La indagación deberá conducir a una opinión política e histórica que establezca si la actuación del organismo de inteligencia norteamericano «ha sobrepasado los límites de la soberanía, la autodeterminación nacional y el respeto las relaciones bilaterales». Una comisión de la Cámara de Diputados fue encomendada para investigar, en un plazo de 180 días, la «intervención […]
La indagación deberá conducir a una opinión política e histórica que establezca si la actuación del organismo de inteligencia norteamericano «ha sobrepasado los límites de la soberanía, la autodeterminación nacional y el respeto las relaciones bilaterales». Una comisión de la Cámara de Diputados fue encomendada para investigar, en un plazo de 180 días, la «intervención encubierta» que ha realizado en Chile la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. La decisión, la primera de esta naturaleza que se toma en el país, se adoptó la tarde de hoy, miércoles, luego que la Sala de la cámara baja visara un proyecto de acuerdo tendiente a formar una instancia investigadora, por 36 votos a favor, tres en contra y cinco abstenciones. De acuerdo al texto aprobado, la indagación deberá conducir a una opinión política e histórica que establezca si la actuación del organismo de inteligencia norteamericano «ha sobrepasado los límites de la soberanía, la autodeterminación nacional y el respeto las relaciones bilaterales». Además, la instancia parlamentaria deberá proponer las medidas, de índole diplomático, político y judicial, y permitir que todo el trabajo investigativo esté accesible de forma adecuada para el público chileno y sus autoridades. «La entrega de antecedentes referidos a las actuaciones de la CIA en Chile hace 20 y menos años atrás, han dejado en evidencia la magnitud y sistematicidad de la acción de ese organismo oficial de Estados Unidos», señala el texto aprobado. Asimismo, se recuerda que durante todo el período cubierto Chile mantuvo relaciones diplomáticas normales con Estados Unidos, por lo que resulta incuestionable que la conducta de la CIA constituye una violación a «nuestra soberanía y dignidad inaceptables de parte de una nación que mantiene vínculos estables con nuestro país». Informes del Senado de EEUU Los diputados explican se han conocido dos documentos oficiales del Senado norteamericano, en los que se da cuenta de las acciones de la CIA en Chile. Uno de ellos fue el llamado informe Church, cuyo objetivo era investigar y estudiar las operaciones gubernamentales concernientes a actividades de inteligencia de la CIA en territorio chileno entre 1963 y 1973. Dicho documento incluye datos sobre las operaciones encubiertas de la CIA en Chile, como el financiamiento a partidos políticos y medios de comunicación, las gestiones para impedir la ratificación de Salvador Allende como Presidente de la República en 1970, y las acciones para desestabilizar la economía chilena durante su gobierno. El otro informe, conocido como Hinchey, tuvo por objetivo conocer y analizar las actividades de la CIA en Chile en las décadas de los ’70 y ’80, durante el régimen del general en retiro Augusto Pinochet Ugarte. Aunque recogió gran parte de las conclusiones del informe Church, dicho documento reveló que la CIA consideraba pagar como agente permanente al director de la DINA, Manuel Contreras -quien fue su informante entre 1974-1977, y de hecho le efectuó un pago en 1975. Además, establece que la CIA mantuvo como agentes en Chile a numerosos violadores a los derechos humanos, a sabiendas de sus actividades represivas, y que entregó dinero «por razones humanitarias» al grupo de golpistas que dieron muerte al general René Schneider en 1970 posterior al hecho. En ese sentido, la Cámara de Diputados estimó que «no parece razonable» que mientras en Estados Unidos se hayan realizado diferentes acciones para esclarecer el rol de la CIA en Chile, en el país no se siga ese ejemplo.