No paran los escándalos por corrupción en el Departamento del Quindío. El repudio de la ciudadanía es generalizado, demandando la acción oportuna y eficaz de las autoridades judiciales para castigar a los autores de esta acción criminal con graves consecuencias para los derechos de miles de personas que se ven privadas de servicios esenciales del […]
No paran los escándalos por corrupción en el Departamento del Quindío. El repudio de la ciudadanía es generalizado, demandando la acción oportuna y eficaz de las autoridades judiciales para castigar a los autores de esta acción criminal con graves consecuencias para los derechos de miles de personas que se ven privadas de servicios esenciales del Estado en educación, salud, vías y seguridad.
El robo del Programa de Valorización de Armenia es el más reciente y grave hecho que causo conmoción en la capital del departamento. Por causa de esa acción criminal están en la cárcel dos ex alcaldes, varios contratistas y familiares de los encartados.
Aun así, en días recientes se dejó sentir un potente coletazo de tal hecho que puso al descubierto la vinculación del actual gobernador del Quindío, el cura pastranista Carlos Eduardo Osorio a las redes de comisionistas y beneficiarios de los sobornos de los contratistas de las obras de Valorización que nunca se ejecutaron no obstante que se desembolsaron más de 25 mil millones de pesos.
En efecto, «Francisco Javier Valencia Salazar, esposo de la ex alcaldesa de Armenia, Luz Piedad Valencia Franco, y quien fue condenado por el detrimento de 22 mil millones de pesos producto de los recursos de la valorización en la ciudad, realizó un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, FGN, en donde denunció que servidores públicos habrían recibido dinero para financiar sus campañas hace 4 años (Ver el siguiente enlace electrónico https://www.cronicadelquindio.
El papel del cura Osorio y de su camarilla criminal.
«Dentro de la lista que destaca Valencia Salazar se encuentra el gobernador del Quindío, Carlos Eduardo Osorio Buriticá; su asesor privado, Andrés Buitrago; su jefe de campaña, Darío Alberto Ospina Marín, el secretario de Infraestructura, Juan Antonio Osorio; Guillermo Casasbuenas Y Fernando Medellín, reconocidos consultores bogotanos de la administración departamental.
Las explicaciones del testigo Valencia.
«Valencia Salazar explicó el monto que le fue entregado a varios funcionarios que se desempeñan en la gobernación del Quindío:
«Cuando los contratos (del Programa de Valorización) fueron destinados, se procedió al cobro del anticipo del cual destinó o entregó los siguientes recursos:
Osorio Buriticá, actual gobernador del Quindío, realizó un pacto para que con los dineros de valorización se le financiara el 100% de la campaña a la gobernación y que se le diera el apoyo electoral de la campaña del señor Álvarez Morales como llave política.
Este pacto se hizo en una reunión en el salón social del edificio Puertomont, donde se acordó una cifra total de apoyo de 1.200 millones de pesos.
El otro cura ladrón.
«Darío Alberto Ospina Marín (otro cura ladrón), amigo personal y jefe de la campaña del gobernador, se ofreció para definir temas respecto a la contratación, que con recursos de la gobernación podrían ser fácilmente adjudicados a la empresa de Diez Cardona o su socio Furel S.A
«Adicionalmente, la campaña requirió más dinero de lo planeado, la suma de 800 millones de pesos, que se necesitaban para el cierre de campaña de Osorio Buriticá, los cuales iban a ser entregados por un inversionista, pero como este no desembolsó los recursos, terminó entregándolos Fernando Diez Cardona.
«De este último monto que se aportó, Ospina Marín recibió en su residencia, el día de las elecciones, la suma de 200 millones de pesos, los 600 restantes se entregaron a la campaña en los municipios.
Consultores bogotanos metidos en el robo.
«A los señores Jorge Andrés Buitrago Moncaleano, asesor de despacho y secretario privado, Guillermo Casasbuenas y Fernando Medellín, consultores y asesores del gobernador, se les entregó la suma de 594 millones de pesos con la finalidad de que le adjudicaran el contrato de placas huellas en veredas rurales, proyectos de escenarios deportivos con la universidad del Quindío (la remodelación de la piscina donde se robaron 600 millones para comprar una finca en Pueblo Tapado), la remodelación del hospital de Quimbaya y otras obras de infraestructura, que tramitaría la gobernación del Quindío con recursos de regalías.
«Debido a una pugna de poderes por manejo de recursos de regalías entre el secretario de Infraestructura, Juan Antonio Osorio, y los consultores antes mencionados, terminaron incumpliéndole a Diez Cardona, así que los recursos terminaron siendo manejados por Juan Antonio y sus asesores.
«Guillermo Casasbuenas, asesor del proyecto de bilingüismo, tenía influencias en el trámite de los proceso de contratación y logró que se contratara el proyecto para el Quindío y se le adjudicara a una empresa cuyas oficinas se encuentran en frente de la suya en la ciudad de Bogotá.
Turismo con el saqueo.
«A Catalina Gómez y su esposo, hoy secretarios de despacho de la gobernación del Quindío, se les entregaron 20 millones de pesos para un viaje a la costa Atlántica para celebrar la victoria de Osorio Buriticá.
«A través de esos dineros se adquieren compromisos con el hoy alcalde de Florencia, Caquetá, Andrés Mauricio Perdomo Lara, a través de Mayden Rocío Rojas, esposa del actual representante a la Cámara, Luciano Grisales Londoño, toda vez que se ofreció como intermediaria y garante de la suma de 600 millones de pesos para que su marido, el falso ambientalista Luciano Grisales, financiara su campaña a la Cámara de Representantes.
Un Concejal farsante y ladrón
«El señor Luis Guillermo Agudelo, concejal de Armenia en 2015, había manifestado su oposición a que se iniciara un proyecto de valorización en la ciudad, motivo por el cual Diez Cardona envió la suma de 80 millones de pesos para conseguir su apoyo y votó favorablemente el proyecto, motivo por el cual, a partir de este momento procedió a defenderlo.
«Posteriormente debían entregarse otros 40 millones -pero no se hizo- para ajustar un total de 120 millones de pesos, por lo cual este señor se dedicó nuevamente a tacar el proyecto de valorización, que meses antes había defendido y aprobado».
Aberrante todo este cuadro de asalto y saqueo de los dineros públicos en el Quindío.
Pero sorprende el cinismo del cura Osorio quien ha dicho que él es inocente de todas estas acusaciones pues sus licitaciones para adjudicar obras fueron transparentes, cuando el tema es otro; me refiero a su intervención en el robo de los dineros del Programa de Valorización.
Se necesita mucha picardía para proceder de esa manera ladina y embustera.
Todos estos actos contra la moral pública en el Quindío han agudizado la indignación ciudadana y comunitaria contra la elite política regional, que en las elecciones del pasado 27 de octubre se expresaron con una altísima votación en blanco, tanto en Armenia como en el Departamento.
Es por tal razón que para las primeras semanas del año 2020 se están convocando reuniones de los movimientos y organizaciones sociales para impulsar nuevas movilizaciones contra esta podredumbre que ojala recibe la acción rigurosa de las autoridades judiciales.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.