El trompetista Wynton Marsalis, una de las figuras más representativas del jazz norteamericano en el último cuarto de siglo, leyenda viva del neoclasicismo en el género, y clasificado como el seguidor más fiel de Miles Davis, llegó Cuba junto con los músicos de la Jazz Lincoln Center Orchestra, al mediodía de este sábado 2 de […]
El trompetista Wynton Marsalis, una de las figuras más representativas del jazz norteamericano en el último cuarto de siglo, leyenda viva del neoclasicismo en el género, y clasificado como el seguidor más fiel de Miles Davis, llegó Cuba junto con los músicos de la Jazz Lincoln Center Orchestra, al mediodía de este sábado 2 de octubre. Tras su arribo a la Isla, sin acomodarse aún para descansar, Marsalis dijo a La Jiribilla que esta unión de los pueblos norteamericano y cubano representada en su visita, es un nuevo punto de partida para la hermandad de nuestras culturas. «Estamos aquí y cuando nos unimos hoy en día, se produce un nuevo comienzo. Estamos juntos ahora y vamos a crear una cercanía que podrán después disfrutar nuestro hijos», expresó.
Este proyecto del Lincoln Center liderado por Marsalis, quien es además, director artístico de la institución neoyorkina, tiene como coprotagonista al pianista cubano Chucho Valdés. El maestro, reconocido entre los principales exponentes del latin jazz en el mundo, clasificó este encuentro en La Habana como un hecho «histórico». Este gigante del género explicó que «es la primera vez que una banda de esta magnitud -la cual tiene como respaldo el prestigio de una institución como el Lincoln Center- visita Cuba. Todos sus artistas hacen una música from the heaven (desde el cielo)»
Preguntado por nuestro equipo sobre el hecho de que el bloqueo norteamericano a la Isla ha restringido la manera en que la música cubana era parte de la vida musical de su país y el desgaste del puente artístico que en las primeras décadas del siglo XX se había consolidado entre La Habana y New Orleans, el multipremiado trompetista estadounidense apuntó: «Todo país tiene su historia. Los políticos toman decisiones, conducen guerras, hacen lo que hacen. El arte es la crónica de la historia de la humanidad, de las personas. Pienso ahora en lo que pasó cuando mi padre vino hacia mí y me dijo que tenía que escuchar la música que se hacía en Cuba. Yo no sabía que había un embargo, a los diez u once años era ignorante del hecho. No obstante, estamos aquí y esta es una unión histórica, estamos hablando de acercarnos».
Marsalis y la JLCO permanecerán en la Isla durante esta semana, cumpliendo un programa que incluye cuatro conciertos en el teatro Mella de la capital, la impartición de talleres, la visita a escuelas de arte y la conducción de una clase magistral para los músicos jóvenes del patio. Sin embargo, con su inquietud de músico incansable, el también compositor y arreglista anuncia que en estos días se ocupará también en un proyecto de grabación junto con el autor de «Misa Negra», quien a su vez lanzó a la llegada de Wynton una sentencia que marcará este intercambio: «el arte está por encima de todo». El trompetista, entonces, concluyó: «es por eso que muchas veces uno recuerda una obra artística, y no se sabe qué decisiones estaban tomando los políticos mientas tanto».