El expresidente colombiano acusa a Iván Cepeda de haberse aliado con bandas criminales para vengarse de él, dice Uribe que con sus falsas acusaciones torpedea a la justicia con inducciones al falso testimonio. Sobre esta polémica y ante estas acusaciones el congresista afirma que en las investigaciones realizadas en tanto que defensor de derechos […]
El expresidente colombiano acusa a Iván Cepeda de haberse aliado con bandas criminales para vengarse de él, dice Uribe que con sus falsas acusaciones torpedea a la justicia con inducciones al falso testimonio. Sobre esta polémica y ante estas acusaciones el congresista afirma que en las investigaciones realizadas en tanto que defensor de derechos humanos y en sus obligaciones que como congresista tiene de hacer control político, el nombre de Álvaro Uribe Vélez ha aparecido muchas veces ligado a personas u organizaciones mafiosas, narcotraficantes o de paramilitares. Precisa también que todas esas investigaciones y las afirmaciones que ha hecho sobre el expresidente están sustentadas con documentos, fotografías, testimonios, etc. y todas ellas han sido entregadas a las autoridades competentes. Hace un contrate entre su manera de actuar y la de Uribe Vélez que según él hace aseveraciones sobre personas u organizaciones que no están sustentadas en hechos concretos.
Iván Cepeda llama la atención sobre el hecho que estas acusaciones de Uribe se basan en las convicciones íntimas del expresidente que hacen que identifique a personas u organizaciones opositores como terroristas vestidos de civil. Corresponde dice a una convicción y a una doctrina que ha hecho carrera y que parte del supuesto que hay una guerra política que enfrenta al estado con terroristas, algunos de los cuales son civiles.
Recuerda Iván Cepeda que sus acusaciones contra Álvaro Uribe Vélez no son en abstracto. Se basan en el hecho que numerosos aliados políticos e íntimos amigos del expresidente no solo han sido condenados por paramilitarismo si no también que ellos mismos han confesado su participación en acciones criminales y su pertenencia a esas estructuras. Asevera el defensor de derechos humanos que cuando él dice que Uribe ha tenido relaciones con paramilitares se basa en hechos y situaciones precisas y demostradas. Reitera que el fruto de sus investigaciones contra el expresidente ha sido entregado a autoridades competentes como la fiscalía.
De los hechos recientes dice por ejemplo que hizo una denuncia penal para que se investigue a Álvaro Uribe Vélez, a su hermano Santiago, a los hermanos Villegas Uribe y Gallón Henao por conformación de grupos paramilitares, homicidio, desaparición forzada y otros delitos. La investigación está basada en el testimonio de Juan Monsalve, hijo del mayordomo de la Hacienda La Guacharaca de propiedad de los Uribe, quien entregó pruebas que incluyen fotos que muestran que en esa hacienda se habrían podido cometer actos criminales. El Congresista pide una investigación rigurosa que brinde al expresidente todas las garantías del debido proceso y la posibilidad de defenderse.
Sobre las acusaciones de tener vínculos con las FARC – EP
Hay que recordar que una de las personas que más ha insistido en los vínculos de Iván Cepeda con las FARC-EP es el expresidente Uribe Vélez. Iván Cepeda le conmina a que si tiene pruebas de esa situación las entregue a la justicia porque de no hacerlo estaría incurriendo en un delito al no denunciarlo. Como esas acusaciones se basan en el hecho de que un frente de esa guerrilla, que habría podido cometer acciones que podrían ser catalogadas como crímenes de guerra, lleva el nombre de su padre Manuel Cepeda, el Congresista afirma que no puede hacer otra cosa que rechazar este uso del nombre de su padre. Explica además que su utilización se hizo sin la autorización de la familia y que ya ha condenado en múltiples ocasiones ese uso.
Leyes de justicia y paz, de Víctimas y Justicia transicional
Considera el Representante Iván Cepeda que es necesario que haya cambios sustanciales para que tengamos una sociedad realmente democrática y justa. Para él varios de esos cambios pasan porque se transforme la realidad de un lado de millones de personas que viven en la miseria y que han sufrido la violencia y del otro lado, de aquellas personas que perteneciendo a aparatos criminales oficiales o ilegales se han enriquecido a partir de esos crímenes. Precisa que sí no hay algo que cambia sustancialmente la vida de unos y de otros la sociedad no podrá llegar a un plano de democracia.
Afirma Iván Cepeda que aunque tiene sentido y es respetable curar el dolor de las personas hay también un problema esencialmente político que debe ser resuelto. La verdad, la justicia y la reparación son condiciones éticas necesarias pero se requiere que cambien las condiciones políticas para que se debilite el poder de los victimarios de un lado y para que del otro, quienes han sufrido la violencia, tengan la capacidad de decidir. Hoy la situación es inversa y, aunque en muchas ocasiones gracias a la acción de las victimas se ha avanzado, la situación sigue siendo muy insuficiente. En las regiones las estructuras de poder siguen intactas y en poder de los familiares de los victimarios que controlan el Estado y gobiernan zonas enteras del país. Acota diciendo que las tierras usurpadas están lejos de regresar a sus legítimos dueños y las victimas siguen teniendo miedo porque hay regiones en donde las estructuras del Estado siguen en poder de los criminales.
Considera que se ha avanzado en algunas cosas pero es insuficiente. Para aplicar los mecanismos hay que entender que no todo se puede resolver desde la justicia porque algunos temas tienen trampas que limitan su aplicación y porque más allá de ella considera Iván Cepeda que hay que transformar las relaciones de poder político. Corrobora su afirmación diciendo que por ejemplo en Colombia no se puede avanzar en la restitución de tierras si no hay una transformación del poder local. Las leyes y los procedimientos podrán estar bien hechos, pero si desde el notario hasta el gobernador están ligados al aparato criminal no se lograran transformaciones reales en la vida de la gente.
Proceso de paz
Al hablar de la paz dice que se está ante un proceso muy esperanzador que le brinda a Colombia la posibilidad de evitar un desastre y encontrar un nuevo camino. Sin embargo cree que no va a ser fácil porque hay que discutir temas tan álgidos como el de construir Estado de derecho en toda la geografía nacional y se requiere tener autoridades que respondan a la constitución y a las leyes, algo que podría ser obvio en otro país pero que en Colombia no lo es.
Justicia transicional
Preguntado sobre si la polémica con Uribe será eterna Iván Cepeda dice que con Uribe como con todas aquellas personas que hayan estado involucradas en la comisión de esos crímenes o en un aparato que los haya cometido deben afrontar la justicia. Espera que tanto para Uribe como para quien haya estado involucrado en esos hechos haya un mecanismo transicional si esas personas deciden entrar en el proceso.
Iván Cepeda afirma que en este tema es necesario que todos cedan algo pero que el asunto está en saber cuales son los mínimos. No es negociable que en el caso de los crímenes de guerra, de los crímenes de lesa humanidad, de los genocidios haya impunidad. No puede haber una ausencia total de sanción o de investigación aunque podrá considerarse el asunto de las penas.
Para el representante a la Cámara es importante trabajar el tema de la no repetición y el MOVICE está en ello. Hay que cambiar la orientación que tienen los aparatos de seguridad, su dimensión, el desmantelamiento del aparato paramilitar, del poder local. Hay asuntos que van más allá de cuánta verdad, cuánta justicia o que mecanismos de verdad se necesita. Esos son asuntos indispensables pero no satisfacen totalmente las aspiraciones de las víctimas de crímenes de Estado.
Carácter regional del conflicto y responsabilidades
Dice el congresista Cepeda que en Colombia el conflicto tiene particularidades regionales y se debe trabajar allí en donde las cosas han sucedido para que esos sectores sociales puedan llevar sus propuestas a la mesa. Sería una manera de estimular la participación social porque no basta con que se produzca un acuerdo entre quienes combaten si no que se requiere de un dialogo entre sectores sociales. Habla de diálogos entre trabajadores y empresarios, entre campesinos y los que han acumulado las tierras, de acuerdos territoriales por ejemplo.
Es importante que estén cara a cara los negociadores de la guerrilla y el gobierno pero hay que preguntarse por el resto de la sociedad? No se hace ilusiones, sabe que va a ser difícil y que es posible que haya crisis pero demanda a quienes tienen responsabilidades publicas a hacer un llamado a la responsabilidad y a la perseverancia cuando haya problemas.
Marco jurídico para la paz y acuerdos
El marco jurídico podrá ser tenido en cuenta pero llama la atención a no olvidarse que se van a dar unos acuerdos que podrían estar en contravía con lo pactado. Dice que en el Congreso se ha llegado a un acuerdo o consenso político de no legislar por lo menos en las materias que son objeto de negociación.
El marco jurídico es un referente pero tiene para el congresista el problema que no tuvo en cuenta de alguna manera a la contraparte y que podría ser impugnado. Sí no se consultó a la guerrilla sobre el marco en el que se van a determinar las sanciones o beneficios que les serán aplicados va a tener una difícil aplicación.
Afirma Iván Cepeda que en lo que respeta a las víctimas el marco y las leyes tienen el mismo problema por que tampoco se les consultó. Recalca de manera especial que omitir la investigación de ciertas conductas es un problema y concluye afirmando que lxs negociadorxs de las partes deben saber que tienen unos límites y unos topes.
Al hablar sobre la forma como se abordan los problemas estructurales en el país dice que cuando se producen las reacciones de la gente, la respuesta inmediata es crear una mesa de dialogo y firmar unos acuerdos que después no se cumplen. Cita el caso de los indígenas a quienes sistemáticamente se les han incumplido y la gente está ante esos hechos llegando a una situación límite.
Preguntado sobre si es optimista ante el proceso dice que se declara optimista advertido, es decir que no se hace ilusiones sobre procesos fáciles o procesos exprés. Cree que ha llegado el momento de buscar la paz pero se necesita perseverancia.
Sobre las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad
El MOVICE va a proponer el tema del replanteamiento de los roles del ejército y de la policía porque dice que el ejercito está para hacer respetar la soberanía pero no para hacer persecución política y la policía debe ser un cuerpo cívico. Considera que hay que poner las cosas en su lugar porque los cuerpos de seguridad no deben estar orientados a destruir la vida de la gente porque se le antoja a un presidente. Estos para él son cambios de fondo necesarios.
Sobre la pertinencia de plantear esos cambios a la mesa de negociación dice Iván Cepeda que la función de las víctimas de crímenes de Estado es la de llevar allí esos temas porque este es el momento y, un principio de no repetición, exige plantearlos. Cree que si pasa el tema de la negociación sin que se aborden temas tan relevantes como esos después será difícil. Las instituciones del Estado deben cambiar. No obstante es consciente que allí la capacidad de negociación de las víctimas es mínima.
Narcotráfico
Iván Cepeda está convencido que hay soluciones a ese tema. El narcotráfico le ha hecho un inmenso daño a toda la sociedad colombiana. Diversos sectores, incluidos el Estado o la guerrilla han estado ligados a ese fenómeno y afirma que más que una guerra al narcotráfico lo que se ha producido es una administración del narcotráfico y dice que coincide con Santos y algunos expresidentes que hay que buscar nuevos paradigmas para enfrentar el problema.
Hay sectores del poder estatal que han hecho alianzas con un cartel para acabar con otro hasta que eso se convirtió en una espiral infinita y cita tanto los casos para acabar con Pablo Escobar y la utilización de los paramilitares.
La participación política de la insurgencia
No considera el congresista Cepeda que sea posible resolver el conflicto colombiano si se les niega a los insurgentes la posibilidad de participar en política. Un conflicto como el colombiano se resuelve en términos políticos. No se puede olvidar que uno de los problemas endémicos de Colombia ha sido para Iván Cepeda la posibilidad – o no – de permitir esa participación política.