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Pensar la educación en la Cuba-2024 (IV)

Inventario preliminar sobre lo que debe ser cambiado

Fuentes: Rebelión

La educación cubana precisa “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, en consecuencia con el sabio legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su concepto de Revolución del 1ro. de mayo del 2000i. En plenitud dialéctica el asunto principal comienza con identificar los sujetos y los males que se nos oponen. Vista en la entrega anterior la problemática de la burocracia, en esta cuarta entrega a manera de inventario preliminar adelanto diez problemáticas de máxima preocupación entre mis más cercanos compañeros.

Problemáticas político sociales

Primera problemática: No se escucha suficientemente, no se atiende y se sobrecarga con tareas administrativas al maestro y al profesor. Más que la movilidad por necesidades económicas, problema este de innegable objetividad, la cerrazón para el ejercicio pedagógico, las sobrecargas junto al deterioro de las condiciones de trabajo y de atención al sector docente y al personal pedagógico, son determinantes principales para el abandono de las aulas y la búsqueda de otros empleos.

Hay levantadas por el Sindicato varias demandas económicas. Cuando se reúne un grupo de maestros y profesores, sin dudas un tema es el de los montos de la jubilación y los salarios que no alcanzan, pero la parte dura de la conversación, los debates sobre lo que más les afecta, trascurren sobre las dificultades e inconformidades que tienen para hacer más y mejor. Es unánime el rechazo a la instrumentalización de la tarea educativa, al desgaste físico e intelectual por el exceso de demandas informativas, controles y “reunionismo”.

El estilo fidelista de estar en consulta permanente con los docentes, que primó en el movimiento educacional de masas desatado al triunfo de la Revolución, que tuvo como articulador de excelencia al Dr. Armando Hart Dávalos como ministro de Educación, y el desarrollo que este proceder alcanzó durante el mandato ministerial del Comandante José Ramón Fernández Álvarez, fue un hacer de construcción de democratismo socialista que se perdió en medio de las deformaciones institucionales, el hipercentralismo y los voluntarismo tecnocratizantes, que con particular fuerza impactaron el sistema a partir de la pasada década de noventa.

No faltaron acciones directivas diseñadas para buscar consensos en medio de las acciones de consulta democrática impulsadas por la dirección de la Revolución, durante la emergencia del período especial. Pero en cuanto al cuerpo y la vida escolar predominó la imposición de reglamentos, metodologías y currículos, carentes además de mecanismos de retroalimentación, atención y respuesta. La colocación del Sindicato en la órbita de los acompañamientos políticos, desdibujándose la atención al proceso pedagógico y a la vida de los docentes, y los fenómenos de burocratización que también se manifestaron en la gestión sindical, completaron un escenario de infertilidad.

La situación de inmovilismo comenzó a cambiar con la aplicación de las metodologías participativas del Tercer Perfeccionamiento. La movilización de las bases pedagógicas con la propuesta del Perfeccionamiento, coincidió con el proceso de fortalecimiento de la labor sindical que impulsó el XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, realizado en abril del 2019. Como positivo proceso de reactivación del democratismo socialista que transcurre en las complejas circunstancias que vivimos, este avance presenta arritmias, necesita de mayor estímulo, y que se le otorgue la máxima prioridad.

Segunda problemática: Las escuelas, aulas, disciplinas y cursos sin completamiento de directivos, maestros y personal de aseguramiento pedagógico, constituyen el dinamizador problémico principal de la actual crisis. Esta situación tiene en su polo más demoledor la improvisación en la selección y formación de los cuadros, y la contratación de personal no idóneo para la trascendental misión del maestro. Hay que insistir en que la emergencia no puede hipotecar la profesionalidad y la calidad.

Tercero: Chocan los estudiantes de práctica docente y los jóvenes graduados de magisterio con el practicismo voluntarista y la burocratización, hallan no pocos obstáculos para aplicar y desarrollar en los centros escolares los saberes aprendidos y refrendados en su formación. La universidad los dota de un modo de actuación profesional pedagógico con capacidad para revolucionar el aprendizaje y la cotidianidad escolarii, pero las barreras existentes frenan la iniciativa y el empuje de la juventud magisterial.

Problemáticas en el proceso pedagógico

Cuarta problemática: Frente a las problemáticas de aprendizaje, hay que recuperar la centralidad de cada ciencia en la propuesta disciplinar, base del pensamiento crítico. Desde el no saber no se puede aplicar la didáctica desarrolladora que propone el modelo pedagógico cubano. Quien no domina una disciplina no puede hacer otra relación pedagógica que no sea la autoritaria. Jamás desarrollará pensamiento crítico.

Enferma la docencia discursiva y verticalista, enfocada en estimular la memorización y la instrumentación de los procesos, educaciónón bancaria en lenguaje de Paulo Freire. En la emergencia de la contratación de personas para cubrir las aulas, resulta frecuente encontrar “maestros” cuyo universo de conocimientos no rebasa el libro de texto de sus alumnos.

Quinta problemática: Uno de los más agresivos distractores al interior de la educación está en la prueba de ingreso a la educación superior. Bien sabemos que el tema de la evaluación es uno de los más complejos. Pero si estoy convencido de que la salida del sistema no puede ser el centrar todos los esfuerzos para vencer un ejercicio de evaluación final, y hoy este es el sentido predominante en nuestra educación preuniversitaria. En justa equiparación con la presencia del mercado –del trabajo privado de los repasadores-, las escuelas y la televisión educativa organizan sesiones de repasos para las citadas pruebas. Y la preparación para las pruebas de ingreso asume prácticamente todo el espectro escolar.

La tarea de “preparar a los estudiantes para los exámenes de ingreso”, casi siempre a través de guías preestablecidas y el adiestramiento y la ejercitación de habilidades para vencer la tipología de ejercicios “que pueden salir en la prueba”, fractura cualquier remedo cualitativo que se intente incluir. El éxito de un joven en la enseñanza, “el premio” es vencer la prueba y ganar los puntos que le dan acceso a la carrera que eligió estudiar. .

Escuchamos en los informes directivos que un indicador de “calidad” de la enseñanza se mide por la cantidad de estudiantes presentados y aprobados. Todo este proceso es un hacer real y objetivo de rampante pragmatismo, que niega toda la propuesta dialéctica y cualitativista de los discursos pedagógicos marxistas, martianos y fidelistas. Promovemos el éxito sobre el conocimiento.

Sobre este asunto de los exámenes el Dr. Calixto del Canto Coll reflexiona: “Esta es la expresión más clara de la institucionalización de la desconfianza en el sistema evaluativo del MINED. Sugiero: ¿Ya le preguntaron a los estudiantes de preuniversitario -a todos y cada uno- y a los de secundaria cómo es que creen que debe decidirse los autorizados a matricular en el nivel superior? Quizás de ahí vengan buenas propuestas. Pero hay que preguntarles con tiempo de antelación suficiente para que puedan madurar ideas y no hacerlo de forma urgente y espontánea, como para cumplir una tarea. Lo que ellos acepten será lo mejor porque para ellos será la estrategia”iii.

Sexta problemática: Cualidades únicas del sistema cubano –me refiero a nivel internacional-, como la existencia de una fuerte área metodológica, se han debilitado. La falta de perspectivas y de funcionarios frente a las urgencias, ha hecho decrecer el trabajo metodológico. No llegan siempre a estas funciones los docentes de más experiencia y preparación científico-docente. En municipios y provincias se confunden las misiones, y con frecuencia los metodólogos más capaces asumen tareas de inspectores. He calificado a todos los metodólogos de una provincia en los temas que desarrollo, y al otro año, en vez de avanzar en la articulación de nuevos conocimientos, he tenido que repetir, porque la mayoría ya no son los mismos del curso anterior.

Los repasadores en su inmensa generalidad son profesores de excelencia, jubilados de la educación, y también maestros y profesores extrañados y auto distanciados del sistema institucional, que bien reclutados para las nuevas necesidades, con la amplitud antiburocrática de las nuevas medidas recién puestas en acción por la Dirección de la Revolución -en este enero del 2024-, pudieran constituirse en una fuerza significativa no “para repasar” para pruebas, si para cubrir plazas estratégicas y apuntalar la formación metodológica y capacitación en el puesto de trabajo de profesores nóveles y contratados. Esta sería una medida concreta para responder a la emergencia, sin hipotecar la profesionalidad y la calidad de los docentes.

La investigación pedagógica

Séptima problemática: La comunidad académica y de cientistas de la educación en nuestro país, ha tributado resultados de investigación y experiencias alentadoras. Sin embargo, la investigación educativa no encuentra la voluntad directiva y el mejor cauce de proceder para integrar y liderar los cambios necesarios a nivel local, provincial y sobre todo en el orden sistémico. Entre varias, cuatro razones principales pueden colocarse: 1) Las ciencias de la Educación en Cuba han sido superadas por las condiciones histórico-concretas reinantes y deben ser actualizadas; 2) la investigación educativa en Cuba, de los últimos 20 o 30 años, no ha favorecido el correcto desarrollo de aquellas, producto de desafíos propios pendientes de superariv.

3) Es baja la introducción de los resultados, más cuando se trata de propuestas de carácter estratégico. Dirigí durante los últimos cinco años un proyecto asociado al programa sectorial de ciencia del MINED, investigación al que el Estado generosamente –aun en medio de la situación que existe- destinó un financiamiento de más de un cuarto de millón de pesos. Resistimos un control burocrático asfixiante de informes trimestrales y semestrales. La realización del proyecto y sobre todo su terminación valen para una novela. ¡Terminamos! Entregamos 28 resultados de ciencia, cuatro tesis doctorales defendidas entre estos. Nuestro trabajo colectivo incluye una concepción metodológica integradora y un plan de acciones concretas para el cambio que proponemos. Validamos los resultados en publicaciones “certificadas”, en talleres, congresos y eventos presenciales en Cuba, Brasil, Francia y México… Se los presentamos y explicamos a los introductores. Pero ninguno de los dos ministerios de Educación se anima a introducir lo pagado con el dinero de los trabajadores cubanos, lo cobrado y entregado con honor por un colectivo de 16 profesores-investigadores de 6 universidades.

Frente a esta situación no aprecio reacción en los directivos de la educación ni en colectivos académicos. Realmente el resultado y el diploma (el producto y su certificación) se han entendido como un fin y no como un medio. Incide en esta deformación en curso, las metas en las cifras de máster y doctores formados según los patrones de calidad de programas y procesos seriados. En esta perspectiva tecnológica se pierde la conciencia de que lo más importante no es la cantidad, sino cuánto han impactado las soluciones defendidas, y cuánto ha multiplicado la labor de ciencia de los nuevos doctores como líderes académicos.

4) El costo de la red de ciencia, de la formación doctoral, de los eventos científicos, de las plantillas de centros de investigación, los pagos –y el cobro- de la investigación docente y de los proyectos, resultan en carga onerosa y empobrecedora para el Estado cuando en su conjunto no han podido impactar y liderar soluciones y cambios de significación en la educación nacional. El costo no es solo económico, subraya el carácter formal, no funcional de la actividad investigativa. La ineficiencia del sector de ciencia resulta en freno al desarrollo, deterioro y menosprecio de la propia ciencia, en afectación profesional, psicológica y moral a los colectivos y al personal científico.

Si no saltamos sobre las dificultades presentes en el sector de ciencia, ni soñar que la educación se coloque en el punto de migración hacia un nuevo modo de producción de conocimientos que precisa y reclama el país.

Novena Problemática: No se fertiliza la vocación pedagógica frente a las realidades que tenemos. Las matrículas en las carreras pedagógicas no satisfacen las demandas presentes y futuras. Los padres y madres de familia no ven como un futuro deseado que sus hijos e hijas sean maestros y profesores.

Para el MSc. Carlos Lavín Ruiz, el hecho de que un mal resultado en las pruebas de ingreso a la educación superior no invalida para obtener una plaza en las carreras pedagógicas, contribuye a generar el criterio en estudiantes y padres de que cualquiera puede ser maestro, no importa si no sabe: ¡La universidad deberá arreglar el problema! . Pero las lagunas en el conocimiento y la falta de habilidades son insalvables para una parte significativa de los nuevos ingresos, los que abandonan en masa la carrera en el primero y segundo añov.

La problemática de los valores

Décima problemática: La devolución que tiene la sociedad sobre la formación en valores, es que existen importantes rupturas y no solo en los más jóvenes.La cantidad notable de jóvenes que han sido víctimas de la operación anticubana -de máxima presión económica y Ley de Ajuste Cubano- que los alienta a arriesgar sus vidas por las rutas del tráfico humano para llegar a los Estados Unidos, el crecimiento del delito entre los jóvenes, los manipulados en los actos vandálicos del 11-12 de julio de 2021, son hechos que nos confirman que hay sectores de la juventud completamente desgajados del proyecto socialista.

El crecimiento de tradiciones extrañas a nuestra cultura como la  celebración de Halloween afirma que otros jóvenes se mantienen confundidos y distantes. Las fotos el pasado año hechas virales en las redes, en las que se ven a jóvenes disfrazados de miembros del Ku Klux Klan (KKK) durante la celebración de Halloween en la oriental provincia de Holguín; que este año en un centro cultural estatal de la capital dedicado a promover el rock, también en la fiesta del Halloween, ante al jolgorio y el aplauso de los muchachos, fuera premiado un disfraz de soldado nazi… completan un núcleo de información que nos dice sobre las fracturas que existen entre el instruir y el educar.

Lo paradójico está en que en el sistema de la educación a la problemática de la educación en valores se le ha dedicado especial atención. Desde la investigación pedagógica, como parte del Tercer Perfeccionamiento, se han creado nuevos programas, y perfeccionado los currículos. Se poseen enriquecedoras orientaciones metodológicas. Pienso que tanto esfuerzo que no fragua en resultados de generación, precisa de hallar explicaciones. No las tengo.

Hoy por hoy impactan sobre la formación de valores martianos y socialistas numerosos distractores. Pero siempre insisto en que fijados esos distractores, nos centremos en lo que está a nuestro alcance resolver.

La guerra cultural a escala global, los cambios ostensibles en la subjetividad de los cubanos por la época, el mundo y el país en que vivimos, la acumulación de contradicciones, desgastes y tensiones, que han impactado a diversos sectores de la sociedad, el modo en que hoy se conforman los patrones ideológicos y culturales reguladores de lo social; no pueden constituirse en barreras para el sistema de la educación, precisan si el renovar las vías y modos pedagógicos de socialización y formación de los valores que realizamos en la escuela.

Lo primero que se impone es la aplicación creadora de las orientaciones metodológicas que están en curso. En mi observación e intercambio con docentes y estudiantes, he constatado que no siempre se cumplimenta lo pensado para el éxito por los especialistas del MINED y la academia pedagógica. En las aulas predomina un discurso bancario sobre el deber ser. En las clases de las asignaturas que en particular trabajan los temas de la ética y la cívica, el referido discurso a veces toma ribetes teleológicos. Hay que erradicar las axiologizaciones y politizaciones vulgares, y la ideologización impostada, generadoras de incomunicación cognitiva y doble moralvi.

Tales debilidades se continúan con la falta de articulación en las escuelas del programa de valores, con el qué y cómo todos los docentes reforzamos y construimos valores socialistas. Si no somos capaces de buscar la especificidad -lo identitario, histórico, ético y cívico- del aporte de cada disciplina, no lograremos educar una ciudadanía que tenga la instrucción, las competencias y la moralidad para vivir y transformar el mundo con pensamiento crítico y compromiso humanista.

Fin y medio

La formación en valores precisa además de claridad de propósitos, herramientas pedagógicas bien ajustadas. Si los valores se construyen desde las relaciones materiales objetivas, y hoy enfrentamos contextos con diversos grados de hostilidad frente a la honestidad y valor del trabajo, y han aflorado la droga y otros fenómenos negativos también en las escuelas, se precisa la utilización de los métodos activos, de métodos pensados desde la filosofía –martiana y marxista- de la praxis.

Los contenidos de aprendizaje no constituyen el fin de la enseñanza, sino el medio para acceder a la configuración de la moralidad y de las formas de actuación del estudiante, en unidad con las formas de sentir y pensar. Para aterrizar en el proceso de enseñanza aprendizaje la dialéctica objetividad– subjetividad, hay que adiestrar a los docentes en el cómo construir valores desde dentro de los estudiantes como sujetos individuados y colectivos, en los contextos específicos de cada personalidad, familia, aula y comunidad. Y esa dialéctica objetividad– subjetividad que de solo de mencionarla ya nos parece algo complejísimo, comienza y se multiplica cuando escuchamos a los jóvenes, cuando dialogamos en horizontalidad, cuando los acompañamos y abrimos el aula a la cotidianidad.

Los trabajos sobre la educación en valores, las tesis sobre modelos, metodologías y experiencias innovadoras, nutren los inventarios de los centros de investigación del país, tienen una notable presencia en las discusiones de los eventos científicos, en tesis de maestría y doctorado, pero la mayoría ahí se queda. Precisamente esta realidad es una de las que más tipifica la baja introducción de los resultados científico-pedagógicos que he mencionado.

El reto que enfrentamos es de máxima importancia y trascendencia, en ello, junto con la Revolución, nos va la existencia de la nación: “Cuando hablamos de unidad y continuidad pasa por la educación, por los valores y la manera en que formemos a las nuevas generaciones. Si hay una discontinuidad, si hay una ruptura en la formación de las nuevas generaciones, no podemos estar hablando en el futuro de unidad y de continuidad”, reflexionó el Dr. Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República de Cuba en el Seminario Nacional de preparación del Curso Escolar 2023 – 2024, el 6 de mayo del presente añovii.

Notas

i Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz, en la Tribuna Abierta de la juventud, los estudiantes y los trabajadores por el Día Internacional de los Trabajadores, en la Plaza de la Revolución, el primero de mayo del 2000. En: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html

ii Ver: Candelaria Pelegrino Vargas: Una Concepción teórica sobre la Dimensión de la cotidianidad escolar del Modo de Actuación Profesional Pedagógico en la formación inicial de profesores. Tesis doctoral, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Ciencias Pedagógicas Enrique J. Varona. La Habana, 2012

iii Calixto del Canto Coll (Graduado en 1981 en la Facultad de Educación Física de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular.): Notas entregadas para esta presentación. La Habana, 20 de diciembre del 2023.

iv Paul Antonio Torres Fernández: Las ciencias de la educación en Cuba. “Hablan” las evidencias: ¿qué hay que mejorar? Educación y sociedad ISSN: 1811- 9034 RNPS: 2073 Vol. 19, Número especial. Octubre de 2021. En: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8328869.

v Carlos Alberto Lavín Ruiz (Miembro del IV Contingente. Licenciado en Marxismo Leninismo, Master en Enseñanza de la Historia. Profesor Auxiliar en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona). Notas entregadas para esta presentación. La Habana, 20 de diciembre del 2023.

vi Ver: Gilberto Valdés: Soñar y pensar a Cuba. Editorial @filosofía.cu, La Habana, 2017, p.22-23.

vii Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez: En la educación también pongamos corazón a la patria, a la revolución y al socialismo. En: Presidencia Cuba. https://www.mined.gob.cu/diaz-canel-en-la-educacion-tambien-pongamos-corazon-a-la-patria-a-la-revolucion-y-al-socialismo/

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