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La corrupción de las elites gobernantes

Fuentes: Rebelión

Desde 1992, el MIR ha venido denunciando todas las maniobras de cómo se instalaba en el país una concepción de política corrupta. En ese entonces, correspondía a la manipulación de los fondos destinados a la reinserción de los exiliados y presos políticos de la época. Los que llegaron a ocupar el sillón presidencial, encontraron mucha […]


Desde 1992, el MIR ha venido denunciando todas las maniobras de cómo se instalaba en el país una concepción de política corrupta. En ese entonces, correspondía a la manipulación de los fondos destinados a la reinserción de los exiliados y presos políticos de la época.

Los que llegaron a ocupar el sillón presidencial, encontraron mucha documentación sobre el asalto al Estado durante la dictadura, documentos que sirvieron para la llamada gobernabilidad de la transición. Cuando se agotó ese recurso se echó mano, como chantaje electoral a su favor, a los delitos de Lesa Humanidad cometidos desde 1973 a 1989. Los «inteligentes» de la llamada salida inteligente, descubrieron que construyendo partidos políticos con distintas tendencias, manteniendo operaciones con grupos a su disposición e impidiendo la construcción de la alternativa al sistema económico, les podía permitir gobernar por más de 40 años, copiando algunas transiciones europeas.

Además, los revolucionarios hemos sido víctimas de este actuar de la Concertación, quienes catalogaron de «peligrosa» a nuestra organización, sabiendo que lo «peligroso» es ponerse a repartir operadores por todos lados como lo hicieron ellos. Desarrollando esa mentalidad, han utilizado los impuestos de los ciudadanos para hacer operativa la Agencia Nacional de Inteligencia ANI y así paradójicamente, espiar y reprimir a esos mismos ciudadanos. Hoy, vemos que la situación no da para más. Incluso un Senador del mismo PPD, apareció señalando nada menos que en el Mercurio, que la forma de organización de estos partidos (de la Concertación) es: «como Pandillas y Camorra (…)las lealtades abusivas y a cualquier precio, impide llegar a la verdad y hacer justicia». Agregando: «mantienen a distintos grupos peleando entre ellos como si fuera la única salida y lo más importante para la estabilidad del País».

Ya no recordamos, todas las denuncias que han habido sobre la corrupción en Chile: El tráfico de drogas, lavado de dineros, sobresueldos, desfalcos de Codelco etc. Demás está decir, que los actuales gobernantes saben perfectamente lo que han hecho, como también saben que se arma el escándalo para luego llegar a una buena negociación como sucedió con Longueira en la administración de Lagos. Sabemos que la aparente trifulca no afecta los negocios, ya que las multinacionales son las que fabrican los gobiernos violadores de los Derechos Humanos, así como los corruptos son condición de lo mismo. De esa forma, succionan las plusvalías y fabrican las leyes que los favorezcan para obtener más capital, basta con observar como las grandes multinacionales no pagan impuestos en el país dado el orden regresivo del sistema tributario.

Estamos frente a un peligro vital donde da lo mismo a quien se pasa a llevar, donde no hay posibilidades de defender nuestros derechos como trabajadores. Sólo nos queda hacer conocer la verdadera situación del país: En Chile hay gente peligrosamente conservadora, que mira con simpatía las actuaciones delictuales a nivel político como fórmula de movilidad social, y por eso es que se mantiene un Estado sin Derechos, con una Constitución Política que abala las actitudes y hechos delictuales de la esfera gubernamental, parlamentaria y judicial.

Nosotros creemos que hay que luchar por derogar la Ley de Partidos Políticos que permite que se armen estos conglomerados coercitivos y corruptos, reemplazar la ley binominal de elecciones por una ley democrática de elección de autoridades, pero sobre todo, hay que asumir los problemas de fondo, porque no es posible abordar las parcialidades sin considerar los problemas estructurales como lo fundamental, esto es:

a) Exigimos la derogación de la Constitución Política y el sistema Económico Neoliberal por su contenido y génesis ilegítimo, y, b) Exigimos la re-nacionalización de nuestras riquezas básicas, así como abolir todas aquellas actividades que dañen el Medio Ambiente y a los habitantes de Chile.

Contra la corrupción proponemos: Fiscalización, Participación y Soberanía Popular.

POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS

– Boris Teillier es miembro de la Comisión Política del MIR (www.mir-chile.cl)