– ¿Quién es la Anglo American y qué ha hecho para estar en el centro de las noticias? – La Anglo American es una compañía transnacional, con sede en Londres y una de las más poderosas en la industria minera global. Es la mayor extractora de diamantes y de platino y una importante explotadora de […]
– ¿Quién es la Anglo American y qué ha hecho para estar en el centro de las noticias?
– La Anglo American es una compañía transnacional, con sede en Londres y una de las más poderosas en la industria minera global. Es la mayor extractora de diamantes y de platino y una importante explotadora de minerales de cobre, niquel, hierro y carbón, entre otros negocios. Explota minas en Asia, Africa, Europa, Norte y Sudamérica. En Chile se ha adueñado de varios yacimientos. Tiene un largo historial de abusos en los países donde opera. La ONG inglesa War on Want la denunció por su íntima asociación con el régimen del Apartheid y su complicidad en el asesinato del héroe sudafricano Steve Biko. Carga con acusaciones de reprimir las comunidades locales que luchan contra los daños al medio ambiente y la salud particularmente en Sudáfrica, Filipinas, Ghana y Malí. Recientemente mantiene un conflicto con el estado de Alaska por serios daños a sus cultivos de salmón. Profita del trabajo de 145.000 obreros y empleados.
La Anglo American ha desahuciado por su cuenta el contrato que tenía con Codelco para venderle a ésta el 45% del valor de sus acciones en su subsidiaria, Angloamerican Sur. Tanto la noticia de que Codelco había manifestado su intención de utilizar esta opción de compra a la cual tenía derecho, como la reacción de la Anglo de negarse a cumplir y proceder a vender la mitad de ese porcentaje a la transnacional japonesa Mitsubishi, han causado revuelo dentro y fuera del país. Las acciones de Anglo y Mitsubishi han subido y bajado, según la opinión cambiante de los especuladores acerca del conflicto creado y sus consecuencias.
– ¿Por qué es tan importante esta negociación, cuánto poder y riqueza está en juego?
– Hoy todo el mundo sabe que el cobre se ha transformado en un metal escaso y caro. Por lo mismo es una inversión de grandes rentabilidades. Es cada vez más costoso y difícil encontrar en el planeta yacimientos de gran magnitud y leyes de calidad que satisfagan las demandas mundiales, particularmente de China, cuyo crecimiento económico es el más alto del mundo y la ha llevado a ser la segunda potencia del mundo. Chile es un caso único pues concentra en una pequeña parte de su territorio más de la tercera parte de las reservas mundiales conocidas. La mina ex Disputada Las Condes, hoy Los Bronces, se creía de poco valor, hasta que el gobierno de Allende con sus técnicos optó por nacionalizarla llegando a un acuerdo con la compañía francesa.
Los técnicos de Allende sospechaban que sus yacimientos eran más extensos de lo conocido y que formaban parte de un solo complejo geológico con las reservas del mineral La Andina, nacionalizado también por Allende. A los Bronces se la llama «la joya de la corona» de la Anglo y se habla de una existencia de 2.100 millones de toneladas del metal de ley comerciable. Entretanto, en sólo los últimos cinco años, y gracias al auge del precio del metal, la Angloamerican se ha embolsado 5.000 millones de dólares en ganancias por la explotación de los Bronces y otros yacimientos. Según la Mitsubishi, Los Bronces, más la mina El Soldado y la fundición Chagras tienen un precio de mercado de unos 22.000 millones de dólares, pues ha emitido un pagaré por la cuarta parte del patrimonio de Anglo Sur por más de 5.000 millones, como parte de la negociación abusiva para desplazar a Codelco.
– ¿Por qué ahora Los Bronces están en poder de la Anglo, siendo que había sido nacionalizada por Allende ?
– Esta fue uno de los tantos negociados de la época de Pinochet. Prácticamente se la regaló a la Exxon, la transnacional más poderosa del mundo, con el fin de mostrar que su gobierno era obsecuente con la inversión extranjera. Pero, al menos, la Enami, entonces su administradora, impuso una opción de compra del 49% que debía cumplir el nuevo comprador, la Angloamerican. Después de veinte años al retirarse del país, la Exxon engañó al estado chileno sin pagar un centavo de impuestos, argumentando que no tuvo utilidades durante los largos años que estuvo en el país, pues los intereses de préstamos se las habían comido. El prestamista era la misma Exxon, mediante una filial. Si bien el SII había fijado una deuda tributaria por 400 millones de dólares, Lagos y Eyzaguirre cedieron y aceptaron la miseria de 36 millones. Además se negaron a que Codelco, ahora la poseedora de la opción de compra, la hiciera efectiva, siendo que ya estaba aceptada por la Anglo por 1.300 millones de dólares, un precio cinco veces menor al que ahora está demandando la Anglo. Estos últimos entretelones han sido revelados en estos días por Juan Villarzú, ex vice de Codelco. Es parte de la vergonzosa historia de cómo Chile fue despojado de una riqueza que estaba en su poder, gracias al gobierno de Allende.
– ¿Cómo califica Ud. la actitud de la Anglo de desconocer la opción de compra de Codelco por el 49% y dejarla reducida sólo al 24,5%?
– Coincido en el calificativo de «mala fe». Es lo menos que se puede decir. Pero, lo concreto es que al venderle a Mitsubishi el otro 24,5 %, parte de lo que estaba comprometido a Codelco, en el fondo es una burla, una artera maniobra para impedir lo principal: el respeto al contrato, a la opción de compra de Codelco. Es usar la letra chica para anular la letra grande. Esto es inaceptable, moral y jurídicamente. Una compañía transnacional, con un largo prontuario, se permite, hacer pedazos una obligación contractual, con una empresa, cuyos dueños son toda una nación. Además la presidente de Anglo se permitió amenazar a Chile de que de no aceptar su sucio juego, le echaría encima al país, el poder de los inversionistas extranjeros, quizás un boicot transnacional.
– ¿Qué razones tiene Codelco para insistir en la transferencia del 49% y qué mecanismos se podrían usar para hacer cumplir el contrato en los términos fijados previamente?
– Codelco debe insistir en que el contrato de opción de compra debe cumplirse íntegramente. Esto significa que si Angloamerican ha vendido una parte de sus acciones a Mitsubishi y se alega que está en su derecho al disponer de sus acciones, esta transferencia no puede ser a costa de los derechos de Codelco. Por lo tanto, la propiedad de la compañía debería quedar así: 49% para Codelco; 24,5% para Mitsubishi y 26,5% para Angloamerican. Así se respetarían los derechos de todas las partes. Codelco y Mitsubishi obtendrían lo suyo y Angloamerican se quedaría con el resto, después de cumplir con sus dos compromisos.
El gobierno de Piñera tiene una gran responsabilidad en la estrategia que debe seguir para hacer valer nuestros intereses patrios. Debe disponer de los mejores abogados, hacer intervenir al Consejo de Defensa del Estado. Y si la Anglo no se retracta de lo obrado y hay que ir a tribunales, estos deben ser chilenos. No se puede aceptar por ningún motivo que intervengan tribunales internacionales o extranjeros, los cuales han dado motivo de sobra para desconfiar de sus fallos.
– Según algunos comentaristas este conflicto es sólo entre dos empresas individuales y hay que dejar que lleguen a un acuerdo entre ellas. Nadie más debería intervenir, ni el Parlamento ni el Gobierno. ¿Está de acuerdo con esta posición?
– No. Es una posición torpe e ingenua. Las compañías globales nunca dejan de presionar mediante los gobiernos donde tienen su sede y la nacionalidad de sus principales accionistas. Las grandes potencias siempre intervienen a favor de sus capitalistas privados y con mayor razón si se trata de empresas estatales. Muchas veces amenazan, chantajean y llegan a utilizar los métodos más brutales para salirse con la suya. Los últimos ejemplos los tenemos en Irak y Libia, ¡Qué masacres y genocidios no cometieron para apoderarse de sus pozos petrolíferos! Nadie ignora que Codelco es una empresa propiedad del estado, por tanto sus dueños colectivos son todos los chilenos. El gobierno responde ante el país sobre su gestión; y sus directores y gerentes deben responder por sus actos ante el gobierno, no son autónomos. El Congreso es corresponsable de defender este imprescindible patrimonio nacional, del cual depende el bienestar y el futuro del país.
Este es un tema país. Hay una razón de estado para actuar e impedir el despojo. Todos los chilenos deben pronunciarse: parlamentarios, alcaldes, municipios, vecinos de las zonas mineras, sindicatos y federaciones, técnicos y profesionales, académicos y estudiantes. Aquí sí cabe aplicar la «unidad nacional» para defender lo nuestro.
– ¿Una unidad nacional en torno a la defensa de Codelco frente a la agresión de la Angloamerican no llevaría a los opositores al gobierno de Piñera a confiar ingenuamente en que se mantendría firme, sin caer en un renuncio final?
– Es cierto que siempre hay posibilidades de que Piñera ceda a las presiones de las transnacionales. Por eso no se trata de endosar un cheque en blanco. También es cierto que el tema de la opción de compra comprende otros aspectos discutibles y propósitos oscuros sobre el destino final de la operación, entre ellos el precio final que se pagaría. Otro caso es el mentado préstamo de la multinacional japonesa Mitsui a Codelco con un compromiso de transformar a Mitsui de acreedor en accionista en una nueva empresa, filial y semi independiente de Codelco, es una operación que debe rechazarse porque apenas encubre el propósito de avanzar hacia la privatización de Los Bronces. Este préstamo, además no es necesario pues el país tiene reservas en divisas suficientes que rendirían mucho más como inversión en nuestras minas que colocadas en los mercados financieros internacionales con altos riesgos de grandes pérdidas. Por lo tanto habrá que estar vigilantes, exigir total transparencia en todas las gestiones, mantener plena independencia para juzgar y oponerse firmemente a todo lo que perjudique a los intereses nacionales.
– Poseer hasta el 49% de las acciones de una compañía no es tener el control sobre ella, ¿Por qué debiéramos centrarnos en obtener esa cifra y no proponernos su nacionalización completa?
Efectivamente el 49% no significa la mayoría y por tanto normalmente no es el control absoluto de una sociedad de dos o varios dueños. Pero, pertenecer al directorio, enterarse y controlar la administración y hasta llegar a tener algunos vetos, todo es posible, según las leyes sobre sociedades. Lo mejor para Chile sería la renacionalización completa de la Gran Minería y ese debe seguir siendo nuestro gran objetivo. Los beneficios para Chile serían inconmensurables. Pero eso requiere un gran cambio político institucional, un gobierno de nuevo tipo, una nueva mayoría parlamentaria que lo ejecute. Estamos en camino, pero aún nos falta para llegar a la meta. Cuando sea el momento, podremos utilizar diversos procedimientos para nuestro objetivo. En el curso de este conflicto que ha generado la Anglo, podemos avanzar en conciencia pública, revisar el sistema aberrante de concesiones que contradice la propiedad estatal de los yacimientos, podemos utilizar diversos recursos legales y administrativos, revisar y controlar a las compañías, adecuar un verdadero royalty a la gran minería privada y hacer respetar la soberanía nacional en una materia que es vital para Chile.