo más cobarde es aquella gente que traiciona a su pueblo, a su organización, que en momentos difíciles se pone del lado del enemigo. Entonces nuestro llamado a todo el ELN es que nos mantengamos firmes y fortalezcamos también la unidad como una divisa bolivariana importante, que busquemos muchas formas de acercarnos a nuestro pueblo para lograr ese propósito de ganar más amigos y también fortalecer nuestra disciplina. Ese sería nuestro mensaje compañeros y un abrazo para todos.

Frente de guerra Sur occidente

Desde estas tierras del Sur occidente y todas sus estructuras, nuestro abrazo cariñoso para todas las compañeras y compañeros que están hoy en frecuencia. La más importante fortaleza que hemos tenido durante estos 40 años ha sido nuestra relación con el pueblo, nuestra fortaleza han sido las masas, este pueblo. En ese sentido el enemigo vive tratando de construir unos muros para que nosotros no nos podamos relacionar con ese pueblo, generando unos distanciamientos por diferentes vías, por vía de la ofensiva paramilitar y militar, también por la vía incluso de desconocernos como proyecto revolucionario. Creemos que nuestra fortaleza es precisamente esa relación y nuestro reto hoy, como militantes del ELN, es ganar una mayor cohesión interna y mayor aceptación del pueblo, que es lo que nos va a garantizar más adelante los frutos y la victoria de la dignidad de nuestro pueblo.

Frente de Guerra Oriental

Un reconocimiento muy especial al comandante Nicolás, de igual forma decirle a todos los compañeros que nos sentimos muy orgullosos de este nuestro Ejército de Liberación Nacional, que a pesar de las dificultades hoy más que nunca se mantiene digno y luchando por nuestros objetivos e ideales. También decirles a todos los compañeros que el Frente de Guerra Oriental en medio de la ofensiva enemiga, hemos desarrollado un paro armado de 4 días, en los que se han presentado un sin número de combates en campo abierto, un sin número de hostigamientos, varias acciones de propaganda tipo comando, con resultados satisfactorios.

Creemos compañeros que este es un espacio muy oportuno para que toda la militancia del Ejército de Liberación Nacional hagamos una lectura profunda del pasado y el presente, ahondemos en los debates sanos y trabajemos por diseñar el escenario del futuro que nos permita lograr los objetivos que nos hemos propuesto.

Área Magdalena Medio

En primer lugar nuestra sentida felicitación a usted comandante Nicolás y el reconocimiento a su labor revolucionaria en estos 40 años. En segundo lugar nos sentimos acá en el Magdalena Medio muy dignos de estar en estas tierras en donde surgió la Organización , esperamos cumplir con nuestro deber revolucionario de resistir en estas tierras, en ello nos sentimos firmes y los comandantes del Área y los comandantes de estructuras les prometemos que no seremos inferiores a éste compromiso que tenemos.

Área Darío Ramírez Castro

Para usted comandante Nicolás un fuerte abrazo y nuestro reconocimiento por ser nuestra guía, nuestro ejemplo de dignidad y de resistencia revolucionaria, sobre todo en estos momentos donde necesitamos la claridad, la sabiduría nos sigue acompañando la mano de ustedes nuestros comandantes, para bien de nuestra Organización y nuestro pueblo.

Nuestro proyecto eleno es ante todo un legado histórico construido con el esfuerzo de miles, tal vez millones de personas pobres, de personas sencillas, de combatientes que dieron su vida a cambio de que floreciera en nuestra patria la dignidad y el sueño de libertad. Éste legado histórico también viene desde atrás, de la resistencia, de la lucha brava indígena, negra, mestiza, popular que ha recorrido el país a lo largo y ancho de nuestra geografía. Hoy somos continuadores de todo ese esfuerzo forjado de miles y miles de mártires, desde los más sencillos hasta nuestros Comandantes en Jefe como Camilo y Manuel, nuestro comandante Diego y todos aquellos que han hecho viva y vigente la histórica lucha de nuestro pueblo por un mejor vivir y por un mejor mañana.

Es necesario que todo el ELN de manera centralizada, de manera colectiva despleguemos todas las tareas, todas las iniciativas para lograr que la correlación de fuerzas sea favorable a nuestro pueblo, a un proyecto de nación distinto, a un proyecto de democracia, de humanidad, de libertad y sobre todo un proyecto de vida. Hoy el proyecto de vida está en nuestras manos y este puede ser desplegado en toda la nación y para esto necesitamos el máximo de apoyo a las tareas que emanen de la conducción superior.

Hoy es necesario desplegar toda nuestra acción para que surja en nuestro país y se vitalice un amplio movimiento popular que empate sus aspiraciones con las aspiraciones de la insurgencia. Hay que ser como Bolívar que nunca dejó de luchar aunque las adversidades siempre estuvieron presentes, hacer nuestra la consigna de Bolívar de que «si la naturaleza se opone, también lucharemos contra ella».

No nos cansemos de luchar, no nos cansemos de empujar, no nos cansemos de imitar el ejemplo de luchadores tan valientes, tan decididos como nuestro comandante Nicolás, esa es nuestra guía, la sabiduría elena encarnada en el pueblo y es la expresión del más alto compromiso revolucionario, ser capaz de entregar la vida por un ideal, ser capaz de entregar la vida por todo lo que es progreso y desarrollo para nuestro país y nuestra gente.

Área Industrial

Un fuerte abrazo para todos los comandantes, para todos los compañeros que están en frecuencia, me sumo a los varios compañeros que ya han hecho un reconocimiento a usted comandante Nicolás, con la seguridad que usted ya es para todos nosotros un símbolo y lo es también para nuestro pueblo. Y nuestras palabras quisiéramos dedicarlas en este 40 aniversario a la memoria de los miles de colaboradores, de militantes que por lealtad a la Organización y por ayudar al pueblo han dado su vida, entonces para todos ellos, son nuestras palabras de homenaje en esta tarde y en este aniversario.

Área Cafetera

Cuando saludamos desde estos territorios de Colombia, desde la zona Cafetera, hablamos de usted comandante Nicolás como parte de la historia viva en las luchas de resistencia, en las luchas de rebeldía de nuestro pueblo colombiano. Para nosotros es un orgullo de los miembros de ELN contar con su presencia, quienes lo hemos conocido seguiremos su ejemplo, además de los otros revolucionarios que han dado la vida por la lucha de este pueblo.

Estos 40 años de lucha guerrillera, de lucha contra el imperialismo es una demostración más de la vigencia de la lucha armada, pues los cambios sólo son posibles a través de la lucha armada y de otros medios. Valoramos y nos sentimos a gusto con la confianza que han depositado en nosotros y en igual sentido reiteramos la confianza hacia la Dirección Nacional, a los cuadros de la Organización y al conjunto del Ejército de Liberación Nacional.

Para nosotros es muy importante trabajar, seguir trabajando por la cohesión interna, por la unidad interna, por el proceso de centralización político e ideológico seguimos aunando esfuerzos, desde este territorio nos seguimos empeñando porque sabemos que de esta manera es que se nutren y se crecen los ríos con pequeñas gotas de agua hasta tener un caudal y es el único que puede llevarse por delante todas las adversidades.

También reconocer todo el sacrificio, la cuota grande que ha puesto nuestro pueblo colombiano en estos 40 años, en este proceso de liberación nacional. Tantos y miles compañeros caídos por el terrorismo de Estado, por las balas del enemigo, del imperialismo norteamericano.

Desde estas trincheras, desde estos espacios, desde estos ríos, desde estas selvas, seguiremos cumpliendo con nuestro deber como elenos. Tenemos dificultades pero las estamos resolviendo porque hacemos parte de esta gran familia elena, porque también hacemos parte esencial del Ejército de Liberación Nacional, con el acompañamiento de ustedes, con el amor de ustedes, con la comprensión de ustedes, avanzamos en nuestro rumbo hacia la construcción del socialismo.