Por donde se le mire, las Empresas Municipales de Cali (EMCALI) no pasa por un buen momento. Se trata de una empresa emblemática del Estado y un bien público de valor estratégico para la sociedad y las comunidades del Valle del Cauca. Es una propiedad del municipio de Cali, que opera desde el año de […]
Por donde se le mire, las Empresas Municipales de Cali (EMCALI) no pasa por un buen momento.
Se trata de una empresa emblemática del Estado y un bien público de valor estratégico para la sociedad y las comunidades del Valle del Cauca. Es una propiedad del municipio de Cali, que opera desde el año de 1931 prestando los servicios de agua, acueducto, alcantarillado, energía y telecomunicaciones. Puerto Tejada, Yumbo, Jamundí y espacios rurales de Palmira y Candelaria, reciben los servicios de energía eléctrica de Emcali.
El agua de Emcali es una de las mejores del país certificada por el Dagma, la CVC y la Universidad del Valle.
Debido a distintos problemas fue intervenida en el año 2002 por la Superintendencia de Servicios Públicos. Esa operación ceso en el año 2013, cuando se expidió el Documento Conpes 3750 con un nuevo enfoque y hoja de ruta para su gestión administrativa, técnica y financiera.
Pero hoy los problemas han estallado y tienen a Emcali al borde del abismo.
La síntesis de los problemas es esta: hoy la Empresa tiene un patrimonio de $3.34 billones, con un pasivo de $4.22 billones, lo que la coloca en términos de liquidación.
El área de las Telecomunicaciones está prácticamente en cuidados intensivos, las perdidas allí en el 2018 fueron superiores a los $140.000 millones de pesos.
Los balances financieros de Emcali-telecomunicaciones son un desastre descomunal. En el año 2015 se perdieron $60.720 millones de pesos; en el año 2016 la cifra fue de $110.340 millones de pesos; y en el año 2017 se esfumaron $108.224 millones de pesos.
El acumulado de pérdidas a hoy es de casi 420 mil millones de pesos. Este desastre ha llevado a varios lideres de Cali a formular denuncia penal contra el alcalde Armitage y el Gerente Jaramillo de Emcali.
El sindicato de trabajadores de Emcali ha señalado con argumentos muy solidos que todo el caos y la ruina es consecuencia del clientelismo y la corrupción que han orquestado el alcalde y los directivos de la Empresa para satisfacer los apetitos burocráticos y clientelares de los concejales gobiernistas que como aves de rapiña despedazan a Emcali.
El alcalde, el Gerente Jaramillo y poderosos clanes de la ciudad están ambientando una privatización de la Emcali para propiciar el asalto de las telecomunicaciones por parte de reconocidas multinacionales de la telefonía y el internet, como lo han intentado en Bogotá con ETB que ha provocado el rechazo generalizado de la ciudadanía, pues sabe cuáles son las pretensiones del pulpo de las comunicaciones, los señores de Claro.
Por el caso de Electricaribe ya sabemos en que paran estos negociados para destruir bienes públicos.
En ese sentido una buena pista de tales maniobras es el negocio de Termoemcali hecho hace 20 años en el que la ciudadanía caleña perdió 1000 millones de dólares, mas de 3 billones de pesos que se robaron reconocidas familias de la oligarquía local, pues Termoemcali fue montado por el empresario-industrial Álvaro José Lloreda Caicedo, con sus hermanos Rodrigo Lloreda Caicedo y Elvira Lloreda Caicedo, para la época accionistas del diario ultraconservador laureanista el País, de Cali.
A propósito de este cuadro apocalíptico de Emcali los Veedores ciudadanos de Cali Luz Betty Jiménez y Pablo Borrero se plantean las siguientes cuestiones que compartimos (Ver https://bit.ly/2I9A3vJ):
«¿En qué quedaron los planes de salvamento de EMCALI derivados de los estudios realizados por UNIVALLE?
¿Por qué no se han tomado en serio las medidas y recomendaciones presentadas en dicho estudio, como tampoco las de los trabajadores, con las cuales la gerencia de EMCALI se comprometió a implementarlas, particularmente en el caso de la unidad de negocios de telecomunicaciones? (Ver https://bit.ly/2I9A3vJ)
¿Por qué se continúa engañando a los caleños y demás usuarios de los servicios públicos domiciliarios con la publicidad de que EMCALI mejorará la prestación de los mismos en sus diferentes áreas operativas?; ¿por qué se dice que EMCALI se mantendrá como una empresa multiservicios, en tanto se proyecta la escisión, venta o liquidación del componente de telecomunicaciones?
¿Por qué si el problema de EMCALI es de carácter financiero y operativo se vienen vinculando un sinnúmero de contratistas (recomendados de senadores, parlamentarios, concejales y cacaos empresariales), existiendo el personal adecuado y eficiente para atender las operaciones en materia de servicios públicos?;
¿Qué sucede con la utilización del cable submarino en el cual EMCALI invirtió una suma multimillonaria?
¿Por qué no se retomó la prestación del servicio de alumbrado público al que el alcalde Armitage se comprometió al inicio de su mandato?
Finalmente, ¿por qué se le negó a EMCALI la oportunidad de incursionar, participar e implementar la telefonía móvil celular, con la cual el componente de Telecomunicaciones hubiera superado su situación económica y financiera en el marco de la competencia en el mercado de las TICs?
El debate esta que arde y desde sus columnas Ramiro Varela coloca con mucha valentía el dedo en la herida (Ver https://bit.ly/2VfbJMJ)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.