La actual situación de Petro recuerda, guardando las proporciones, al caso 8.000 del expresidente Samper en 1996, cuando la diplomacia estadounidense en estrecha coordinación Clinton/ Frechette, le pusieron la soga del ahorcado al presidente de Colombia, la que apretaban de cuando en cuando, pero sin llegar a estrangular del todo y sobre todo, sin arriesgar “las tradicionales y fructíferas relaciones de hermandad entre los dos países“, permitiéndole al presidente Samper terminar el “mandato constitucional” y preparar las condiciones para la elección de su reemplazo Pastrana, ejecutor del plan Clinton para Colombia llamado simplemente “Plan Colombia”.
Hoy por hoy, y aunque la situación global del Hegemón del sistema Imperialista, no es la misma de hace 30 años y la situación en Colombia como lo dice el arúspice del liberalismo Gómez Buendía, en su atalaya privada de francotirador en el diario el Espectador, elucubrando sobre una abominable posibilidad de una nueva constituyente en Colombia dice lo siguiente (29.06.2025) :
…..” Ya hubo una séptima papeleta, y funcionó porque había una crisis sin precedentes, una coalición muy amplia, un respaldo institucional y un enemigo común. Nada de eso existe hoy. Hoy hay un presidente con baja popularidad, un Gobierno aislado, una oposición movilizada y una opinión pública que no entiende muy bien para qué quiere él una nueva Constitución“.
Sin embargo, la experiencia positiva de la figura diplomática antes descrita de apretar la soga del ahorcado hasta la cianosis nada más, sigue dando resultados: Lo real concreto que vive la convulsiva administración Petro, sumida en el escándalo diario, ampliamente utilizado y magnificado por aquella masa amorfa de oponentes al presidente Petro que se ha autodenominado pomposamente como “oposición” y que sin diferenciar el analista Gómez Buendía, mete en un solo costal, así lo demuestra: Cuando no es golpe (blando) de Estado, invocado diariamente por el pastorcito amenazado por un lobo nórdico feroz. Es la traición a la patriaaaa (ya no es el tradicional lema de los absolutistas, el Estado soy yo, sino la patriaaaa soy yo), alevosía criminal fraguada por quienes fueron sus más cercanos y acuciosos colaboradores o servidores que lo ayudaron con su esfuerzo a la elección como presidente. O, la actual crisis diplomática con los EEUU, con la que se pretende justificar el maltrato femenino a la canciller representante de todos los colombianos en el exterior, servidora de intima confianza, quien finalmente NO se dejó arrastrar a la corrupción del CVY del núcleo duro costeño Benedetti con el grotesco predicador Saade (quien en el colmo de la abyección comparó a Petro con Jesucristo) o sencillamente, NO resultó ser la mujer “buena” que conoció (con todo el amplio significado bíblico y emocional que tiene el verbo conocer).
Lo real concreto de la política actual colombiana, vuelvo a decir, simplemente a quedado reducida a un horizonte electoral cianótico para ambos bandos: Petristas y antipetristas de la oposición: Petro se va o se queda en 2026.
Lo cual plantea dos grandes escenarios:
Uno. Si se queda, habrá que pensar en dos grandes temas: a) Internamente ?seguirá la guerra anti subversiva o habrá paz total?. b) Externamente ?seguirán las relaciones internacionales sin variación? 1-Con EEUU y su gobierno, últimamente con dificultades de todo tipo. 2-Con Israel, viejo socio del Bloque de Poder Contraisurgente y el actual brazo armado Narco Paramilitar que dejó montado, desde la década de los 80´s del siglo pasado, el coronel israelí Yair Klein con sus colaboradores. 3- Con el gobierno Bolivariano de Venezuela, que cada semana descubre y denuncia internacionalmente un nuevo ataque armado contra sus dirigentes proveniente de Colombia.
Dos. Si Petro pierde y es remplazado (como suele suceder) por alguno de sus oponentes de la coalición llamada oposición, así mismo se vislumbran dos escenarios: a) La guerra civil mutante actual de Colombia, o conflicto interno se tornaría en una “venganza” tramada por el actual gobierno contra su reemplazo radical, ya que lo dejaría entrampado en una situación crónica de difícil solución y repercusiones deletéreas. b) Se reconstruirían las “tradicionales”relaciones con EEUU e Israel, pero No con la Venezuela de la revolución Bolivariana, que inmediatamente quedaría convertida en el enemigo principal y permanente del Bloque de Poder Contrainsurgente dominante en Colombia, que reforzado con nuevo presidente salido de sus filas y no arrimado o con sospechas a su vez, convertirían al Estado colombiano con sus nueve 9 bases militares estadounidenses y su pertenencia a la OTAN, en algo más que el Israel de América Latina y Caribeña, si no en una especie de Ucrania con la mira puesta en Venezuela.
Así las cosas, me viene el recuerdo de aquel conocido multimillonario oráculo de Wall Street Warren Buffet, cuando sin empacho sentenció: “Claro que hay lucha de clases y, los ricos la estamos ganando”…. Entonces pasando el dedo meñique derecho sobre mi ceja izquierda; como consuelo vuelvo a escuchar a ese mago de la canción de todos los tiempos Alfredo Sadel, cantando sobre la incertidumbre:
Ay/como es cruel la incertidumbre /Ay/ esa amarga pesadumbre/ si ella merece mi dolor/ o si yo la tengo que olvidar.
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