Faltando 15 minutos para las 10 de la mañana y poco antes de que comenzara el pleno del comité central del PC, en la sede del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, en calle Ricardo Cumming, el timonel Guillermo Teillier recibió la carta con los «12 Compromisos por la Democratización y el Avance Social de Chile», […]
Faltando 15 minutos para las 10 de la mañana y poco antes de que comenzara el pleno del comité central del PC, en la sede del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, en calle Ricardo Cumming, el timonel Guillermo Teillier recibió la carta con los «12 Compromisos por la Democratización y el Avance Social de Chile», firmada por la «generalísima» del comando freísta, Carolina Tohá. Así se daba respuesta a la propuesta hecha por la tienda de Recabarren durante la semana que buscaba estampar la «voluntad política» de hacer cambios significativos y concretos en áreas que para la izquierda son fundamentales, como la Constitución y el rol del Estado.
«No se trata de una negociación», había aclarado el mismo Teillier tras enviar su documento, sino de un «diálogo con el electorado» que permita atraerlo y reencantarlo. Desde el otro lado, el propio Eduardo Frei señalaba que el acuerdo con el Partido Comunista «tiene un sentido de país, no sólo electoral».
Con este documento en mano, el pleno con sus 75 integrantes comenzó a sesionar a puertas cerradas. Sin embargo, a la hora de almuerzo ya se daba por descontado el respaldo a la opción de Frei y, tras la visita del abanderado del Juntos Podemos-Frente Amplio, Jorge Arrate, el mismo Teillier declaraba a la prensa, a esa hora ya inquieta por saber la postura comunista, que era «partidario de hacer todo lo posible para que la derecha no gane». Quedaba aún el debate más largo sobre el escenario político, la viabilidad de las propuestas con un Congreso donde será difícil lograr quórum calificado para hacer reformas sustantivas y la forma en que traduciría el PC su apoyo en esta coyuntura manteniendo su espacio en la izquierda. Las alternativas iban desde un llamado público hasta la constitución de un comando de izquierda como lo planteó el mismo Jorge Arrate.
Varios de los puntos expresados en este compromiso ya eran conocidos, como la reforma al sistema binominal, pero fueron decisivos los aspectos contenidos en el punto uno, en orden a limitar el concepto de «Estado subsidiario» y el restablecimiento del derecho del sector público a constituir empresas en áreas estratégicas para el desarrollo del país, pues ambos puntos introducen cambios en el modelo neoliberal. Así mismo, se valoró la defensa de Codelco, el fortalecimiento de la educación pública, la modificación de la Ley Antiterrorista para evitar que se pasen a llevar derechos civiles, tema que ya había planteado Frei antes de la primera vuelta, aunque en la izquierda se echó de menos algo más firme sobre «desmilitarización» en el conflicto mapuche.
Paralelamente, la Izquierda Cristiana también se reunió durante varias horas en otro sector de Santiago. Sus integrantes analizaron también la carta freísta que fue bien acogida en principio. Al término de una extensa discusión sobre los escenarios de cara al balotaje, acordaron respaldar al candidato de la Concertación por el impacto que tendría un gobierno de derecha no sólo para el país, sino en América Latina. «Sentimos que votar nulo es no asumir la responsabilidad en el escenario en que estamos», se dijo en la IC. Aunque están conscientes, al igual que en el PC, que «no podemos pedir lo imposible porque entendemos que la composición del nuevo Congreso hace difícil reunir los quórums necesarios», recalcaron la necesidad de poner el acento en al menos tres aspectos que consideran relevantes: insistir en una asamblea constituyente que proponga una reforma profunda a la Constitución y no sólo un «maquillaje», tomar iniciativas para «desmilitarizar» la Araucanía y el rechazo absoluto a los lobbistas y «operadores políticos» con una mayor fiscalización sobre los actos de corrupción.
Al cierre de esta edición, ambos partidos redactaban su voto político y los dirigentes de la Izquierda Cristiana se dirigían a la sede del ICAL para conformar una posición común.
El acuerdo considera conformar un comando de izquierda para respaldar concretamente la opción Frei, con giras y desplazamientos a lo largo del país de sus principales dirigentes, incluidos ex candidatos y diputados electos.
Para plasmar esta convergencia,los comandos de Eduardo Frei y el Juntos Podemos-Frente Amplio efectuarán hoy, a las 11 horas, una actividad conjunta en la comuna de San Miguel.
Hora de definiciones
El codiciado 20% que logró Marco Enríquez-Ominami en los comicios del domingo pasado estuvo en el centro de la semana post primera vuelta. De ellos depende en gran parte lo que suceda el 17 de enero. Mientras hasta ahora los marquistas mostraron su faceta «transversal», que no estaba ni con Piñera ni con Frei, porque ambos «representan lo mismo», admiten que ya llegó la hora de las definiciones.
Mientras el ex asesor económico de Marco, Paul Fontaine, decidió girar a la derecha, un grupo de adherentes del ex diputado PS, reunidos tras la cara visible de Patricio Mery, quien fuera asesor de Carlos Ominami, anunciaba que se cuadraban con Frei, señalando que la primera vuelta había sido una primaria de la centro izquierda y el progresismo, pero ahora Eduardo Frei es la opción. Junto con retiterar sus críticas a los partidos oficialistas, afirmaron que «varias fuerzas políticas, gremiales y sociales del comando de Marco creemos que un gobierno de Sebastián Piñera es nefasto para el pueblo de Chile y se constituye en un retroceso social» y llamaron a construir un nuevo referente que llamaron «Recambio Real». Seguramente más de algún seguidor de esta corriente estuvo el miércoles en el acto de Frei en el court central del Estadio Nacional, pues se vieron varias banderas marquistas y la pifia a los timoneles de los partidos concertacionistas se hizo notar.
Al día siguiente se produjo la Cumbre del Marriott en la que Marco Enríquez-Ominami y su entorno más cercano -Max Marambio, Álvaro Escobar, Esteban Valenzuela, Camilo Feres- tomaron la decisión de reimpulsar la constitución de una Federación Progresista para evitar la dispersión y mantener la adhesión en el contexto de una segunda vuelta que se prevé polarizada.
Según Valenzuela, se mantienen en la tarea de crear este nuevo referente político -cuya estructura y cargos se darían a conocer la próxima semana y que agruparía también al PH, Partido Ecologista y eventualmente al MAS- y proyectan la recolección de firmas, para marzo eso sí, con el fin de constituirse en partido.
Valenzuela descartó acercamientos con Frei e incluso dijo haber recibido llamadas del senador PS Juan Pablo Letelier que no contestó. Negó acercamientos con Frei y terminó por involucrar incluso a la Presidenta Bachelet, señalando que «ahí están nuestras ideas: la elección de intendentes, reforma tributaria, necesidad de dejar recursos en regiones (…) Llamamos a la Presidenta Bachelet a que le ponga urgencia a estas ideas y veamos si, efectivamente, hay una voluntad política de querer conquistar al electorado de Marco Enríquez-Ominami».
Por otro lado, Osvaldo Torres, de la Coordinadora de Socialistas por Marco, señaló que su postura es «persuadir a la Concertación, que bajó su votación a menos de un tercio, a que escuche la voz del pueblo y se decida a realizar un llamado a constituir un acuerdo político con las otras dos fuerzas progresistas para ganar el gobierno». Al mismo tiempo, señaló que desde un comienzo su sector estuvo por constituir un referente federado de la izquierda progresista «pero no prosperó por diferencias con algunos dirigentes del comando».
Enfrentado a esta disyuntiva, el ex candidato presidencial del MAS, Alejandro Navarro, que se bajó a favor de Marco en la primera vuelta, señaló a LND que «estoy en disposición de votar por Frei» porque «no estoy ni en primera ni en segunda ni en décima vuelta con Piñera».
«En esto -agregó Navarro- hay una claridad política desde siempre. La derecha nunca ha sido buena para gobernar Chile, menos aún liderada por un gerente y empresario como Piñera». Sin embargo, aclaró, «no basta con la adhesión de una figura. Aquí la palabra la tiene Frei porque hay un millón 400 mil chilenos que esperan propuestas y una convocatoria, no a sumarse, sino que sus demandas sean escuchadas y acogidas, pero hasta la fecha eso no se ha visto y a esa gente es la que hay que convencer».
Las fuerzas sociales
El próximo martes, la CUT realizará un consejo para abordar el panorama político que se abre de cara a la segunda vuelta presidencial y cómo afectará a los trabajadores esta situación. El presidente de la multisindical, Arturo Martínez, dijo que la idea es llamar a los dirigentes sindicales a reflexionar sobre el impacto que tendría un eventual gobierno de derecha y a tomar posiciones en esta etapa.
«Tengan claro que la derecha va a poner de inmediato en el Parlamento el tema de la flexibilidad laboral que tanto nos ha costado frenar y van a tener los votos porque hay gente de la Concertación que los va a apoyar», recalcó. En este sentido, Martínez dijo que «vamos a recorrer las provincias y las comunas, no porque estemos con Frei o porque nos guste la Concertación, lo hacemos porque no queremos que la derecha llegue al poder. Piñera es enemigo de los sindicatos y de la negociación colectiva, habrá un retroceso muy importante en materia laboral y por eso los trabajadores tenemos que evitar que gane».
Precisó que la multisindical debe estar preparada para enfrentar los desafíos que se vienen porque en un eventual gobierno piñerista habrá intentos por quebrar el movimiento sindical y dividirlo para que se facilite la tarea de imponer normas que beneficien a los empresarios.
Respecto de la posibilidad de integrarse al comando de Frei, recalcó que «los dirigentes no nos perdemos en eso, no buscamos figuración, pero haremos nuestro trabajo».
www.lnd.cl/juntos-podemos-decidio-respaldar-a-frei/noticias/2009-12-19/225302.html