Estos doce años son un momento de reflexión para hacer florecer la esperanza. Momentos tan oscuros como los que vivimos nos exigen una mayor actitud y acción para construir esa esperanza, ésta solo se hace cuando volvemos posible lo que creemos que no es posible, solo allí cobra sentido la esperanza y cobran valor estos […]
Estos doce años son un momento de reflexión para hacer florecer la esperanza. Momentos tan oscuros como los que vivimos nos exigen una mayor actitud y acción para construir esa esperanza, ésta solo se hace cuando volvemos posible lo que creemos que no es posible, solo allí cobra sentido la esperanza y cobran valor estos doce años.
Sabemos que estamos en un mundo cada vez mas adverso, en un país como el nuestro, donde el respeto por la vida se ha perdido, donde el imperio de la muerte es el que reina por todos los lugares, la lógica del más fuerte, de la mentira, de las armas es lo que impera, un país donde volteamos a mirar y solo nos encontramos con esa lógica y estructura paramilitar que es simplemente el olor constante de muerte y sangre, que actúa a sus anchas con toda la legitimidad que le ha concedido un estado que ha obrado en esa línea de muerte y violencia.
Mirar a todos lados es casi caer en la desesperanza perdiendo el sentido y la lucha por la vida digna y es casi la primera sensación que sentimos en nuestro país cuando es esa lógica de muerte la que triunfa y la que avanza por todos lados. Sentimos diariamente soledades ante mucha gente que se acomoda, retrocede, u opta por esa ley del más fuerte, del que más gana, somos luces casi en extinción frente a una especie de neblina que todo lo abarca y que avanza en cantidad de corazones y conciencias, sin embargo ante tanta adversidad la esperanza está allí naciendo diariamente, cada mañana, cada atardecer, porque es necesario renovarla para no dejar extinguir esa luz de vida que brota de esa esperanza.
Estos doce años en resistencia civil nos exigen renovar y hacer florecer diariamente la esperanza, de que lo imposible es posible, que la vida puede florecer, que un mundo diferente se puede construir hoy en las diversas partes del mundo, allí donde los corazones por la vida se rehúsan a entregarse a esa lógica de muerte, y es en ese caminar de doce años donde la soledad y el frio de la muerte son penetrados por el calor de la vida y la unidad de las voces que creemos en una humanidad diferente.
Estos doce años ha sido una esperanza construida sobre bases sólidas, sobre proyectos de vida, reales y alternativos que han sido cegados por el terror de los asesinos, por ello la memoria de las 185 personas asesinadas de nuestra comunidad sigue más viva que nunca en medio de todos los que creemos en la justicia.
Estos doce años nos permiten reafirmarnos en contra de la impunidad en que se haga justicia a las mas de 750 violaciones de derechos humanos que se han cometido contra nuestro proceso, somos un ejemplo claro del aniquilamiento que se ha hecho y se sigue haciendo contra las comunidades en resistencia civil en nuestro país. Pero pese a todas estas acciones de terror, mentiras, judicializaciones, muertes, violaciones, destrucción de cosechas, amenazas estamos con la esperanza en alto porque no son doce años en soledad son doce años con el calor de vida de mucha gente que cree en una nueva humanidad y que no nos han dejado solos, por el contrario caminan día a día con nosotros.
Estos doce años de memoria, de vida, de resistencia civil y dignidad tienen bases sólidas, como la de otras comunidades en nuestro país que construyen verdad; sabemos que los caminantes y acompañantes de la vida por todo el mundo permitirán que algún día exista justicia, y sean juzgados los autores de tanta atrocidad como fuente para construir un mundo en paz. Son estos elementos éticos y morales por la vida la que nos animan a no desfallecer y unirnos en ese ardor que genera una nueva humanidad en diversos rincones del mundo.
A tantas personas que han caminado durante todos estos años sembrando esta esperanza y abriéndole a la muerte espacios de vida desde sus acciones solidarias, muchas gracias y que sea este un momento de reafirmarnos y seguir construyendo una lógica guiada por el sentir de la vida.
COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO
Marzo 23 de 2009