Francisco Pérez Esteban, Coordinador de Política Internacional de IU, ha denunciado que el ataque a las FARC en territorio ecuatoriano tenía como objetivo principal el intento de destruir las negociaciones del canje humanitario y golpear así cualquier posibilidad de negociación de paz futura. «El papel de Raul Reyes era político y desempeñaba la función de portavoz e interlocutor con el gobierno venezolano, francés y suizo con vistas a la concreción de nuevas liberaciones de rehenes; su asesinato se produce tres días después de la liberación unilateral por parte de las FARC de cuatro excongresistas y días antes de un acuerdo cerrado con Francia para la liberación de Ingrid Bethancour: significa la apuesta de Uribe por la guerra y el cierre de su gobierno a todo intercambio humanitario», dijo Pérez Esteban.
IU calificó la incursión militar en territorio ecuatoriano como «un acto ilegal e ilegítimo, una grave violación de la soberanía de Ecuador como país y una agresión al derecho internacional que bajo ningún argumento es justificable». En este sentido, dijo el Coordinador de Política Internacional, «estamos satisfechos con la resolución de la OEA de ayer, que así lo califica y reconoce, aunque es necesario que la comisión de investigación que la OEA ha enviado a Ecuador concluya con una ‘condena expresa’ de este acto premeditado de agresión que con apoyo público delos EEUU y utilizando el modelo israelí de actuación con Palestina, supone una bofetada sin precedentes al derecho internacional y un intento de extender el conflicto colombiano en la región andina, que viene siendo alentado por los EEUU, por eso Uribe ha actuado con prepotencia, mentiras, y cometido esta masacre sin complejos».
A juicio de IU, en América del Sur «la actuación ilegal de Uribe ha desatado una crisis regional sin precedentes donde el riesgo de confrontación es el más real desde la Guerra del Pacífico en 1879, y hay que desarrollar los mayores esfuerzos diplomáticos y multinacionales para frenar la escalada bélica y la crisis regional, y posteriormente, lograr la liberación de rehenes». Es este sentido, Pérez Esteban solicitó del Ministro Moratinos «una implicación mayor del gobierno condenando con firmeza la agresión de Colombia, un apoyo expreso a Ecuador y a su soberanía, y un papel más activo en la presión para la liberación de rehenes, papel que está siendo jugado por Francia o Suiza».
No vender armas a Colombia
Francisco Pérez exigió también al gobierno español «que cese el apoyo constante de España a Uribe, especialmente la contínua colaboración militar, de asesoría o de inteligencia con el gobierno guerrerista de Uribe, así como toda venta de armas pues el gobierno español está incumpliendo el Código Etico de la Unión Europea que impide vender armas a países que sufran un conflicto interno o donde se violen los derechos humanos. Y en Colombia, manifestó Pérez, está absolutamente demostrada la vinculación del ejército con los paramilitares responsables de cientos de masacres, desapariciones, asesinatos extrajudiciales de líderes sindicales, indígenas, de movimientos sociales, etc. «Por si todo esto fuera poco, en este momento están procesados y/o condenados más de 50 senadores y congresistas del partido de Uribe por sus vínculos con el paramilitarismo. Este hecho no puede ser ignorado por el gobierno español, que debe siempre estar de parte del derecho internacional y del respeto a la soberanía territorial».
IU expresó que la comunidad internacional debe exigir a Uribe «un respeto al derecho internacional o imponérsele sanciones, pues el gobierno de Rafael Correa ya había denunciado hace meses que habitantes de la zona de Sucumbios se quejaban de constantes incursiones de tropas y fuerza aérea en el territorio ecuatoriano, así como de fumigaciones de glofosato que realizaban aviones colombianos contra supuestos cultivos de amapola en territorio ecuatoriano». El gobierno ecutoriano, según IU, ha demostrado ser muy solidario con los 300.000 ciudadanos colombianos desplazados por la violencia que han llegado a Ecuador en los últimos años, y en la colaboración militar, puesto que han desmantelado 47 campamentos inestables de las FARC, según demostró el presidente Correa».
RAUL REYES CON ZAPLANA Y EN EL PARLAMENTO ESPAÑOL
Francisco Pérez Esteban quiso recordar hoy que «Raul Reyes no solo dirigió las conversaciones de Paz en nombre de las FARC con el gobierno de Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán sino que en dicho marco negociador realizó una gira internacional con miembros del gobierno de Pastrana, diputados y empresarios colombianos, entre los años 1999 y 2000 por varios países europeos buscando apoyo internacional para dichas negociaciones».
IU considera que «es necesario recordar hoy aquí que Raul Reyes, Olga Lucía Marín y varios miembros más de la Comisión Internacional de las FARC estuvieron en España en varias ocasiones durante el año 2000 y gobernando el Partido Popular, que apoyó públicamente las negociaciones del Caguán. Pérez Esteban recordó que Reyes «fue recibido por todos los partidos políticos de la Comisión de Exteriores del Parlamento español en el edificio del propioCongreso de los Diputados, que explicitaron sin exclusiones su apoyo a dicho proceso». Posteriormente las FARC fueron recibidos en Madrid por Javier Rupérez, entonces Secretario de Estado de Exteriores, y por el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, quien los recibió oficialmente en Valencia y Benidorm en Febrero de 2000, como puede comprobarse con fotos y todo en cualquier hemeroteca».
Pérez Esteban informó también de que Raul Reyes y el emisario de Andrés Pastrana, el diputado Fabio Valencia Cosio participaron también en un Seminario Internacional «Por la Paz en Colombia» que tuvo lugar los días 10 y 11 de Junio de 2000 en la Universidad de Alcalá de Henares coorganizado por la ONG OSPAAAL y al que asistieron numerosas organizaciones colombianas de Derechos Humanos, movimientos sociales y ONGs españolas, así como representantes de los tres partidos políticos mayoritarios PP, PSOE e IU.
«IU sigue creyendo en la necesidad del canje humanitario y en una salida negociada, dialogada y pacífica al conflicto colombiano, como creíamos entonces todos», dice Pérez, «solamente la exigencia de EEUU después del 11 S ha motivado la actitud actual del PSOE y del PP que se plegan a la postura de Bush y a los que reconocían el año 2000 como fuerza beligerante y grupo guerrillero ahora les consideran terrristas. No se acabará militarmente con la guerra en colombia, ni con más Plan Colombia, así lo demuestran los 17.000 hombres alzados en armas que poseen las FARC y 40 años de conflicto armado en Colombia. La única salida pasa por una negociación de Paz que mejore lo que no pudo cerrarse en el Caguán, pero será imposible con una actitud militarista de Uribe y España debería implicarse entre los países que exigen como el primer paso de la misma un intercambio humanitario que entra dentro del derecho internacional y de la obligada ayuda que hay que prestar a víctimas civiles».