Cuando HinSSpeter fue a votar, se encontró con un vocal de mesa con una polera con la inscripción: «abajo la ley HinSSpeter». En el Estadio Nacional, jóvenes representaron a los fusilados allí en la dictadura. Hubo un altísimo 60% de abstención (en las municipales del 2008, la abstención fue de 43%, entre los inscritos). Los […]
Cuando HinSSpeter fue a votar, se encontró con un vocal de mesa con una polera con la inscripción: «abajo la ley HinSSpeter». En el Estadio Nacional, jóvenes representaron a los fusilados allí en la dictadura. Hubo un altísimo 60% de abstención (en las municipales del 2008, la abstención fue de 43%, entre los inscritos). Los votos nulos expresaron igualmente su rechazo al régimen heredado de la dictadura. Con estas elecciones, pretendían oxigenar al gastado régimen de la derecha y la Concertación: pero fueron derrotados. Confirmando que el régimen heredado de la dictadura no se recupera de los golpes que le asestó la lucha de clases, con las luchas en las calles del movimiento estudiantil el 2011, y también este 2012, las luchas en las calles de Aysen, Freirina y Magallanes, las movilizaciones de la Diversidad Sexual, en Calama, los paros de los trabajadores.
La derecha perdió comunas emblemáticas. El Gobierno, que había convocado a todos sus ministros, esperando mejores resultados, terminó haciendo un frio anuncio de Piñera solo ante las cámaras.
Resultados parciales: los triunfos y las derrotas electorales
Electoralmente, con resultados parciales, la derecha está perdiendo al menos 8 importantes comunas de Santiago: Santiago, Recoleta, Conchalí, La Reina, Independencia, Ñuñoa y Cerrillos. Perdió Concepción e Iquique. Perdió comunas de concentración de trabajadores y lugares de trabajo, como Conchalí. Y puede ganar (aún no es seguro), pero apenas por una nariz, en Estación Central.
En total, la Concertación más el PC subirían las comunas bajo su administración de 151 a 160, mientras que la derecha bajaría de 144 a 118.
El mayor perdedor es la UDI, que perdió Concepción, Providencia y Santiago. Y perdieron figuras odiosas como el ex agente de la torturadora CNI Labbé. Aunque la derecha conserva Puente Alto y Valparaíso.
Aún así, de conjunto, electoralmente, aún con este ilegítimo régimen, en alcaldes, la Concertación y la derecha sumaron 83% de los votos, y en concejales el 84%.
Casi la totalidad. ¿Se fortalecen como partidos de la clase patronal?
La abstención y los nulos: expresión electoral de la crisis contenida del régimen heredado del pinochetismo
Hubo una ola de abstención: el 60% (y en algunas comunas fue mayor). Un reducido grupo de votantes (2,9%) anuló. Los partidos del régimen (y sus periodistas y analistas) se preocuparon. Carolina Tohá, en el mismo festejo de su triunfo, planteó que para resolver esta crisis, habría que avanzar a una democracia más participativa. En los días previos, los partidos de la Concertación plantearon que había sido un error el voto voluntario. La derecha probablemente lo reafirme.
La ACES se atribuye el resultado de la abstención con su campaña «yo no presto el voto», a la que adhirieron otros colectivos, los grupos que hacen de la «acción popular» su estrategia, algunos dirigentes estudiantiles universitarios.Es una expresión de la crisis contenida del régimen heredado del pinochetismo y conservado por la derecha y la Concertación. Por eso el desprestigiado Gobierno la atacó inmediatamente. La campaña buscaba expresar el justo odio de miles de jóvenes contra la herencia de la dictadura. Pero en sus últimas declaraciones, a la vez que criticaban este deslegitimado régimen, afirmaban: » ‘Nuestra abstención es una opción política en un país en el que la democracia es débil. Constituye una advertencia que revela que necesitamos una reforma estructural que no solamente se refiera a la educación, también el pueblo tiene derecho a una democracia participativa’, dice Pablo Toro». Y agregaban: «Si existiera esa democracia en que el voto significara un cambio, no tendríamos que recurrir a huelgas de hambre, liceos en toma o llamados a la abstención electoral», dicen. (Punto Final, 26/10/2012). También dijeron que los partidos, así en general, no sirven, y lo demuestra diciendo que «es coherente porque la clase política no ha dado ninguna respuesta y sale desde la ACES porque en nuestra organización no hay interferencia de los partidos» (La Nación 22/10).
Con el voto nulo activo que planteamos desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/PTR-CcC, contra la lucha por una democracia participativa de la ACES y ante el rechazo general al régimen, planteamos que había que rayar abiertamente contra toda la herencia pinochetista y por un partido revolucionario de la clase trabajadora. Plantear una alternativa de los trabajadores independiente de toda variante patronal, utilizando activamente todos los espacios y tribunas. Porque de lo que se trata es de prepararse para terminar con toda la herencia pinochetista, y esto necesita la construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora, junto a todo el pueblo trabajador, la juventud explotada y oprimida, los pobladores, los mapuche.
La lucha de clases abrió sin retorno la crisis del régimen de la derecha y la Concertación que ahora se expresa electoralmente
Esta crisis -aún contenida- del régimen heredado de la dictadura, se abrió paso sin retorno con la lucha de clases. Las luchas en las calles del movimiento estudiantil el 2011 y ahora el 2012, en Aysen, en Magallanes, en Freirina, las movilizaciones de la Diversidad Sexual, de Calama, los paros y movilizaciones de los trabajadores, las luchas del pueblo mapuche. Atribuírselo a una campaña es al menos grandilocuente. De lo que se trata es de organizar toda esa fuerza en las calles, que comenzó a germinar un período de acumulación de fuerzas, de emergencia de una vanguardia -que fluye y refluye- juvenil, una inquietud entre los trabajadores, una reafirmación de la lucha del pueblo mapuche.
La expresión electoral de la crisis no se resolverá como pretende la Concertación con nuevas reformas electorales, como el voto obligatorio. Tampoco con una limitada democracia participativa como quiere Carolina Tohá. Ni con la democracia participativa de la que habla la ACES con participación comunitaria. Hay que terminar con toda la herencia pinochetista. Y las luchas en las calles, nos dejaron una gran lección.
Poner en pie una herramienta política para conquistar nuestras demandas en las calles
El movimiento estudiantil viene siendo el principal opositor al Gobierno y al régimen heredado de la dictadura. La juventud ahora expresó nuevamente su repudio utilizando el escenario electoral, mediante su masiva abstención y en menor medida anulando.
Pero el episodio electoral de las Municipales ha concluido (aunque se viene el de las elecciones parlamentarias y presidenciales). Y aunque las luchas estudiantiles del 2011 fueron desviadas al Parlamento, nada ha sido resuelto, y serán retomadas. Junto a las luchas de los trabajadores que se vienen reactivando, a las luchas de la Diversidad Sexual, a las luchas de los pobladores, a las luchas del pueblo mapuche.
Y aunque nada se ha ganado, se trata apenas de los primeros embates, y se vienen acumulando fuerzas. Y hay que prepararse para ganar. La juventud explotada y oprimida viene destacando un sector -que fluye y refluye, que avanza y retrocede- decidido, que no quiere agachar el moño.
Es necesario poner en pie una herramienta política que se prepare para terminar con este régimen sostenido por la derecha, y por la Concertación que busca maquillarlo, cambiar algo para que nada cambie, sostenido por izquierda por el PC. Una herramienta política de la juventud sin miedo, que desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/PTR-CcC, junto a compañeros independientes, estamos impulsando construyendo la Agrupación Combativa y Revolucionaria/ACR. Que una sus luchas a las luchas de la clase trabajadora que una y otra vez sale a la defensa de sus derechos, preparando su paso a la ofensiva por sus intereses, y que el impacto de la crisis empujará a las calles con sus métodos inevitablemente.
Hay que terminar con toda la herencia pinochetista
Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilizacion
¿Cuál es una de las grandes lecciones del 2011, y la breve lucha del 2012?
Que hace falta organizarse para vencer, un partido que de la lucha en todos los terrenos para poner en pie un partido revolucionario con una política de la clase trabajadora, independiente de la derecha y la Concertación/PC.
Hay que repudiar este odioso régimen, pero preparando una alternativa revolucionaria.
Tenemos que prepararnos para terminar con toda la herencia de la dictadura.
Para el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/ PTR-CcC, la resolución íntegra y efectiva sólo podrá venir de la lucha por una República de Trabajadores basada en sus organismos de democracia directa, que conquistaremos con una revolución obrera y socialista. En este camino, hoy, debemos luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización en las calles.
La tarea de esta hora, es, para terminar con toda la herencia pinochetista, poner en pie una alternativa, trotskista, como la que luchamos por construir desde nuestra joven liga de trabajadores y estudiantes, el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase, que lucha por poner en pie un partido para la lucha de clases, con una política de clase independiente de toda variante patronal: ni derecha, ni Concertación.