Recomiendo:
0

Jhon Jairo Moreno Hernández, prisionero político de las FARC-EP muere por negligencia estatal

Fuentes: Rebelión

En pleno cautiverio el prisionero político de las FARC- EP Jhon Jairo Moreno Hernández muere el día 05 de Febrero del año 2016 en el hospital San Jorge de Pereira debido a enfermedad hepática que venía padeciendo desde el año 2013. De acuerdo a informaciones de organizaciones de Derechos Humanos, la enfermedad fue tratada negligentemente […]

En pleno cautiverio el prisionero político de las FARC- EP Jhon Jairo Moreno Hernández muere el día 05 de Febrero del año 2016 en el hospital San Jorge de Pereira debido a enfermedad hepática que venía padeciendo desde el año 2013. De acuerdo a informaciones de organizaciones de Derechos Humanos, la enfermedad fue tratada negligentemente por parte de las autoridades Penitenciarias y Carcelarias, así como también por parte de la La EPS CAPRECOM y en dicho Hospital. No le brindaron la atención especializada que su caso requería, entre otras debido a la dilatación de los procedimientos y tratamientos médicos.

Como si se tratará de una Sentencia de Muerte el privado de la libertad Jhon Jairo Moreno Hernández se le negó tratamiento médico pues desde que ingresó a urgencias en centro hospitalario, nunca fue remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos para el tratamiento de sus patologías, por el contrario, se le mantuvo en el área de urgencias dilatando los procedimientos médicos requeridos. A esta situación se sumó que la EPS CAPRECOM por más de dos años se negó a otorgar tratamiento médico especializado.

Jhon Jairo Moreno Hernández hizo parte de la lista de 71 de presos políticos gravemente enfermos a los que personalidades internacionales y grupos de organizaciones de derechos humanos en cabeza de Adolfo Perez Esquivel y Noam Chomsky solicitarían su libertad, debido a que su enfermedad era incompatible con la vida en reclusión, lamentablemente esta súplica nunca fue escuchada por parte del Gobierno Nacional.

Recordamos al Estado Colombiano el deber de Protección y cuidado que tienen sobre las personas privadas de la libertad y de manera especial su responsabilidad a la luz de los Convenios de Ginebra, de garantizar la vida e integridad física de aquellas que han dejado de combatir y se encuentran recluidas en las cárceles colombianos como no combatientes e integrantes de las FARC-EP.