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La actual campaña presidencial

Fuentes: Un pasquín

Ganaron Duque y Petro sobre Fajardo, Vargas y De La Calle. El gran derrotado fue el Presidente Santos por su mal gobierno. Es cierto que puntea Duque con una ventaja de 2.718.439 votos, pero el hecho cualitativo más importante del actual momento político es la significativa votación por Petro que lo coloca en condiciones de […]

Ganaron Duque y Petro sobre Fajardo, Vargas y De La Calle. El gran derrotado fue el Presidente Santos por su mal gobierno. Es cierto que puntea Duque con una ventaja de 2.718.439 votos, pero el hecho cualitativo más importante del actual momento político es la significativa votación por Petro que lo coloca en condiciones de avanzar, en medio de dificultades e incertidumbres, para ser competidor fuerte por la Presidencia de la República.

Es lo que explica de fondo la creación de hecho del partido del orden, de los intereses creados, del capital y de la renta para detener a Petro. Así las cosas, la candidatura del establecimiento recibe desechos como deliciosamente lo recreó, con aire de artista, el maestro Osuna, en El Espectador del pasado domingo 3 de junio. Todo el enjambre de la política tradicional, corrupta y tramposa, rodea a Álvaro Uribe en el cuerpo ajeno de Iván Duque. Es la magia del Burundú Burundá.

El clasismo unifica a los de arriba con el odio a un plebeyo ilustrado que representa una parte amplia del país nacional indignado. Petro es producto de la crisis nacional, de la debacle moral, de la búsqueda de un vocero de los de abajo, por una salida en paz al pleito histórico, por la igualdad y las libertades reales.

Se pueden glosar debilidades en la personalidad de Petro como su caudillismo, y en mi caso, se pueden objetar sus errores en política internacional para América Latina. Pero esto no es argumento que refute la importancia de apoyar su candidatura frente a la de la derecha revanchista, maquillada de juventud y decencia.

El programa de Petro contrasta con el de Duque y el partido del orden y vale apoyarlo con libertad.

Las elecciones fueron competitivas y se pudo conjurar la amenaza de fraude por la denuncia y la vigilancia ciudadana. Los resultados fueron oportunamente informados y espero que se aumente en transparencia en los comicios finales. Queda sí en evidencia una infraestructura electoral anacrónica con alquilada tecnología y áreas vulnerables a la manipulación de los votos. Desde Camilo Torres y Luis Carlos Galán se ha clamado por una revolución electoral que modernice cabalmente el sistema y avance en el cambio sustantivo de las costumbres políticas, lo cual debe ser tarea obligada en el próximo gobierno.

Las maquinarias sí funcionaron en el caso de Duque y en el de Vargas Lleras con sus 1.407.840. Lo que no llegó fue el voto de opinión para este último. Los partidos Liberal y Conservador quedaron en sus platas como nomenclaturas clientelistas aceitadas con los dineros del erario público. La izquierdas en su mayoría apoyaron a Petro, y aún en el caso del Polo, sectores de base votaron en mayor cuantía por este candidato. La paz del tratado de La Habana dio evidentes frutos por el clima favorable y se avanzó en concretar el diálogo negociado con el ELN.

El llamado al voto en blanco por parte de los derrotados Fajardo, De La Calle y algunos de sus escuderos, no es ningún delito, están en su derecho, pero es innegable que es un gran error porque independientemente de su patetismo moral, tal conducta favorece a Duque que tiene una partitura para tocar los clarines y tambores de reanudación de la guerra. Y otras cosas de igual gravedad como mantener a rajatabla el modelo transnacional de concentración económica que amplía las desigualdades.

El pretexto de algunos escuderos para votar en blanco porque Petro votó por Santos es asunto de menor cuantía y oculta que Fajardo también votó por el Presidente y tuvo entendimientos continuos con Uribe y sus voceros en el pasado. En verdad, de lo que se trata, es de mezquindades y personalismos de estos escuderos que contrasta con la actitud de Angélica Lozano y la mayoría de los Verdes, Clara López y la mayoría de la campaña de De La Calle, Iván Cepeda, Alexander López y la mayoría del Polo.

Los resultados electorales definirán qué clase de gobierno tendremos en el próximo mandato: el del orden reaccionario o el del avance democrático que camine hacia las reformas y la auto-organización popular.

El autor es Doctor en Historia de la Universidad Nacional de Colombia

Artículo tomado del periódico «Un pasquín» No. 66, junio de 2018.

Nuestra fuente: https://socialistascolombia.wordpress.com/2018/06/15/la-actual-campana-presidencial/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.