Rosario Méndez Panedas (España) es lingüista e hispanista. Maestra Celestina (2017), nos la revela escritora. Oriunda de España, es Mención de Honor en la categoría de Literatura para Niños del Pen de Puerto Rico Internacional 2018. Méndez Panedas se formó en Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid (B.A.) y en Literatura Hispanoamericana de […]
Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Recientemente, has recibido el premio de Mención de Honor del PEN de Puerto Rico Internacional (2018) en la categoría de Literatura para Niños por vuestro libro de cuento intitulado Maestra Celestina. ¿De qué trata o tratas en este cuento biográfico premiado por el PEN 2018 y cómo recorres entre la literatura y la realidad o no ficción?
– Rosario Méndez Panedas (RMP, en adelante) – Maestra Celestina es una breve biografía ficcionalizada que gira en torno a la vida de Celestina Cordero Molina (1787-1862) una de las primeras mujeres negras que formó parte del desarrollo educativo de Puerto Rico. En su deseo de que el gobierno reconociera su trabajo como maestra visitó el Cabildo, la sede de la administración colonial, en múltiples ocasiones y no cesó en su empeño hasta que logró su título oficial en el 1820, a pesar de que llevaba más de quince años enseñando y había tenido hasta 115 alumnas a su cargo. Esa insistencia refleja una gran determinación y al mismo tiempo un gran deseo de salir de la invisibilidad, de que se reconozca su trabajo. Invisibilidad en la que a pesar de sus esfuerzos, continúa en la actualidad. Siento una gran admiración por esa mujer negra que antes de la abolición de la esclavitud en Puerto Rico decidió dedicar su vida a la educación de la niñas puertorriqueñas. Es una figura muy importante en la historia de la educación de Puerto Rico, sin embargo su gesta no ha sido reconocida de la misma forma que la de su hermano, el maestro Rafael Cordero Molina, inmortalizado en el cuadro de Oller. Todavía hoy en día es una gran desconocida. A través de mi texto quiero que las niñas y los niños puertorriqueños la conozcan desde su infancia y que se le dé el lugar que merece en la historiografía puertorriqueña. Agradezco al PEN de Puerto Rico el premio que me ayuda a visibilizar a Celestina.
– WRS – ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle? ¿Qué relación tiene este cuento Maestra Celestina con vuestro trabajo creativo-narrativo anterior y hoy?
– RMP – Desde el 2015 formo parte del grupo literario Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales (CMNA) que dirige la escritora Yolanda Arroyo Pizarro. La CMNA es un proyecto de creación literaria, que responde a la convocatoria promulgada por la Unesco de celebrar el Decenio Internacional de los Afrodescencientes 2015-2024. El objetivo de la Cátedra es estudiar la historia de la negritud y la afrodescendencia desde una óptica antirracista. Conocí a Celestina Cordero a través de la Cátedra.
– WRS – Si compara su crecimiento y madurez como persona y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo-narrativo o no de entonces (previo) con el de hoy?
– RMP – La Cátedra me ha convertido en una narradora. Toda mi vida me he considerado una lectora, mis publicaciones han estado restringidas al ámbito académico, relacionadas con la crítica literaria, sin embargo el participar en el taller de creación de la Cátedra me ha permitido explorar mi faceta como escritora, creadora de mis propios textos. Durante los tres años que llevo participando en el proyecto he aprendido muchísimo, disfruto especialmente la parte de la investigación, el poder conocer la figura de Celestina Cordero y su lucha por lograr que la nombraran maestra de una forma oficial, la de Pura Belpré quien decidió crear sus propios cuentos para que la Biblioteca Pública de Nueva York tuviera textos de la cultura puertorriqueña o la de Juana Colón y su participación en las luchas obreras de principios del siglo XX me han acercado a otra parte de la cultura puertorriqueña que no conocía y me ha permitido también lograr que esas figuras, muy desconocidas todavía hoy, se conozcan un poco más. Otros dos textos surgieron en relación a un dato que encontré en La Gaceta de Puerto Rico del año 1872, en el caso de Justa, y el de Matilde en el «Listado del Registro de Mayagüez de 1872», crear sus historias y que se convirtieran en voces que lucharon por su libertad ha sido un ejercicio muy satisfactorio para mí como mujer y creadora. La Cátedra me ha permitido también incorporar en el proyecto a mi hermano, Tomás Méndez, acuarelista español, quien me ha ilustrado cuatro de los cinco cuentos que he escrito hasta ahora.
– WRS – Rosario, ¿cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico, Estados Unidos y España?
– RMP – He recibido mucho interés y una respuesta muy positiva a mis publicaciones en los tres países.
– WRS – ¿Cómo concibes la recepción a su trabajo creativo dentro y fuera de Puerto Rico, y la de sus pares, bien sean escritores de cuento u otro género?
– RMP – Los textos que he publicado a través de la Cátedra han tenido una gran acogida en Puerto Rico, prueba de ello es la otorgación del premio del Pen Club. Los cinco cuentos han sido producto del taller de creación por lo que son resultado también del intercambio con los otros escritores de la Cátedra. Los comentarios y lecturas de los otros talleristas: Yolanda Arroyo, Eloísa Pagán, Zulma Oliveras, Raquel Brailowsky, Efraín Torres, Lala González, Tania Cruz han sido muy enriquecedores y han nutrido mis textos. Estoy muy agradecida a esa solidaridad y respeto por mi trabajo literario. Esos poetas y cuenteros, artesanos de la palabra, me han enseñado una versión de la historia que no conocía y me han regalado su amistad.
Recientemente, he recibido con mucha alegría la noticia de que dos de mis textos Maestra Celestina y Pura Belpré se están utilizando en la escuela Chapin School en la ciudad de Nueva York.
– WRS – Sé que vos es de España. ¿Se considera una autora española o no? O, más bien, una autora de literatura, sea esta española o no. ¿Por qué?
– RMP – Soy española, llevo más de veinticinco años viviendo en Puerto Rico, aquí he tenido a mis dos hijos y me he desarrollado profesionalmente. Mi madre, mis hermanos, mis sobrinos y muchos amigos están en España, país al que visito constantemente; en ese ir y venir cruzando el Atlántico he ido creciendo como ser humano. Una nunca se acostumbra a estar lejos de la familia, de las raíces, del lugar en el que nació, sin embargo a lo largo de todos los años que llevo viviendo en Puerto Rico he desarrollado lazos muy profundos con muchos amigos que se han convertido en mi familia y he hecho mía a la familia boricua de mi compañero de vida. Escribo como mujer con el equipaje de vida que he ido acumulando a lo largo de todos estos años viajando de la península a la isla y de la isla a la península.
– WRS – ¿Cómo integra su identidad étnica y su ideología política con o en su trabajo creativo?
– RMP – La vida del emigrante tiene la riqueza de vivir en dos patrias, dos espacios. Lejos de España he descubierto lo que he perdido, pero también lo que he ganado al hacerme parte de otra cultura, otro espacio, otras personas a las que nunca hubiera conocido si no hubiera emigrado. La emigración me ha mostrado la maravilla de la diversidad de los seres humanos y creo que eso forma parte de mi acercamiento a mi trabajo creativo.
– WRS – ¿Cómo se integra su trabajo creativo a su experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora hoy?
– RMP – Creo que lo humano no se puede separar de lo literario. Soy mujer, soy feminista, soy educadora y estoy en deuda con todas las mujeres que antes que yo lucharon para que nosotras tuviéramos el lugar que tenemos hoy en la sociedad. La lucha no ha sido, ni es fácil, para la mujer incluso hoy en día. La historia oficial ha sido contada por los hombres y por lo tanto las mujeres hemos sido invisibilizadas durante mucho tiempo. Si bien es cierto que la presencia de las mujeres ha sido invisibilizada en la historia de la humanidad, no es menos cierto que las mujeres negras han sido doblemente discriminadas y por tanto doblemente invisibilizadas: por género y por raza. Mi trabajo creativo es un intento de luchar en contra de la fragilidad de la memoria histórica. A través de mi escritura quiero testimoniar la aportación de esas mujeres que necesita ser más contada, aprendida por nosotras y nuestras descendientes. «Feminism must be anti-racist or not be » son palabras de la activista y académica Angela Davis en una conferencia que presentó en Madrid el 26 de octubre de 2018 con las que estoy totalmente de acuerdo y creo que explican mi trabajo literario.
– WRS – ¿Qué diferencia observa, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?
– RMP – Mi trabajo ha tenido una constante, mi línea de investigación siempre ha estado orientada hacia el trabajo textual de las mujeres. Mi tesis doctoral giró alrededor de la cuentística de Rosario Ferré, a partir de ahí he estudiado a otras escritoras como por ejemplo Mayra Santos Febres, pero según ha ido pasando el tiempo he dirigido mi interés hacia personajes históricos y su aportación a la cultura puertorriqueña. Los textos de la Cátedra, no solo los míos también los de los otros participantes, han tenido una excelente acogida. Hemos presentado nuestros libros en diferentes lugares: San Juan, Cabo Rojo, Hormigueros, San Germán y la respuesta de las distintas audiencias ha sido maravillosa, siempre con una profunda curiosidad y una valoración positiva y necesaria del proyecto. Conocer a las mujeres negras puertorriqueñas que han estado invisibilizadas a lo largo de la historia de Puerto Rico es muy necesario.
– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?
10.2 RMP – Recientemente he escrito un cuento a cuatro manos con mi compañera de letras y amiga Raquel Brailowsky sobre la pintora Cecilia Orta Allende que espero se publique en los próximos meses. Además, estoy trabajando en un libro de ensayos sobre la aportación de las mujeres negras a la historia de Puerto Rico.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
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