El día que Uribe llegó a Villavicencio, todo el mundo pensó que se trataba de Juan Valdéz (el del café Colombia) con un poncho y un sombrero ridículo mas grande que su cabeza. El helicóptero por el burro despejó las dudas del café pero no las del entorpecimiento a la operación. Cuando le brindaron café, […]
El día que Uribe llegó a Villavicencio, todo el mundo pensó que se trataba de Juan Valdéz (el del café Colombia) con un poncho y un sombrero ridículo mas grande que su cabeza. El helicóptero por el burro despejó las dudas del café pero no las del entorpecimiento a la operación.
Cuando le brindaron café, dijo que sabía a cucaracha y que le faltaba azúcar; se fue a un rincón se sentó en el suelo como Sitting Bull, y en vez de fumar el calumete de la paz, cerró los ojos y colocó ambas manos sobre sus rodillas donde cada índice (por suerte sólo dos) se pegó a su pulgar; pensando cómo podía joder a Chávez. UUMMMMMMMM.
Pero ahora, después de la acertada liberación de Clarita y Consuelo, las FARC obtienen un triunfo gigantesco y Chávez también, aunque Estados Unidos sólo felicite a Uribe. La prensa mundial se encargará de difundir a los cuatro vientos que todo ha sido gracias a Uribe y su poncho.
El desenlace de la entrega de los rehenes no podía ser de otra forma dado el carácter revolucionario y firme de las guerrillas de Marulanda.
Las liberadas están bien de salud, lo que no es el caso de los presos en Guantánamo, ni los presos de las FARC en las cárceles colombianas de los que no se tienen prueba de supervivencia. Duraron 20 días en la selva tratando de evitar los ataques de las tropas de Uribe, según le relataron a la Senadora y mediadora Piedad Córdoba.
La importancia de esta liberación no se centra, sin embargo, en la alegría de las liberadas y sus familiares, sino la creación de un revuelo en toda Colombia para alcanzar la paz. Una movilización que lleve a Colombia a zafarse del régimen opresor de Uribe y su »plan Colombia», macabro, guerrerista y terrorista.
Tanto Colombia como Perú, son las últimas piezas que le quedan a Estados Unidos en nuestra América y no por mucho tiempo.
El apoyo incansable que le dio Chávez a las negociaciones hizo , no sólamente posible la liberación de Clarita y Consuelo, mas que eso, ha sacudido toda Colombia, iluminando de nuevo la esperanza hacia la paz sin presos en la selva y sin presos en las cárceles.
Quedó Uribe sin máscara aunque de su disfraz le quedara el poncho y el sombrero a lo Speedy González. Quedó al descubierto como el elemento clave de la inestabilidad política del país.
El reloj colombiano se acelera. Ya no serán las FARC las únicas en defenderla y liberarla, la conciencia bolivariana crece al galope y esa era la única razón por la que los Estados Unidos ordenaran a Uribe de quitar del medio a Chávez y a Piedad.
Ni los gringos, ni Uribe querían que el desenlace fuese exitoso como lo vimos en la televisión al momento de la entrega. Se caen de un solo golpe todas las mentiras y patrañas de Uribe.
Se caen todas las perversiones de los comentarios contra Chávez y las FARC al no poder estos entregar los rehenes en la fecha prevista por los ataques de las tropas regulares al acecho.
¿Cómo acusar de terrorista a las FARC cuando uno ve un grupo de guerrillero tan humildes y tan valientes ? La despedida de los guerrilleros con las liberadas, con sus besos y abrazos, desmiente mucho los horrores que hablan contra ellos. Las declaraciones de Clara de que nunca fueron maltratados. ¿Se podría decir lo mismo de los salvajes paramilitares y militares de Uribe ?
La ambición de un grupito de oligarcas ha convertido a Colombia en un caos, ha creado mecanismo de violencia y represión que indignan a todo el continente y las guerrilas son una respuesta de defensa ante las arbitrariedades de esa minoría rica y corrupta que controla el país.
El miedo que tenía Uribe de que todo saliera bien era que Colombia viera con sus ojos, como testigo directo, de la clase de inhumano que tienen como gobernante.
Este no lanzó los operativos contra la entrega para impedirla solamente, sino para mantener una situación de guerra y de violencia que justifique los millones que les proporciona Estados Unidos. El tercero después de Irak y Afghanistán.
Con la liberación, las FARC y Chávez dan un golpe doble porque toda la covertura la hizo exclusivamente TELESUR. Ese es el logro concreto del movimiento bolivariano, poder contar con sus propios medios de difución para decir la verdad evitando a los manipuladores SIPosos y a los mentirosos profesionales de la CNN.
La liberación de estos y otros hará que Colombia despierte y apoye a las FARC a todo lo ancho del territorio porque ya no hay posibilidad de buscar la paz con estrecharse las manos. Las manos ensangrentadas de Uribe tienen que salir del gobierno para que Colombia pueda bailar su cumbia y su vallenato sin temor al terrorismo de estado actual.
Al final, Uribe levantó su tacita, brindó, tragó amargo, y amargamente dijo » hoy es un dia de júbilo».