En la audiencia preparatoria de juicio a Nicolás Castro, señalado de amenazar por Facebook a Jerónimo Uribe, el juez tercero especializado negó a la Fiscalia casi en su totalidad las pruebas al considerar que fueron manipuladas
Un duro revés tuvo la Fiscalía en el proceso que adelanta contra el universitario Nicolás Castro, a quien acusa de «instigar desde un grupo en Facebook para asesinar» a Jerónimo Uribe, hijo del Presidente de la República. El juez tercero especializado de Bogotá, Óscar Herrera, anuló el 95% del acervo probatorio con que la fiscalía pretendía sustentar su acusación en la etapa decisiva del juicio. «Este despacho excluye las pruebas por los vicios observados y porque en su consecución no se garantizaron derechos fundamentales del procesado», concluyó Herrera.
En julio pasado se armó un gran revuelo cuando se informó que en la comunidad virtual de Facebook existía un grupo llamado «Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe, hijo de Álvaro Uribe». Una vez los medios difundieron la noticia varios investigadores informáticos de la Dijín (policía judicial) se ocuparon del caso. Las pesquisas se llevaron hasta la sede de Facebook en Estados Unidos y al final de estas -el 2 de diciembre pasado-, los agentes llegaron hasta el domicilio de Nicolás Castro, un estudiante de bellas artes de 23 años, con una orden de captura. Lo acusaron de ser el creador del polémico grupo virtual.
Desde entonces Castro está detenido en la cárcel La Picota y viene afrontando un proceso en el que se le acusa de instigar para delinquir, un delito que podría significarle de 7 a 15 años de cárcel si es hallado culpable.
El revés que ahora afronta la fiscalía es de fondo. Tanto para solicitar la detención de Castro como para acusarlo un fiscal de la unidad especializada contra el terrorismo presentó ante los jueces un conjunto de pruebas que indicarían la responsabilidad del universitario como autor del grupo. Las pruebas se obtuvieron realizando búsquedas selectivas de bases de datos, inspeccionando varios computadores que fueron allanados en la casa de Castro y en la empresa NGC Aviónica (de propiedad de los padres del universitario), e incluso visitando la propia sede de Facebook, en Estados Unidos.
Uno de los elementos más contundentes que resultó de esas pesquisas fue una conversación que supuestamente sostuvo Nicolás Castro a través del sistema Messenger, de Hotmail, y la cual fue recuperada de uno de los computadores incautados por las autoridades. Ese ‘chat’, conocido en su momento por los medios, da cuenta de una conversación en la que Castro le admite a un interlocutor ser el creador del grupo que ponía como blanco a Jerónimo Uribe, según se lee, impulsado por un profundo odio hacia este.
Sin embargo, el juez tercero especializado luego de escuchar los argumentos de Ramón Ballesteros, abogado defensor, le dio la razón a este y decidió anular las pruebas porque estaban viciadas. En lo que respecta, por ejemplo, a la conversación del Messenger se argumentó que esa información fue manipulada y que de ella no se puede concluir con certeza quiénes son los interlocutores. Además la pieza que presentó la fiscalía es sólo una mínima parte extraída (una sesión de 18 páginas) y se desechó el grueso (305 sesiones) que permitiría ilustrar el contexto en que se dio esa comunicación y los alcances de la misma.
En igual sentido el juez determinó inválidas otras piezas fundamentales para la fiscalía. Una es el allanamiento que los investigadores hicieron el 15 de julio en NGC Aviónica. La orden judicial con que contaban les permitía inspeccionar y tomar pruebas de un lugar en concreto de esas instalaciones: el puesto de trabajo de María Eugenia Plested, madre de Nicolás Castro. Sin embargo, el video oficial de esa diligencia registra que la policía judicial allanó otras zonas e involucró también a otras personas, todo esto sin la debida autorización.
Igual suerte corrió la diligencia hecha con apoyo de Jeefree Peláez, un agregado del FBI ante la Embajada de Estados en Colombia a través del cual se obtuvo un documento que, según la Fiscalía, certifica que Castro es el creador del grupo en Facebook. El juez determinó que el procedimiento oficial para obtener la colaboración judicial internacional exige un trámite que no se cumplió. Ballesteros sostiene que no sólo el conducto para obtener el papel fue irregular, sino que el contenido del mismo no certifica nada.
Y finalmente quedaron sin piso también las pruebas que los investigadores obtuvieron hurgando en bases de datos seleccionas, tales como la red Facebook, Telefónica, ETB y la Universidad Jorge Tadeo Lozano (donde estudia Castro), pues algunas se hicieron sin el debido autorización de un juez de garantías y otras se legalizaron semanas después de obtenidas y no dentro del término de 24 horas después, como lo dispone la ley.
Una vez el juez anuló todas estas pruebas, el abogado Camilo Andrés Sepúlveda, representante del hijo del presidente colombiano, Jerónimo Uribe, en el proceso penal, apeló la determinación. Ahora será el Tribunal Superior de Bogotá quien tendrá que decir la última palabra frente a este punto.
Varios escenarios se pueden presentar. El Tribunal podrá determinar que las pruebas son válidas, total o parcialmente, en caso tal la fiscalía podrá ponerlas sobre la mesa en la etapa de juicio y el abogado defensor tendría que controvertirlas.
Pero también puede ocurrir que el tribunal respalde la decisión del juez tercero especializado, en ese escenario la fiscalía tendría que ir al cierre del juicio sin elementos de peso, prácticamente apoyada sólo en indicios menores. Pero además se abriría la puerta para que Nicolás Castro recobre la libertad, pues su detención se basa en las pruebas que se están hundiendo.
Habrá que esperar entre dos semanas y un mes a que el Tribunal Superior resuelva la apelación.
Ver también: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100967