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La guerrilla derriba un avión militar, controla el territorio con retenes y afirma su carácter indígena en el Cauca

La bofetada de las FARC a Santos en Toribío

Fuentes: Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL)

 Guerrilleros de las FARC. FOTO: DICK EMANUELSSON Durante más de una semana las FARC han mostrado literalmente que es un ejército irregular capaz de enfrentarse en sus áreas de control al ejército y a la fuerza aérea oficial. Eran las 19:00 horas del miércoles 11 de julio. Los canales de televisión Caracol y RCN abrieron […]

 Guerrilleros de las FARC. FOTO: DICK EMANUELSSON

Durante más de una semana las FARC han mostrado literalmente que es un ejército irregular capaz de enfrentarse en sus áreas de control al ejército y a la fuerza aérea oficial.

Eran las 19:00 horas del miércoles 11 de julio. Los canales de televisión Caracol y RCN abrieron como noticia de «ÚLTIMO MINUTO», el derribamiento de un avión Supertucano *, moderna aeronave utilizada en el combate contrainsurgente. La presentadora de Caracol estaba consternada cuando presentó los titulares que decían que la guerrilla había derribado uno de esos 25 aviones vendidos por Lula al régimen de Álvaro Uribe Vélez, cuyo ministro de defensa era Juan Manuel Santos, actual presidente de Colombia.

EL ALREDEDOR NUESTRO ERA OSCURIDAD. Sólo se escuchaba la voz metálica de la periodista de Caracol, los grillos, las ranas y los pájaros de la selva húmeda colombiana. Pero de repente se escuchó las expresiones de muchos guerrilleros sentados al lado nuestro, mirando las noticias esa noche. No podían contener su alegría por los reportes del accionar de sus compañeros en otra parte del país, Toribío, municipio del departamento del Cauca en el sur occidente colombiano.

«Durante más de una semana nuestras fuerzas han combatido al enemigo que no puede con nosotros», dice un guerrillero en la multitud de compañeros. Sus ojos brillan cuando se reflejan con un rayo de luz de la luna que entra en la densa selva. La presentadora entrega el otro desastre militar: «un helicóptero fue impactado e incendiado por guerrilleros de las FARC en El Mango y los pilotos llevados por la guerrilla». Caracol muestra un video aficionado con el helicóptero en llamas. – Los pilotos tienen que explicar a la guerrilla qué andaban haciendo allá en un infierno de guerra con bombardeos, combates y enfrentamientos. Muchas veces el ejército utiliza los supuestos «privados» para hacer inteligencia y así los involucran en la guerra, agrega otro vecino guerrillero, sentado en el aula del campamento insurgente.

COMO SI LA PESADILLA DE ESA NOCHE fuera poco para los generales, la presentadora tira una tercera golpiza mediática a la moral castrense:

«En medio de los hostigamientos de las FARC a la fuerza pública, las FARC mantienen retenes a solo un kilómetro de distancia del casco urbano donde el presidente Santos instalaba un consejo de seguridad», protegido por más de tres mil soldados.

Y la pantalla del televisor muestra cómo los guerrilleros revisan y chequean los documentos de las personas y vehículos que transitan a sólo 15 minutos del casco urbano de Toribío. Caracol llega al lugar y conversa en forma más tranquila con los guerrilleros que relatan el porqué del retén y explican que su misión es contener el avance de las fuerzas militares.

En Toribío, Juan Manuel Santos, también pálido como la presentadora de Caracol, casi tartamudea y casi ruega a las FARC: ¡»desmovilícense, desmovilícense»!, repite, ¡»rehagan sus vidas como sus compañeros que ahora gozan de la vida, eehhh»! No convence absolutamente a nadie en nuestro alrededor.

Dice el comandante del campamento donde permanecemos, que desde hace 15 días la favorabilidad de Santos en las encuestas está cayendo en picada y seguirá así por la incontrolable y complicada situación del país».

Hasta «Lucho», el loro, acompaña a la lucha. Foto: D.E.

HABLA SANTOS ANTE LOS PERIODISTAS y dice que va a invitar a los líderes indígenas para que lleguen a un acuerdo con el gobierno y el Estado. Posando de atractivo, Santos ofrece entregarles medio billón de pesos para mejoramiento del alcantarillado, otros servicios públicos, ofertas y promesas que el pueblo colombiano ha escuchado toda la vida y conocen el verdadero valor y contenido de esa política falaz. Pero los indígenas no quieren sentarse en la misma mesa con Santos y sólo entregan un documento con sus exigencias, siendo la principal, la salida de las fuerzas militares de la jurisdicción de Toribío. Caracol gira la cámara a la estación de policía de dos pisos. Para protegerse los agentes han levantado trincheras y el televidente se pregunta ¿a quién protege la policía contrainsurgente en Toribío, si ellos mismos se esconden detrás esas bolsas rellenas de arena? para protegerse de las FARC, que tienen rodeado ese municipio.

Indígenas tapan trincheras de Ejército en cerro de las Torres. Foto: Ivan Noguera / El Tiempo.

SALE SANTOS A LA CALLE y es abucheado por la población. El día anterior, mujeres indígenas han derribado esas fortificaciones, exigiendo el retiro de la fuerza pública. Las mismas mujeres y toda la población rechazan la visita de Santos quien responde que no va a «desmilitarizar un solo milímetro de la ciudad porque hace parte del territorio nacional». En esa frase reconoce que el Estado ha militarizado la región. Caracol intenta salvar en algo la deteriorada imagen de Santos, un presidente rechazado por la comunidad en masa, afirmando que «los indígenas quieren que la guerrilla también, salga de su territorio». Lo que Caracol oculta es el hecho de que la guerrilla es móvil y varios de sus frentes han nacido en el territorio, como parte de la lucha campesina e indígena por la tierra y el territorio codiciado por las trasnacionales. Es más, en esta región el Estado quiere ocupar los territorios para entregarlos a las mineras, ya que estos contienen grandes reservas de oro y otros minerales en la cordillera.

Los guerrilleros, y muchos de ellos indígenas en nuestro alrededor que ven y escuchan los comentarios de Caracol agregan que «la guerrilla en el Cauca está constituida en su mayoría por indígenas. ¿Cómo seria posible levantar retenes un kilómetro del casco urbano si no fuera por la base social que tenemos en Toribío y en el Cauca en general?

Una guerrillera indígena de las FARC-EP, una de miles. Foto: D.E.

La violación del Derecho Internacional Humanitario, DIH, es flagrante en Toribío. La policía militarizada utiliza la población civil como escudo, colocando una estación de policía en medio del casco urbano cuando el DIH dice claramente que todas las estaciones de policía y guarniciones militares en un país con conflicto armado, tienen que ser instaladas en las afueras de la población para evitar que los civiles sean blancos en los enfrentamientos. A eso agregamos los hostigamientos permanentes del ejército y la aviación que, para impedir los avances de la guerrilla, bombardea indiscriminadamente aldeas y caseríos. En 2005 otro presidente colombiano, Álvaro Uribe, fue abofeteado en Toribío cuando las FARC derribó un helicóptero Black Hawk. Movilizó batallones para dar con la guerrilla, batallones que solo pudieron avanzar unos metros por día, pese a que venían con tanques, aviones y helicópteros. El 11 de julio de 2012 los mismos guerrilleros volvieron a dar la bofetada de nuevo a otro presidente, esta vez a Juan Manuel Santos que varias veces ha declarado el fin de la guerrilla de las FARC. Y ahora estamos quizás en el comienzo de una nueva etapa de la guerra que cada día se parece más a la guerra de Vietnam, una era en la que al parecer la aviación ya no podrá hacer de las suyas tan fácilmente.

¿Las FARC tienen cohetes antiaéreos ?

Fue en el municipio de Suárez, también del departamento de Cauca, donde la guerrilla, según video [http://youtu.be/z0yFsDy9ynA] que circula en internet, estrenó sus propios mísiles antiaéreos, Made in FARC. Estos artefactos que tienen alcance de varios kilómetros han sido desde entonces objeto de análisis y estudios de los generales, sobre todo de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, pero también por parte del Pentágono. No son mísiles con mucha precisión, pero, como dice una fuente de las FARC, «estamos todo el tiempo perfeccionando y mejorando el arma para que cumpla su meta; derribar a los aviones y helicópteros de la fuerza aérea.» En la noche anterior se mostró en el campamento el video http://youtu.be/PeWTxn83BZI

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que hizo el periodista francés Romeo Langlois. Éste había salido una madrugada desde la base militar de Larandia, bajo el control del Comando Sur del ejército de los Estados Unidos, para hacer un reportaje sobre el tema de los cultivos de hoja de coca, junto con un comando de unos treinta soldados y oficiales de las fuerzas especiales del ejército. Pero su aventura terminó en un desastre táctico cuando la unidad militar se enfrentó con guerrilleros del 15º Frente de las FARC en el caserío de San Isidro, departamento de Caquetá.

El video es muy interesante desde el punto de vista militar, porque muestra un supuesto «Comando Jungla», muy especializado, pero que en el desenvolvimiento de su maniobra luce poco profesional.

INEFICACIA MILITAR

La otra observación del video es que después del primer tiro, el capitán que habló en forma marcial ante el periodista francés a la salida de la expedición, muy asustado pedía por radio a su coronel apoyo con aviones y helicópteros. Su ineficacia militar fue evidente y su lenguaje grosero y vulgar. Cosas totalmente prohibidas en comunicaciones militares. Mientras tanto, los guerrilleros avanzaron lentamente cercando al Comando Jungla. Eran objetivos militares invisibles a las ráfagas de los helicópteros.

Cayó muerto el sargento que protegía al reportero francés, seguido por el capitán y dos soldados más. Langlois se dio cuenta que él también podría morir si no se pasaba al otro lado con su brazo herido.

Y así fue. Detrás de Langlois, en otro sector, cayeron muertos en combate otros 15 soldados y más de diez quedaron heridos por el fuego insurgente. La guerrilla respetó la rendición de Langlois y le prestó los primeros auxilios por su herida.

LA DIFERENCIA GUERRILLERO-SOLDADO

Si la guerrilla posee ahora mísiles antiaéreos, se estaría configurando un factor de desmoralización para las tropas de infantería, que como lo demuestra el video de Langlois, mucho dependen del apoyo aéreo para sus operaciones. Es exactamente igual como en la guerra de Vietnam en donde la aviación estadounidense lanzaba «alfombras» de bombas con sus aviones B-52 para garantizar el desembarco de sus tropas. Cuando el desequilibrio militar que imponía el dominio del aire fue neutralizado por la cohetería vietnamita, los invasores yanquis se vieron obligados a abandonar el país de Ho Chi Minh. El sargento que protegía a Langlois confesó en medio de las balas que su familia no estaba de acuerdo que arriesgara su vida por una guerra que no era suya. Y ahí esta la diferencia entre guerrilleros de todas las edades y soldados a sueldo. Unos saben por qué exponen el pecho y la vida por una causa, por un ideal, mientras los otros lo hacen porque en Colombia el pueblo es víctima del sistema capitalista. Éste condena a millones de seres humanos a la miseria por falta de puestos dignos de trabajo.

Los aviones Supertucan de Brasil de ‘Lula’

Lo paradójico en ese tema de los 25 aviones Supertucan es que fue el socialista Ignacio ´Lula´ da Silva, ex presidente de Brasil, que dio el permiso para venderlos al país con el conflicto armado y social más antiguo del continente americano. El costo era 240 millones de dólares que sigue pagando el pueblo colombiano a través de diversas formas de impuestos. Las bombas de estos aviones brasileños acabaron con las vidas de revolucionarios como Raúl Reyes, Jorge Briceño (el Mono Jojoy) y centenares de guerrilleros víctimas por las bombas de estos aviones. Para los brasileños traficantes de la guerra, los billetes manchados de sangre no hieden.

NOTA:

(1) Parte de guerra FARC-EP 28 de septiembre de 2011 Suarez, Cauca: http://youtu.be/z0yFsDy9ynA

Fuente: http://anncol-colombia.blogspot.com.es/2012/07/la-bofetada-de-las-farc-santos-en.html