Nos acompaña la certeza que la mayoría de colombianos y colombianas conquistara, por encima de la tozudez de los sectores del poder que se oponen a la paz, la solución política avanzando en la mesa con el ELN y en la Implementación de los Acuerdos de Paz de La Habana. Reunidos en el propósito de […]
Nos acompaña la certeza que la mayoría de colombianos y colombianas conquistara, por encima de la tozudez de los sectores del poder que se oponen a la paz, la solución política avanzando en la mesa con el ELN y en la Implementación de los Acuerdos de Paz de La Habana.
Reunidos en el propósito de sumar fuerzas por la solución política del conflicto colombiano, encontramos que pese a la disparidad de los avances de las dos mesas de conversaciones entre la insurgencia y el gobierno del presidente Santos, mantenemos objetivos comunes, con caminos diversos pero complementarios; como el de buscar que la sociedad tenga una función protagónica en el logro de la paz, con cuya fuerza va a ser posible imponer una salida no violenta a siete décadas de confrontación, en contravía de la élite que persiste en ella, movida por el lucro que obtienen de avivar la guerra.
Coincidimos en hacer de los derechos de las víctimas, el corazón de la búsqueda de la paz, para que haya verdad plena sobre estos setenta años de tragedia nacional, que permita a los gobiernos, las clases dominantes y a la insurgencia asumir sus responsabilidades; en dirección a resolver las causas que generan este conflicto social, político y armado.
Compartimos que este proceso de paz debe aportar a una democratización de Colombia, en la que saquemos la violencia de la lucha política; para que desde ya todos demostremos compromisos simultáneos con los acuerdos, y los avances sea resultado de esfuerzos bilaterales. Dentro del entendido que llegaremos a la paz por medio de realizar transformaciones que traigan equidad y dignidad a las colombianas y colombianos.
Buscaremos que el presente esfuerzo por la solución política, comprometa a las distintas fuerzas que participan en el debate hacia las elecciones del 2018, y trataremos de evitar que los llamados a la guerra, que hace la extrema derecha no hagan reversar este impulso por el logro de un nuevo país con equidad.
Llamamos a todas las comunidades a seguir defendiendo la vida y el territorio, y a no dejar prosperar la persecución, que pretende cerrar el paso a las fuerzas políticas alternativas, comprometidas con la paz, la justicia social y la dignidad de todas y todos.
Nos acompaña la certeza que la mayoría de colombianos y colombianas conquistara, por encima de la tozudez de los sectores del poder que se oponen a la paz, la solución política avanzando en la mesa con el ELN y en la Implementación de los Acuerdos de Paz de La Habana; para iniciar la derrota para siempre de la violencia, la exclusión y el empobrecimiento de las mayorías nacionales.
Reconocemos al gobierno colombiano su disposición de facilitar este segundo encuentro, el cual esperamos mantener como mecanismo permanente de coordinación y dialogo conjunto, para la paz con justicia social.
Valoramos el aporte de la comunidad internacional a la búsqueda de la solución política del conflicto colombiano y para ser de América Latina y el Caribe una zona de paz. En especial, agradecemos el aporte que hace la República de Cuba, la República Bolivariana de Venezuela y el Reino de Noruega, a la realización de este encuentro.
Por el Secretariado Nacional de las FARC, Timoleón Jiménez
Por el Comando Central del Ejército de Liberación Nacional, Nicolás Rodriguez Bautista
Fuente: is.gd/rTWv67