El Ministerio de Transición Ecológica se alinea con la posición de Bruselas y pide a Juanma Moreno que recapacite.
La Unión Europea ha advertido a España de que no puede aprobar el nuevo plan de regadíos proyectado por el gobierno de la Junta de Andalucía para Doñana. Si se lleva a cabo, habrá sanciones. Así lo expresa Virginijus Sinkevicius, comisario europeo de Medio Ambiente, en una respuesta a una pregunta de eurodiputados socialistas. A su juicio, la proposición de ley, tal y como está redactada por el gobierno que preside Juan Manuel Moreno Bonilla, «podría infringir la legislación medioambiental de la UE».
En 2021, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó a España por incumplir sus obligaciones respecto al parque de Doñana, una importante reserva de la biosfera que el cambio climático y el abuso de los acuíferos por parte de las explotaciones agrarias (incluso mediante pozos ilegales) han puesto en peligro. «Como guardiana de los tratados, la Comisión consideraría el uso de todos los medios disponibles bajo dichos tratados para garantizar que España cumple con la sentencia del TJUE sin demora», asegura Sinkevicius.
El Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) se ha alineado con las tesis de Bruselas y pide al presidente andaluz que recapacite y cambie su decisión. «La propuesta [de la Junta de Andalucía] es manifiestamente contraria a la legalidad europea y a la sentencia por la que hemos sido condenados», declaró la ministra Teresa Ribera. El próximo 3 de mayo la Junta se reunirá con los comisarios europeos para explicarles de primera mano su plan. Ribera, previsora, cree que si el gobierno andaluz mantiene los términos de su proyecto «no hay conversación posible».
El plan en cuestión permitiría la creación de 750 nuevas hectáreas de regadío al norte del parque de Doñana. A pesar de las advertencias del gobierno español, de la Unión Europea y de multitud de científicos sobre la inconveniencia de seguir estresando los acuíferos de la zona, el gobierno de Moreno Bonilla se mantiene inflexible. Es más, Vox, principal sostén del presidente andaluz, cree que las alarmas en torno a Doñana se deben al «fanatismo climático». Asimismo, el consejero de Economía Azul de la Junta, Ramón Fernández Pacheco, considera que lo expresado por los eurodiputados socialistas en su pregunta a Sinkevicius es «un fake».
También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha sumado a la petición de retirada del nuevo plan de regadíos. Esta mañana visitó el parque de Doñana y, acompañado de científicos y de miembros de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pidió al PP que aparcara su propósito: «Si el sentido común y la legislación comunitaria están diciendo ‘no’ a este proyecto de ley del Partido Popular y Vox, creo que no hay ninguna razón, ninguna excusa, para no abandonar esa postura soberbia».
¿Cálculo electoral?
El biólogo Miguel Delibes de Castro, presidente del Consejo de Participación de Doñana y exdirector de su Estación Biológica, señaló que la situación del humedal es «dramática» y dejaba entrever el carácter oportunista del plan, con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina: «Salvo si se ha hecho por razones electorales, cortoplacistas y miopes, resulta muy difícil entender con qué objetivo se ha presentado la proposición de ley de regadíos de Doñana (…), y todavía es más desconcertante su carácter de urgencia», escribía en una tribuna en El País.
En resumidas cuentas, el plan de regadíos podría obedecer a una estrategia del PP, que atisba la posibilidad de ganar muchas alcaldías en la provincia de Huelva con su promesa del agua. Aunque ese agua, por la combinación de bajas precipitaciones, aumento de las temperaturas y sobreexplotación agraria, entre otros factores, podría no existir materialmente en un plazo breve de tiempo.
La situación de Doñana es tan preocupante que la Unesco se plantea incluir el parque en la lista de Patrimonio Mundial en peligro.