Los jóvenes que ocuparon hace casi cuatro años esta cementera abandonada y en ruinas se dedicaron a la rehabilitación el espacio. En este tiempo han realizado numerosas jornadas y talleres para los habitantes de Badajoz. También presentaciones de libros o ciclos de cine. Asimismo dan gratis clases de música, o de defensa personal para mujeres.
La Algarroba Negra es un espacio okupado y autogestionado situado en la ciudad de Badajoz, y actualmente el único espacio liberado en Extremadura. Llevan tres años y nueve meses realizando múltiples actividades y ofreciendo un espacio de desarrollo a los diversos colectivos extremeños, dando cobertura a las necesidades sociales, por ejemplo actividades formativas o de ocio, de una manera comunitaria.
Desde el colectivo La Algarroba Negra, en un documento hecho público hace escasos días, explican que dos personas están llamadas a un juicio “por usurpación”. Explican que “la Algarroba es un espacio okupado y colectivizado, que surge de la necesidad de espacios autónomos e independientes y como forma activa de denuncia de la situación insostenible que se encuentra actualmente el estado ‘del bienestar’”. La Algarroba también se presenta como una respuesta ante las problemáticas de acceso a vivienda y espacios de encuentros a nivel social autogestionados por las personas y grupos integrantes, así como una alternativa a la problemática ocupacional y el acceso al trabajo digno, y como una alternativa al asociacionismo, desvinculado de instituciones o de cualquier tipo de organismo político o religioso.
El centro social consta de una nave industrial con zonas exteriores, semi-exteriores y de oficinas que pertenece a la SAREB y que llevaba más de 10 años abierta, abandonada y deteriorada a partir de la crisis del 2008. Afirman que la SAREB, calificada como fondo buitre desde diversos colectivos ciudadanos, “es una entidad de gestión pública donde se acumularon todos los activos tóxicos inmobiliarios que generaron el abusivo préstamo bancario que ocasionó la crisis económica”.
Las personas que van a ser juzgadas han sido identificadas “aleatoriamente”, pues se encontraban en el espacio cuando se realizaba una actividad y ahora se ven envueltas en un proceso judicial abierto, a raiz de una denuncia del propietario: la SAREB. El objetivo de esta denuncia es recuperarlo y volverlo a dejar en estado de abandono: “sabemos que esta entidad bancaria no tiene prevista ninguna actividad económica para el inmueble”, explican. La zona donde se encuentra la Algarroba sufre un grave problema de dejadez, junto a otras naves similares.
Para dar a conocer el caso, han hecho un llamamiento a los colectivos, plataformas, grupos y otras organizaciones extremeñas, un llamamiento para adherirse a la lista de apoyo a La Algarroba Negra y a “dar difusión en las redes sociales en solidaridad con las compañeras identificadas por hacer uso social del espacio”. El juicio tendrá lugar en Badajoz el 23 de septiembre.
Los jóvenes que ocuparon hace casi cuatro años esta cementera abandonada se dedicaron a la rehabilitación del espacio, que originalmente estaba en ruinas, para ello pagaron de su bolsillo todo el material. En este tiempo han realizado numerosas jornadas y talleres para los habitantes de Badajoz, como unas jornadas de psicología crítica el pasado junio. También presentaciones de libros o ciclos de cine. Asimismo dan gratis clases de música, o de defensa personal para mujeres. Han puesto en marcha una biblioteca para los vecinos y ofrecen sus instalaciones para múltiples actividades de encuentro y debate a la ciudadanía. Las motivaciones que les unen, remarcan, son fomentar “prácticas entre iguales, como un medio hacia relaciones personales más colectivas, cooperativas y solidarias, desde un perspectiva crítica al sistema económico y la crisis ecológica”.
Asimismo, crearon una Huerta, “un espacio de trabajo colectivo, donde poner en práctica todos los conocimientos sobre la agro-ecología que vamos realizando en el grupo junto a las nuevas usuarias”. Todo esto en un antiguo solar de un almacén de construcción donde están recuperando el terreno, según explican: «Estamos haciendo nuevos bancales en la tierra, aireando la tierra y cribando las piedras más grandes, para después agregarle materia orgánica como humus, estiércol o compost hecho con residuos orgánicos. También hemos optado por nitrogenado de tierra haciendo cultivos de habas en todos los bancales para favorecer este proceso de manera natural. Los alimentos obtenidos sirven para cubrir las necesidades del centro social”. Destacan cómo la huerta colectiva “ha sido uno de los proyectos con mayor continuidad” y ha servido de punto de encuentro para compartir conocimientos entre personas de diferentes edades.
Desde el colectivo recuerdan que la participación activa en el centro es “abierta y horizontal”, siendo este un espacio con carácter social “para la unión y participación de colectivos y personas, así como también es un sitio para experimentación y la creación de proyectos para la autogestión a nivel local de las personas”.
El colectivo La Algarroba Negra denuncia un proceso judicial que consideran ilegítimo: “nos oponemos a que la SAREB vuelva a especular con este suelo, amparándolo al abandono. No pedimos, ni queremos apoyos institucionales o privados para el desarrollo de nuestras actividades, solo queremos que los espacios públicos puedan ser gestionados por la sociedad, por las personas que están dispuestas a trabajarlos de manera horizontal y autogestionada”.