Mitad soberbia, mitad estupidez, sobrados de avaricia, llenos de ambición, rebosantes de voracidad monetaria emergen desde sus escondrijos públicos una fauna conocida. Viejas nuevas ratas merodean campos, predios y comunidades al sur de Chile. Primero una jauría de hienas ataca a los cachorros, después a las mujeres y por último, si no hay más […]
Mitad soberbia, mitad estupidez, sobrados de avaricia, llenos de ambición, rebosantes de voracidad monetaria emergen desde sus escondrijos públicos una fauna conocida. Viejas nuevas ratas merodean campos, predios y comunidades al sur de Chile. Primero una jauría de hienas ataca a los cachorros, después a las mujeres y por último, si no hay más remedio, a los hombres. Alimañas alimentadas por la mano militar ayer, y ahora por la «democrática» mano civil. Langostas venidas de todo el país, arrasan todo a su paso, amparados en la superioridad numérica y el estado de derecho que les da el derecho a robar y saquear en nombre de sus patrones y la ley. La ley de la selva por cierto. Luego, vendrán los domadores de fieras y fierros a recoger la cosecha, a enterrar sus estacas en la espalda de aquellos que no pueden defenderse.
El ejército español, el más poderoso del mundo en su época dorada, arrasó toda América latina en su paso conquistador, las tres grandes Civilizaciones americanas sucumbieron rápidamente a su paso. Sin embargo, cuando se encontraron con los Mapuche. Ni oreja, ni rabo, ni nada. Este heroico Pueblo, hizo un precalentamiento de un par de años para entrar a combatir de lleno por más de tres siglos a los Invasores.
Eso fue hasta que impotentes de gallardía, faltos de hombría, ciertos ilustres señores comenzaron la llamada pacificación de la Araucanía. Terratenientes, empresarios, mercenarios, sicarios y rosarios enviaron una y otra vez a destacados segundones de una compañía privada llamada Estado de Chile por un lado y por otro al Ejército de Chile, el cual se encargaría de robar y desalojar a tanto bruto con ínfulas de guardianes de tierras legendarias.
Entre la Iglesia y el Gobierno se encargaron de realizar incontables fraudes contra innumerables Pueblos Originarios. No contentos con haberlos llenado de plagas, ratas y enfermedades varias, se dieron a la tarea de Alcoholizarlos para así, ellos sobrios de codicia robarles sus tierras. Parafraseando un dicho africano, Los Indios tenían las Tierras, ellos la Biblia y el alcohol. Después de un tiempo, ellos se quedaron con las tierras, a los Indios sólo les quedó la Biblia y el alcohol.
Han pasado siglos sobre aquello y con estupor vemos como descendientes de ratas sin patria, ni bandera aún insisten en lo mismo. Y al Indio que no se le puede emborrachar, se le compra, se le inyecta el mismo virus que ellos portan y que va envuelto en cada una de sus palabras. Ambición, egoísmo, codicia. Cuando el Vernáculo cansado de malos tratos y abusos, visionario contra embustes y mentiras surtidas se organiza y se rebela en contra de tanta injusticia, se le encarcela.
Bajo el Gobierno de Salvador Allende muchas esperanzas fueron cifradas por los Pueblos Originarios, especialmente por el respeto que se veía en ciernes. No obstante, con el advenimiento del Oscurantismo representado por Pinochet, todo se diluyó como en un sueño olvidado. En años de dictadura el trato hacia a ellos fue realmente horrible. En la actualidad es peor. Ser mapuche en Chile es sinónimo de inferioridad, trauma acarreado por los mismos señores que se desviven por robarles sus tierras a esos mismos «inferiores» Lamentablemente la gran izquierda en el período de dictadura poco o nada atendió las demandas de ese Pueblo. Recordemos que el núcleo hiper revolucionario, el que haría los cambios contra la dictadura y el injusto sistema capitalista seria el mítico y famoso eje de masas. Poblador-Estudiante-Trabajador, los demás estaban en otra categoría de ayudistas quizás, pero de protagonistas no. Hubieron sus excepciones, por parte de algunos partidos políticos, pero la gran mayoría no fue más allá que de un préstamo de Nombre indígena o un poemita o una canción de peña rutinaria, que un trabajo serio y dedicado a nuestro Pueblo.
La Nación Mapuche salió a la Palestra de la Noticia bajo su propia voz, no le pidió prestada boca a ningún huinca para que hablara por ellos. Fueron ellos los que nos hicieron parte de su ancestral lucha, fueron ellos los que nos despertaron, fueron ellos los que nos llamaron a terreno, fueron ellos los que nos enseñaron una vez más de qué es capaz un Pueblo en su justa lucha emancipadora.
Partidos de todos los colores no han ido más que a buscar votos en sus comunidades. Sólo eso. Promesas falsas a cambio de votos. Después esos mismos politiqueros han sido los mismos que han firmado leyes, decretos y legislaciones en contra de ellos mismos. Y es que Chile es Cuna, canto y manto de Rasismo y Discriminación. Se discrimina a las mujeres, a los jóvenes, a los pobres, a los de piel oscura, a los ateos, a las lesbianas, a los extranjeros, a las minorías sexuales etcéteras. Y sobre la cúspide de esa montaña de prejuicios, la guinda alcoholizada de la segregación y la discriminación en contra de los Pueblos Originarios.
En el último censo realizado al Pueblo mapuche, hubo una disminución de casi el 40% de su Población. Si en 1992 había 900 mil, ahora sólo quedan 600 mil.
Los muertos, los que tuvieron que, lamentablemente cambiarse su apellido por otro más «civilizado», los que escondieron su origen, los que nunca más pronunciaron una palabra en su lengua natal para no ser descubiertos. Los que se fueron lejos para no volver, los que no creen en encuestas que sólo sirven para hurgar su entorno, no por altruismo o cariño a nuestras raíces, sino para sacar cuentas alegres a través de sus intereses. A ver. ¿Cuántos Indios Nos falta por matar, eliminar, encerrar? Hasta el Momento la Democracia a la Chilena, va viento en popa.
A los que no asesinan, los encarcelan, a los que no encarcelan los dejan en la calle. Y es que, resulta tan, pero tan vergonzoso que un puñado de seres que nacieron en el mismo país no tenga ningún afecto, ningún respeto, ninguna consideración para con su propia tierra. Entregan nuestras riquezas, nuestra patria como quien entrega un par de sillas. Y es que el único sentimiento que aflora como una flor carnívora es el progreso, y progreso le llaman al progresivo aumento de sus cuentas bancarias al amparo del robo descarado a los Pueblos originarios. Todo esto amparado y orquestado entre Diputados, senadores, presidentes y empresarios.
El mismo talante de conquistador y su equipaje de saqueo. Ahora, 500 años después, igual que en ese entonces, criollos, huachos y afuerinos hacen de las suyas, como si el tiempo se hubiese quedado mirando. El pillaje contra una tierra que no les pertenece. Y la erosión por un lado y los anegamientos por otro, serán la firma imborrable que estos años de Concertación nos dejó. Jamás habíase visto tamaña concentración de ladrones, vendepatrias y sinvergüenzas en tan poco tiempo. ¿Hay alguien que dude de la Reencarnación si uno compara antiguos Conquistadores con los actuales Legisladores?
Disfruten mientras puedan. No Necesitan Enviarnos Traidores En América Latina Crecen Por montones. Sin embargo, No ganaron ayer, no ganaron hoy día, no ganaran mañana. Puño a Puño, mano a mano, ya veremos quien sale ganando.