Luis Mesina Marín es Secretario General de la Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile, única multisindical de este sector estratégico de la economía. También es académico universitario, y como vocero de la organización de trabajadores financieros de Chile ha estado en el centro del debate público ante la denuncia realizada sobre una posible «concertación» de las instituciones bancarias en materia crediticia y de trato a sus empleados.
Ustedes han expresado que existe una suerte de «concertación bancaria», la cual atentaría contra los trabajadores y contra la propia competencia, baluarte ideológico del capitalismo…
«Estamos frente a una industria financiera que tiene un comportamiento evidentemente corporativo y concertado ante diferentes políticas. Primero se ha concertado para mantener arrinconado al conjunto de los trabajadores del área para que no puedan ejercitar el derecho a negociar colectivamente de acuerdo a los contratos, convenios internacionales y la propia normativa interna. Es decir, que los empleados hoy no pueden participar de las riquezas que generan. No es casual que la banca en su conjunto no tenga negociaciones regladas. La mayoría corresponde a convenios colectivos, y carece de incrementos reales de remuneraciones, beneficios y condiciones de trabajo. Los trabajadores bancarios, durante 2008, en un 70 %, fueron mal evaluados, lo que supone que el 70 % de los funcionarios no cumple con los indicadores que la propia banca ha diseñado para calificar al trabajador como «bueno». ¿Entonces, cómo es posible que se alcancen los niveles de eficiencia en una industria que concentra parte importante de las colocaciones en Chile? Por otra parte, hemos evidenciado que en el último período las tasas de colocación que se ofrecen al público son prácticamente idénticas. Detrás de las tasas de interés también hay una política concertada en lo que corresponde a la incorporación de seguros adicionales; de vida, de gravamen, etc.; lo que encarece mucho más la compra de dinero por parte de los usuarios. Y esto no es lo mismo que la conducta concertada de los precios que se les pone a los combustibles, porque la banca funciona con recursos públicos: a través de los usuarios que transfieren sus ahorros a la banca, y mediante los recursos del Banco Central.
¿De qué se trata, entonces?
«Aquí se plantea un dilema de carácter moral. Si la industria financiera logra obtener rentabilidades que superan con creces las utilidades del conjunto de los sectores económicos del país, es porque ganan de manera inmoral. La costumbre hace fuerza en orden a que, si un Estado en su conjunto a través de sus instituciones está llamando reactivar la economía, particularmente en la transferencia de crédito a los usuarios, es inmoral que la industria financiera se resista a traspasar estos recursos que son públicos. Aquí se produce un enriquecimiento que podría calificarse como «sin causa», es decir, ilícito. Por eso es importante y necesario que el Estado intervenga directamente en el negocio financiero.»
¿Cómo?
«Incorporándole más capital al BancoEstado de manera que pueda competir más eficientemente con la banca comercial, cuestión que, de alguna manera, ha operado en el último trimestre. Que a través de CORFO (agencia del Estado chileno que apoya a las empresas) pueda transferir recursos directamente de parte del Estado para que la pequeña y mediana empresa puedan acceder a proyectos que le permitan ofrecer liquidez al mercado. Ello sería una medida contracíclica y progresiva importante. De ese modo se limitaría el control de la economía por parte de la banca privada. Finalmente, es preciso abrir un debate nacional sobre la banca que tenemos en Chile y terminar con la superconcentración del sector.»
Gana la banca: El resto cae
Los motores económicos del país asociados a la exportación de cobre, madera y pesca se han desplomado dramáticamente en el último semestre, pero la banca sigue rentando como si nada…
«El cobre, la madera y la pesca dependen de precios impuestos desde el extranjero. Sin embargo, la industria financiera actúa independiente de los factores exógenos de la economía. Opera comprando dinero barato y vendiéndolo caro, sin ningún tipo de regulación. La banca tiene todo para ganar y gana a costa de impedir el desarrollo y crecimiento del país. Hay que fijar una tasa máxima convencional determinada por factores unilaterales de parte del Estado. De lo contrario, vamos a seguir viendo cómo 3 bancos concentran el 70 % del mercado, y 4 bancos concentran más del 60 % de las colocaciones.»
El dinero no es cualquier mercancía, es el fetiche de la mercancía, la mercancía de las mercancías…
«El dinero es la mercancía destinada, bajo el actual orden de cosas, a dinamizar el mercado. Todos precisan del crédito para operativizar sus negocios, pero si el crédito es caro, obviamente se encarece todo. Aquí se produce un círculo perverso; sino hay control estatal, habrá mayor desempleo y deterioro de la vida de los chilenos.»
Muchos economistas del poder aventuran la posibilidad de terminar el 2009 con deflación…
«La deflación empeora las condiciones de empleo de los trabajadores, produce cesantía, quiebras. Acaso la deflación es peor que algún nivel de inflación. Esto ocurre por problemas de liquidez. Si hubiera más dinero, habría mayor dinamización económica, mayor demanda y movilidad de los precios.»
La nacionalización de la banca
Existen sectores de la sociedad civil que plantean abiertamente la nacionalización de la banca…
«La nacionalización de la banca todavía no está planteada por la coyuntura. Sin embargo, es un tema que jamás debe perderse de vista. La banca como intermediadora de recursos responde a una determinada estrategia de proyecto país. Hablamos de una concepción de Estado que responde a un horizonte de desarrollo de sectores que tienen ventajas comparativas respecto de otros sectores económicos de la Región y del mundo; y no a una banca fundada en la especulación y la reproducción de la desigualdad. La banca actual requiere de modificaciones estructurales; no es posible seguir escuchando el argumento de que el objetivo de la banca es proporcionarles dividendos a los accionistas. Son justamente ellos quienes tienen al mundo sometido a una crisis económica histórica.»
¿Compartes la tesis de que el origen de la crisis se encuentra en la sobreproducción de capital financiero?
«La especulación financiera ha sido un gatillante esencial de la crisis mundial. Hay un desplazamiento jamás visto de recursos públicos que están siendo destinados a salvar a la banca privada. Entonces, ¿Cuál es el sentido y rol de la banca en el mundo actual? Eso pasa por definir los límites del libre tránsito de capitales entre una nación y otra. Y aquí nos encontramos con los acuerdos del llamado Consenso de Washington (1990) donde se impone la liberalización y la financiarización global de la economía. Ahora padecemos sus consecuencias.»
Al decir de Bertolt Brech, ¿Qué es peor crimen; el asalto a un banco o la fundación de un banco?
«La mantención de un banco, con las características actuales de expoliación contra los más pobres, sin duda nos habla de que, sin duda, ello es un crimen mucho más grande que un simple robo de una persona común para intentar alimentarse y sobrevivir.»