Jueces del Alto Tribunal Londinense han escuchado lo que dice el buitre desde el fondo, y también han oído las voces con reflexiones claras sobre la no pertenencia de la deuda que reclama el fondo rapaz.
Pero el fondo de semejante especie, que no tiene que ver con ningún ave aunque se alimente de cuerpos muertos, se ha encontrado conque Cuba está viva y muy viva y le ha dado el primer tortazo.
El que llamamos fondo buitre, cueva de ladrones, se hace llamar CRF I Limited se encontró con las declaraciones y la documentación de los representantes de Cuba, y así le ataron sus garras y le cagarraron el pico ganchudo, entonces no tuvo más remedio que admitir que su demanda la hizo para robar la deuda a la que no tienen derecho.
Los documentos mostraron sus trampas y chantajes como forma tradicional de actuar, igual que los ladrones de caminos roban al que pasa por su lado. Su intento de llevarse la deuda en dos títulos buscaban impedir que el BNC y la República de Cuba pudiesen realizar su compromiso. Los sinvergüenzas querían llegar a los jueces para impedir la conclusión a realizar por el BNC.
Lo ridículo no quita la soberbia al canalla y de ahí que buscasen semejante salida, a pesar de que esta claro que nunca el que llamamos buitre ha tenido que ver con Cuba. Para colmo sus mercenarios mostraron un papel firmado por un funcionario que no tenían ninguna atribución al respecto, lo que le quitaba toda validez. El mismo funcionario declaró que el documento era papel mojado porque él no era quien pudiese autorizar semejante cesión y el papel ni siquiera correspondía al tipo de documento que corresponde a tal asunto. Para rematar la puesta en ridículo llegó a decir que para que lo hiciese los mercenarios le intentaron comprar.
El paso siguiente fue para mostrar el tipo de documento que se emplea para ese tipo de operaciones, un título empleado por los organismos cubanos que emplea un sistema de reconocimiento, marca que el ladrón no fue capaz de descubrir y por tanto de prever.
Por no cumplir ni los requisitos básicos ni siquiera pudo el ladrón CRF I Limited la comunicación que debería hacer el BNC al Ministerio de Finanzas y éste al Consejo de Ministros, con lo que se reafirmó la ilegalidad del acto buitregüil.
En unos días la judicatura inglesa pondrá oído al ruido gutural salido de ese fondo indeseable, y a la voz humana de Cuba.
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