Primero dijeron que México se había «colombianizado», ahora dicen que Colombia se ha «mexicanizado», lo evidente es que la cultura narco es el doping del capitalismo, al proveerle altísimas tasas de ganancias y grandes capacidades de control social. La cultura colombiana ha venido siendo reescrita por los medios de comunicación que nos inundan con series, […]
Primero dijeron que México se había «colombianizado», ahora dicen que Colombia se ha «mexicanizado», lo evidente es que la cultura narco es el doping del capitalismo, al proveerle altísimas tasas de ganancias y grandes capacidades de control social.
La cultura colombiana ha venido siendo reescrita por los medios de comunicación que nos inundan con series, novelas, música, entre otros, encaminados a glorificar la ganancia fácil, el mundo del desperdicio, el arribismo, la vulgarización de las mujeres y la naturalización del régimen conservadurista mafioso.
¿Qué es el Movimiento Alterado?
Nuestra cultura ha venido siendo colonizada con lo que en México se conoce como Movimiento Alterado, una moda cultural que glorifica a los cárteles mexicanos [1]; en nuestro país se viene haciendo lo propio con reconocidos narcotraficantes como Escobar, Gacha, Cartel de Cali, entre otros; lo cual se convirtió en apología al narcotráfico y en la regularización de conductas y comportamientos degradantes, una incitación a la consecución de dinero como factor de poder y valía, como propósito principal de la vida.
No sólo quieren reescribir la historia borrando las verdaderas razones del conflicto, sino que al mejor estilo de la Colonia pretenden borrar nuestra cultura para que las próximas generaciones carezcan de identidad; esta es una de las razones por las cuales los indígenas son incómodos para las élites, como le fueron incómodos a los españoles para imponer la religión y el sistema de despojo.
Sociedad dopada y desconectada de la realidad
La sociedad narcotizada pasea por los centros comerciales alucinada por los lujosos almacenes, producto del lavado del narco dinero, transitan con la conciencia anestesiada; se han vuelto indolentes ante el actual genocidio de los líderes sociales, el hambre, el desempleo y toda la problemática social que aqueja al país.
Nuestra sociedad deambula aturdida por el ruido de los parques de diversiones, mientras las balas acaban cada día con colombianos que no conocen un supermercado, solo las tierras que cultivan arduamente para que los alimentos lleguen a las despensas de los grandes almacenes. A los pequeños agricultores les compran sus productos por una miseria que no alcanza a cubrir tan siquiera el costo de los insumos.
Estudiar salió del imaginario de los pobres ya que muchos colombianos ni siquiera pueden cubrir sus necesidades básicas de salud, techo y trabajo; esto ha incrementado la delincuencia común, la prostitución, el sicariato, las redes de microtráfico, entre otros… es la miserabilización de la raza colombiana.
El pueblo colombiano está adormecido por un sistema capitalista degradado, como lo menciona Noam Chomsky: «La población no sabe lo que está pasando, y ni siquiera sabe que no lo sabe».
Rebelión contra la cultura zombi
La fracasada Guerra contra las drogas desconoce el contexto del narcotráfico y ve a los campesinos cocaleros como un eslabón más del narcotráfico; pero en la realidad los campesinos no son más que víctimas del narcotráfico, y la proliferación de cultivos de uso ilícito son consecuencia de la orfandad estatal de los territorios.
Las élites dueñas de los bancos en Colombia y los Estados Unidos se enriquecen lavando el dinero de las mafias, al tiempo que el régimen coloca a los escuadrones narcomafiosos como su brazo para la «limpieza social» de la delincuencia común que genera el mismo capitalismo neoliberal, además de convertirlas en arma de la guerra sucia contra sus opositores; así, «ganan por punta y punta».
Si el capitalismo es un cadáver y nosotros lo gusanos que vivimos en él, tenemos que rebelarnos para no portar su cultura de zombi y luchar por estructurar la sociedad colombiana sobre valores democráticos, patrióticos, de paz y de respeto a la Madre Tierra.
Nota
[1] La increíble moda cultural que glorifica a los cárteles de la droga en México. https://www.infobae.com/