Como en los tiempos del Embrujo Autoritario y de las peores violencias sociopolítica contra el pueblo colombiano durante el mandato Álvaro Uribe Vélez, hoy regresa con toda su vigor, la estrategia de la Seguridad Democrática que solo dejó muerte, desolación y autoritarismo en el país. Previo a la movilización del día 21 de noviembre, todas […]
Como en los tiempos del Embrujo Autoritario y de las peores violencias sociopolítica contra el pueblo colombiano durante el mandato Álvaro Uribe Vélez, hoy regresa con toda su vigor, la estrategia de la Seguridad Democrática que solo dejó muerte, desolación y autoritarismo en el país.
Previo a la movilización del día 21 de noviembre, todas las fuerzas políticas oscuras del país son amparadas por las estrategias del presidente encargado Iván Duque Márquez generando todo un imperio autoritario desde las más altas esferas contra la construcción de la paz y la democracia del país.
Fuerzas paraestatales constituidas por oficiales en retiro han manifestado toda su decisión de impedir la movilización social en el país, al amparo de la permisividad de las autoridades sonríen sus carteles de la muerte y el sumario de impunidad vergonzante cabila.
El sistemático plan de asesinatos contra defensores y defensoras de derechos humanos, el fortalecimiento de grupos paramilitares, el regreso de los crímenes de Estado y de los falsos positivos, es demostrado con los recientes hechos contra el excombatiente Dilmar Torres en Catatumbo y el bombardeo en Caquetá contra niños y niñas, todos ellos evidencian la escena necrófila de los crímenes de Estado y la barbarie que nos espera como nación.
La militarización de las ciudades, allanamientos indiscriminados y sin orden judicial contra defensores de derechos humanos, actos de intimidación, generación de miedo generalizado, publicidad negra contra el Paro 21N, son apenas algunas de las tácticas del Estado y sus aliados contra el uso legítimo de la Protesta Social.
El Gobierno de Duque pretende acallar la voz del Pueblo con la figura del despotismo solapado que caracteriza la ferviente doctrina del Embrujo Autoritario, alineando toda la fuerza institucional (Ejército, Policía, SIJIN, Fiscalía, ESMAD y otras), el tratamiento militar y de guerra contra quienes disentimos del pérfido gobierno, situaciones como estas no son más que la firme determinación del poder oscuro que nos lleva hacia un abismo.
Llamamos a todas las organizaciones sociales, sindicales, a hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, campesinos y campesinas, a líderes, lideresas, padres, madres, obreros, las organizaciones comunitarias y barriales, a ricos y a pobres a que nos acompañen en esta fiesta por la paz y la democracia el próximo 21 de noviembre para que juntos y juntas reivindiquemos la esencia de la protesta social como el ejercicio de exigencia de garantías y derechos. La movilización debe generar espacios de diálogo constituyente en lo local con proyección hacia lo nacional del país que queremos como colombianos.
Demandamos el cumplimiento de las funciones del Procurador General de la Nación, Defensoría del Pueblo y las instituciones estatales hacia el fortalecimiento de la democracia, la construcción de paz, las garantías para la ciudadanía; mientras tanto seguiremos asistiendo al deterioro esencial de los pilares del Estado Social de Derecho al que estamos siendo sometidos como ciudadanos.
No habrá paz, ni democracia con el uso y ejercicio represor del Estado contra el pueblo.
Fuente original: https://prensarural.org/spip/spip.php?article24876