En una novela filosófica, poco conocida, de Juan Bautista Alberdi, que escribe hacia 1870, una de las secuencias donde los personajes, Luz de Día (la verdad) interroga sobre educación a Tartufo, el célebre personaje de Moliere, (la mentira), puede leerse. «-¿Pero Tartufo tiene escuela para niños? – le pregunta Luz de Día. -¡No, faltaría más […]
En una novela filosófica, poco conocida, de Juan Bautista Alberdi, que escribe hacia 1870, una de las secuencias donde los personajes, Luz de Día (la verdad) interroga sobre educación a Tartufo, el célebre personaje de Moliere, (la mentira), puede leerse.
«-¿Pero Tartufo tiene escuela para niños? – le pregunta Luz de Día.
-¡No, faltaría más sino que yo vendiese mi tiempo y mi paciencia por treinta pesos al mes, el salario del último sirviente! Yo me ocupo de la educación para lo que es exaltar y ponderar sus ventajas, porque eso produce buen efecto y da opinión. Yo me ocupo (…) de dirigir, de administrar, de gobernar la educación; pero no de darla, porque eso es oficio humilde, subalterno y, sobre todo, para darla es preciso haberla recibido. En una palabra, yo predico sobre educación y hago sermones (…), y esto me basta para ganar la confianza de los padres de familia y pasar por amigo del progreso, que es todo lo que yo quiero».1
Un texto que no tiene desperdicio, el «delirio» de Alberdi prefigura el carácter de rehén del sistema educativo subordinado a los intereses particulares de un sector que decide.
Unos cuantos años antes, el propio Alberdi, escribía:
«… ¿qué filosofía puede convenir a nuestra juventud? Una filosofía que por la forma de su enseñanza breve y corta, no le quite tiempo que pudiera emplear con provecho en estudios de una aplicación productiva y útil…«2
Hasta desembocar en la generación del ochenta, como afirma David Viñas3:
«La clave del proceso del imperialismo clásico en la secuencia 1889 -Mitre/Roca- es, por tanto, decisiva: al fin de cuentas esa conexión había sido propiciada antes del 80 por los granes teóricos del liberalismo argentino, desde Sarmiento a Alberdi, quien declara, frente a la acción imperialista en la India: ‘mis simpatías en esta lucha son todas por Inglaterra. El día que ella triunfare en la India, debía ser un día de fiesta para todo el mundo cristiano. La mitad de nuestra prosperidad en Sud América depende de Inglaterra y la libertad del mundo entero tiene en esta nación noble y brava su más poderoso baluarte.‘
Eso, antes del 80. Sobre el 80, lo mismo: `necesitamos transformar esta América en América inglesa`, dice Dardo Rocha en 1881″.
La filosofía del positivismo, el liberalismo y la mirada obnubilada de los intelectuales, sobre la que se construye la nación argentina y se formula el sistema educativo: mirando y admirando el afuera imperial, donde habita la civilización; e imponiendo la muerte, la exclusión o la invisibilización en el adentro, donde habita la barbarie.
Dicen la documentalista Valeria Mapelman y el sociólogo Marcelo Musante:
«Se eligió eliminar las fronteras interiores con el indígena a través del asesinato y la usurpación de tierras, dejando en evidencia que lo que se estaba poniendo en juego era la urgencia de incorporar territorios para la profundización de un tipo de sistema económico, de modificar los modos de propiedad y sobre todo, en el norte, de incorporar y asegurarse mano de obra barata para los ingenios y obrajes que se estaban instalando en la región«.4
«Llevada felizmente a término la ocupación militar de La Pampa y La Patagonia en toda su extensión y extirpada la barbarie que esterilizaba a aquellos vastos territorios adonde hoy acuden los pobladores civilizados y las especulaciones del comercio y de la industria, engrandeciendo la Nación, ha llegado el momento de abrir operaciones decisivas sobre los también extensos y ricos territorios del Chaco«.5
El texto precedente es un fragmento de la posición del presidente Julio Argentino Roca y su gobierno en alocución frente al Congreso de la Nación, el 26 de julio de 1884, para solicitar una partida especial de presupuesto para llevar la Campaña al desierto verde, es decir, al Chaco.
Todas estas marcas impregnaron el sistema educativo con la fórmula sarmientina, civilización o barbarie, tiño los textos escolares, incluso por la omisión deliberada durante casi todo el siglo XX de generar el imaginario de desaparición de los pueblos originarios o mostrarlos como los habitantes pre-históricos en extinción.
Un plan estratégico, de la clase gobernante y terrateniente para instalar un proyecto económico que respondiera al engrandecimiento de sus fortunas y de dependencia y saqueo de las corporaciones extranjeras y nacionales a costa de los trabajadores esclavizados, encerrados en reducciones o ingenios o vendidos como sirvientes a familias adineradas, separándolos de sus núcleos de origen.
En el marco de ese plan de extermino indígena se crea la Nación, esos años en que el general Roca proyectó la llamada «Conquista del desierto» en 1879 y la «Campaña al desierto verde» en 1884 «en los territorios del Chaco».
No prosperó el Alberdi del «delirio», que realizaba la crítica a los que enmascarados en el progreso, acrecentaban intereses personales; ni el Alberdi que se opuso a Mitre por la guerra contra el Paraguay, la llamada guerra de la Triple Alianza o como él la llamó: de la Triple Infamia. No, las contradicciones del autor de las Bases permeabilizaron la otra faceta en el discurso historiográfico oficial.
No es intención de este trabajo profundizar en el pensamiento del imaginario del siglo XIX, sino encontrar perspectivas históricas que den cuenta de la pedagogía fundante de la Nación, que sí tiene conexiones con el Requerimiento de Obediencia, que impusieron los invasores españoles, cuando desembarcaron en estas latitudes, a los habitantes originarios.
Si bien la ley 1420 estableció la educación pública, gratuita y laica, también se inscribió dentro del pensamiento liberal que continuará más allá de variaciones en los enfoques de acuerdo con zonas epocales y nacionalismos mediante (ese artefacto cultural de una clase particular).
Por otra parte, el establecimiento del normalismo aseguraba una masa de educadores profesionalizados que sirvieran a los propósitos de la clase: la educación inscripta en el modelo positivista y el liberalismo económico como escuela de pensamiento.
Cerremos este apartado con dos pensamientos más de los intelectuales faro del siglo XIX:
Sarmiento: «… ¿Qué le queda a esta América para seguir los destinos prósperos y libres de la otra? Nivelarse, y ya lo hace, con otras razas europeas, corrigiendo la sangre indígena, con las ideas modernas, acabando la edad media. Nivelarse por la nivelación del nivel intelectual, y mientras tanto no admitir en el cuerpo electoral sino a los que se suponen capaces de desempeñar sus funciones.»
En el mismo sentido dice Alberdi: «El suelo más rico o más capaz de ser rico de Sud-América, será el que por condiciones geográfica, geológica y climatéricas, sea más capaz de atraer y fijar al poblador francés, inglés, suizo, alemán, italiano y español del norte. Porque será el trabajo de semejantes pobladores la verdadera causa de la riqueza de que este, suelo sea capaz.»6
Esa perspectiva como hecho pedagógico que continuó como parámetro de medida y que delimitó y dividió entre instrucción y educación; solo las clases acomodadas podían tener una educación y al resto había que instruirlo, incluso por necesidad de esas elites que van conformando la nueva burguesía de fines del siglo XIX y principios del XX con una nueva amenaza, la inmigración. Es en ese contexto que el sistema educativo debía prepararse y era preciso que el Estado tomara el monopolio del sistema.
De la colonialidad del poder: globalización corporativa, neoliberalismo
Esa pedagogía de la admiración del poderoso, del rico y sobre todo del poderoso y rico extranjero, se sostiene a pesar de las expoliaciones perpetuadas en Latinoamérica, primero originadas por los llamados conquistadores y luego, por la oligarquía y la burguesía locales, subordinadas siempre a los intereses de los países imperialistas y a los intereses de las corporaciones.
Así como en el siglo XIX hubo que preparar el sistema educativo en función del ideario de riqueza que el país tenía y generar los medios para poseerla, lo cierto es que esas riquezas siempre quedaron en las manos de las minorías que traman nuestro destino, autóctonas o no y que conservan el poder gracias a una educación colonializada, que expandió la pedagogía de la obediencia y la repetición de los valores, idearios y proyectos de la burguesía y su modelo de país y por ende de sociedad. Plasmados sobre currículas que atravesaron todo el canon escolar.
La «normalización» que se impuso a fines del siglo XIX y principios del XX, pero que desbordó el cauce y por eso generó rebeliones universitarias que posibilitaron la autonomía, movilizaciones de los estudiantes secundarios, lucha de los maestros a lo largo de todo el siglo XX; pero no se logró reformar la esencia; es decir, la fuerza que la colonialidad del poder posee para mantener su imaginario de clase sobre el sistema.
Hay que marcar una diferencia entre la perspectiva del siglo XX y la actual. No pasaba por el proyecto de la burguesía transferir el circuito público a sectores privados. El sistema tal cual estaba servía a los propósitos de la colonialidad del poder.
Sin embargo, un nuevo horizonte comienza a diseñarse desde los más poderosos del globo: la educación como una plaza más del mercado, transformar la educación en una mercancía a la que hay que agregarle valor para que sea rentable.
Un nuevo paradigma de sujeción de los sistemas educativos, el estandarizado. Del normalismo del siglo XX a la estandarización del siglo XXI. Otra de las caras de la posmodernidad, según algunos teóricos o de la modernidad tardía, según otros. Los cambios culturales, las nuevas formas de adquisición del conocimiento habilitan el paradigma estandarizado de sustracción de lo público del sistema educativo en función de la optimización de ganancias corporativas y control social.
De esto se trata la llamada reforma educativa, este es el nuevo desplazamiento de la colonialidad del poder, que desde sus documentos «ecuménicos» internacionales reproducidos viralmente en documentos regionales y locales imponen por la vía del precepto «modernización» el imaginario del servilismo educativo.
La estandarización en sí misma es el triunfo de la pedagogía instrumental que en términos generales nos habla de educar por competencias y habilidades, en su universo no aparece la crítica, sino la «comprensión», la «adaptación» y la «flexibilidad». Lo terriblemente perverso es que los documentos de la reforma educativa hablan desde hace 26 años de «inclusión», que no es más que un mito discursivo de que el «excluido» vaya a la escuela, pero después vuelva a la marginalidad, con políticas focalizadas para mantenerlo en esa condición. O la llamada «calidad» educativa, que pone su foco en los «resultados» instrumentales.
Todos esos conceptos, también vienen de los organismos internacionales, sus fundaciones empresariales y de grupos o sociedades civiles que se han trasformado en la intelligentsia de la educación global.
¿Qué ocurre mientras nosotros estamos distraídos haciendo otra cosa?
Un artículo de David Brooks, publicado hace poco más de tres años nos informa lo siguiente:
«De pronto, la educación pública se ha vuelto un nuevo ‘mercado’, gracias a las reformas impulsadas durante la década pasada.
Una conferencia de inversionistas interesados en el sector educativo con fines de lucro (Capital Roundable For Profit Education Private Equity Conference), en julio del año pasado, afirmó que `la educación es ahora el segundo mercado más grande de los Estados Unidos, valuado en 1.3 billones de dólares’.
Empresas como Pearson (la cual fue investigada por invitar a legisladores a viajar por el mundo justo antes de que tomaran decisiones sobre el otorgamiento de contratos para exámenes) y el Fondo Becas McKay, creado por Jeb Bush, el hermano del presidente que promulgó las reformas educativas que tanto interesan al sector privado, han visto cientos de millones de dólares en negocios.
El economista Jeff Faux reporta que el multimillonario Rupert Murdoch, dueño de Fox News, el Wall Street Journal y el imperio News Corp, afirmó que ‘la industria de la educación’ estadounidense representa una ‘oportunidad’ de 500 mil millones de dólares para los inversionistas.
… Al desviar flujos grandes de dinero existentes del sector público al privado, esto creará nuevas iniciativas con fines de lucro que podrían ser capitalizadas y transformadas en acciones bursátiles y otros ‘instrumentos financieros‘.
Más allá de esto, los contratos multimillonarios para sistemas de evaluación, desde bancos de datos, computación, exámenes, guías de evaluaciones, servicios de apoyo para mejorar las calificaciones y sistemas on line de instrucción, ya están enriqueciendo a todo tipo de empresas, desde Microsoft (la de Gates) a Pearson y Kaplan, entre otras.
(…) Bill Gates, a través de su Fundación Bill y Melinda Gates, ha usado sus masivos recursos para definir en gran medida sobre educación (…) ha sido el principal impulsor de reformas federales y estatales que se centran en la evaluación de maestros y escuelas con base en los resultados de los exámenes estandarizados, la promoción de escuelas privadas y semiprivadas (escuelas chárter) y la aplicación de soluciones de mercado a lo que ha tachado de ser un sistema ‘fracasado’.
Su fundación es la organización ‘filantrópica’ más grande en el sector de educación pública. Gates lo ha logrado financiando desde agrupaciones promotoras de políticas educativas, think tanks, medios especializados, universidades, líderes académicos y periodistas, hasta programas de televisión y películas de Hollywood.«7
Un artículo sin desperdicio que muestra cómo se va diseñando la estrategia del «mercado» educativo y la disolución del carácter público del sistema al mismo tiempo que expone la colonialidad del poder.
Y, a propósito de los financiamientos de Gates; para el caso de Hollywood, se trata de una película que se llama «Esperando a Superman«; un libelo que critica la escuela pública y reivindica la calidad de la educación privada. La película califica a la escuela pública como una «fábrica de desertores» y hace una perversa comparación: un preso le cuesta al estado 33 mil dólares por año, esto es que por 4 años se gastará en el preso 132 mil dólares; mientras que una escuela privada cuesta 8.300 por año; es decir que por 13 años de escolaridad el monto asciende a 107.900, quedando un remanente de 24.000 dólares para pagar parte de los estudios superiores.
La intención del mensaje va más allá de lo que dice de la escuela pública: «fábrica de desertores», en realidad la equipara con una fábrica de delincuentes, siendo que si la sociedad invierte en enviar a sus hijos a la escuela privada se aseguraría, en principio, la no deserción y finalmente que no sean delincuentes y, siguiendo la lógica de la película, que el estado no invierta en educación, mucho menos sosteniendo presos y que desplace el manejo del sistema a manos privadas, es decir, se aseguran el negocio y la imposición del imaginario sin interferencias, todo por la «mano invisible» del mercado y su falso sistema de competencia.
All That Jazz
El campo corporativo socava y corrompe la naturaleza pública del conocimiento, no por los cambios culturales ni por los formatos de adquisición, sino por negocios y control.
En el mismo sentido, las propias fundaciones corporativas fueron construyendo instituciones que funcionan como redes en el negocio educativo, un entramado mundial que actúa con el despliegue de sus nodos casi por todo el mundo, la orquesta perfecta, pues todos tocan la misma melodía, la del dinero.
Teach For America fue fundada en 1989 por Wendy Kopp, cuando se globaliza la reforma en educación, la idea central de la institución es la captación y formación de líderes que luego tendrán una actuación calificada a nivel local y mundial por el «cambio» en educación. Hace siete años aparecía Teach For All, que tiene como cofundadora a la propia Wendy Kopp.
Teach For All se define como «una red mundial comprometida con asegurar excelencia y equidad educativa mediante la aceleración del impacto de las organizaciones nacionales que están reclutando a los futuros líderes más prometedores de sus naciones para ese propósito.»
Es decir que selecciona, en un americanísimo darwinismo social, quienes van a ser los futuros líderes mundiales.
La red tiene 35 organizaciones independientes alrededor del mundo, donde incluyen a sus socios fundadores Teach For América y Teach First del Reino Unido.
Es decir, que es una red que recluta a los futuros «líderes» para trabajar como educadores en todos los países donde funcionan sus organizaciones.
Según su propia página web: «Los socios de Teach For All están comprometidos con los siguientes cinco principios:
Buscar y seleccionar la mayor cantidad posible de futuros líderes más prometedores de su país, de todas las disciplinas académicas básicas para impactar positivamente en el rendimiento de los estudiantes y convertirse en líderes a largo plazo capaces de lograr un cambio sistémico.
Formar a los participantes para que desarrollen las habilidades, la mentalidad y los conocimientos necesarios para maximizar el impacto en el rendimiento estudiantil.
La colocación de los participantes como profesores durante dos años en puestos regulares de enseñanza en áreas de alta necesidad educativa, con clara responsabilidad sobre los resultados en sus salas de clase.
Acelerar el liderazgo de los alumni fomentando la conexión entre ellos y creando caminos claros y convincentes hacia el liderazgo para la expansión de las oportunidades educativas.
Impulsar el impacto medible en el rendimiento de los estudiantes en el corto plazo y en el largo plazo, en el desarrollo de líderes que ayudaran a asegurar oportunidades educativas para todos.
Las organizaciones de la red comparten el diseño organizacional:
Independencia del control del gobierno y otras entidades externas (el resaltado es mío), con una junta autónoma, una base de financiamiento diversificada y la libertad de tomar decisiones operativas, desafiar los paradigmas tradicionales y mantener el modelo frente a los cambios políticos.
Alianza con los sectores público y privado a cargo de la asignación de plazas docentes, el financiamiento y el contexto regulador necesarios para lograr la escala y mantener el impacto en el tiempo, y a la vez aumentar la responsabilidad por resultados.
En la cumbre celebrada en febrero de este año por los 25 años de Teach For America, su fundadora Wendy Kopp, dijo, refiriéndose a la nueva red Teach For All:
«Para tener éxito necesitaremos esfuerzos audaces y tenaces, cometeremos errores y daremos pasos hacia atrás, y tendremos que aprender muchísimo. He llegado a pensar en esta obra nuestra como un proyecto a largo plazo. Tomando en cuenta el tiempo que tardará, somos muy privilegiado de habernos encontrado con él tan temprano en nuestras vidas. Con todos nosotros en este trabajo – tratándonos a nosotros mismos y unos a otros con generosidad para que tengamos la fuerza para lo que se viene- , podemos lograr un progreso real en nuestras vidas. ¡No puedo esperar para ver a dónde nos llevarán los próximos 25 años!»
Surgen algunas preguntas de esta «celebración» que Wendy Kopp hace sobre este desafío que tiene Teach For All.
Veamos, ¿a qué se refiere con el éxito de su proyecto?; ¿por qué los esfuerzos deben ser audaces y tenaces?; ¿qué es lo que tardará mucho tiempo?; ¿qué es lo que se viene, por qué necesitan tanta fuerza?
En el territorio de la interpretación, podemos pensar en un primer momento que a lo que se dedica la red Teach For All es a «reclutar» líderes educativos; para ello necesitan expandirse por todo el globo, de hecho cuentan con 35 organizaciones en varios países y por lo que expresan, gozan de «Independencia del control del gobierno y otras entidades externas», es decir que mientras a los sistemas públicos se les imponen agencias de evaluación de resultados, la red de organizaciones que componen Teach For All poseen absoluta autonomía de control tanto de los gobiernos como de entidades externas.
Otro punto sugerente es el de «la colocación de los participantes como profesores por dos años en puestos regulares de enseñanza en áreas de alta necesidad educativa, con clara responsabilidad sobre los resultados en sus salas de clase«. Mientras que para ejercer en la docencia se necesita hacer una carrera de grado con una formación específica y luego inscripciones en listados por mérito para acceder a un cargo, los reclutas de Teach For All ingresan directamente sorteando las normativas, puesto que en los «compromisos» de sus organizaciones está la «independencia de los gobiernos» y «desafiar paradigmas tradicionales».
¿Acaso Teach For All tiene como proyecto la apropiación mundial de la educación? «esfuerzos audaces y tenaces para lograr el éxito» dice Wendy Kopp.
Claro que la red tiene aliados muy poderosos en el sector financiero que se comprometen con fuertes aportes como Deutsche Post DHL8, Laura y John Arnold9; Robertson Foundation10 y Seedlins Foundation11, cada una de esas organizaciones aporta a Teach For All 1.000.000 de dólares. También está asociado a Teach For All con un aporte de al menos 500.000 mil dólares, Credit Suisse, una de las mayores corporaciones financieras del mundo y Western Unión, con un aporte no menor a 250.000 dólares, entre otras tantas corporaciones y fundaciones.
Todos apostando al «cambio» en educación, todos en el gran desafío por la «calidad», «reclutando» líderes o mentores, bregando por aquello que dijo Bill Gates sobre los sistemas «fracasados» y por aplicar las recetas del mundo empresarial en los sistemas públicos de educación para conseguir «resultados».
Entre sus socios de estas regiones aparecen: Enseña Chile; Enseña Colombia; Enseña Ecuador; Enseña por México; Enseña Uruguay; Enseña por Panamá y Enseña por Argentina.
¡Enseña por Argentina!
Un artículo publicado por el diario La Nación12 nos ilustra que Enseña por Argentina es una ONG creada como réplica local del programa Teach for América, y por supuesto con su misma filosofía: «detectar jóvenes recién egresados de sus carreras universitarias, con ‘talento’ (…) darles formación pedagógica y comprometerlos a que trabajen como docentes en escuelas secundarias en zonas desfavorecidas durante dos años, recibiendo el mismo salario que el resto de los docentes».
El diario caracteriza al CEO de Enseña por Argentina, Oscar Ghillione, como un joven «emprendedor social», con título de grado en la UADE, Administración de Empresas; postítulo en el CEMA y especialización en negocios en España.
La ONG se sostiene con aportes de empresas, subsidios del Estado y donaciones.
Entre otros tantos socios corporativos de la ONG, Enseña por Argentina, aparecen: Laboratorios Roche; Fundación La Nación; Fundación Acindar; Credit Suisse; Microsoft; Southamerican business forum; Techint; Endemol; Telefé; DHL; Fundación Telefónica; Banco HSBC; Banco Superville; Coca-cola Argentina; Banco Galicia; Visa; Universidad Austral, Universidad Abierta Interamericana (UAI); Universidad Argentina de la Empresa (UADE); Universidad Católica Argentina (UCA); Universidad de San Andrés; Universidad Torcuato Di Tella, Flacso y Proyecto Educar 2050.
Como vemos, una importante combinación de reformadores son socios de la ONG Enseña por Argentina, desde corporaciones comerciales, pasando por bancos, fundaciones corporativas, universidades de élite y asociaciones civiles, como Proyecto Educar 2050, que también se ha formado para «presionar» por los mismos objetivos de la «educación para todos», hacer de los sistemas educativos una fuente de ganancias sustentable a partir de la estandarización de los sistemas.
La estandarización, no sólo es en función de negocios corporativos multimillonarios con la educación, como lo venimos desarrollando, sino que responde a la manipulación y el control sobre el conocimiento y por sobre todo, sobre la subjetividad social. Las inversiones que las corporaciones hacen tienen que rendir sus frutos, cosa que no viene sucediendo con la velocidad que esperaban. Es por eso que cada vez la presión y la ofensiva son mayores por la transferencia de los sistemas públicos de educación a la intelliguentsia de las corporaciones.
Breve digresión
Lo curioso es que siempre son los mismos que desde hace años dicen que las pruebas internacionales, las pisa y las de la UNESCO por un lado; o el operativo nacional de evaluación (one) por otro, obtienen «peores» resultados, siendo que ellos son los que fijan sus presiones políticas en función de la mentada reforma desde hace 26 años. Tal vez la reforma global corporativa en educación sea un fracaso, para usar el término que Bill Gates utilizó para calificar a los sistemas públicos de educación, tal vez no sean buenos «pedagogos» los hombres y mujeres del mundo empresarial, tal vez las estrategias del Banco Mundial, la Unesco y la Cepal, también sean un fracaso, tal vez la educación no encierre un tesoro, recordando el informe Delors13, tal vez la educación sea el tesoro del que hay que apropiarse.
Decía el informe Delors: «…movilizar el enorme potencial que ofrecen las organizaciones no gubernamentales (ONG), y, por consiguiente, las iniciativas de base que podrían prestar un valioso apoyo a las actividades de cooperación internacional.»
Está claro que el informe Delors, de mediados de los ’90, proponía esa estrategia: la intervención de las ONG como instrumento territorial. La participación directa del Banco Mundial o del BID con programas focalizados, no dieron los resultados esperados. En cambio, la incentivación a la creación de más organizaciones no gubernamentales y fundaciones corporativas aseguran la inserción territorial para llevar a cabo el «cambio», la «reforma educativa», esto es, el proceso de transferencia del sistema. El fraude.
Está claro que nada ha cambiado desde las políticas educativas de los ’90, los instrumentos legales que se utilizaron, en el caso argentino, desde la Ley Federal de Educación, su derogación, hasta la Ley de Educación Nacional, habilitan a la cooptación del sistema público. Los informes de la UNESCO o el grupo PREAL de la Comisión Diálogo Interamericano siguen con la misma vigencia de la década del ’90, así como la continuidad, reformulación y ampliación que le dan a estas estrategias de transferencia: las Metas Educativas 2021, la Agenda Post 2015 y, por supuesto, las Estrategias 2020 del Banco Mundial.
Tal vez cambiaron algunas cuestiones de conceptualización que causaban mayor resistencia, como, por ejemplo, hablar de la educación como servicio; pasó a ser bien social o bien público, siendo que un bien es una mercancía, por lo tanto es transable. Mantuvieron la esencia más allá de la nominación.
Para algunos, muchos, entre los que me incluyo, la educación es un derecho humano y como tal, no puede ser un bien, ni un servicio; no debe ser tomado como mercancía, ni pública, ni privada.
¡No es la filantropía, estúpido!
La educación como derecho humano universal no es compatible con la didáctica empresarial, ni con su organización, ni con sus objetivos. Si la educación es el motor de la transformación social, política y económica, no es el sector empresarial el que debe diseñar (controlar) el modelo educativo. Simplemente, porque el modelo empresarial es mercado, es especulación, es optimización de ganancias, es evasión impositiva, es fuga de capitales (para no abundar).
Son los mismos que nos hablan de un mundo competitivo y que tienen sus especialistas en educación para transferir directamente este concepto como uno de los fundamentos de lo que llaman la «reforma educativa», «enseñar conocimientos socialmente productivos», dice la ley de educación y los documentos internacionales.
Es una falacia hablar de la competencia del mercado cuando hay un estudio14 (que fue censurado), entre otros, en el que demuestran que 147 corporaciones transnacionales, principalmente financieras y minero-extractivas, controlan la economía mundial.
Esas mismas corporaciones que establecen redes de control, crean y articulan organizaciones no gubernamentales, son las que pretenden, con una máscara filantrópica, quedarse con el control global de la educación.
No es una novedad que el poder corporativo impone políticas a los gobiernos para optimizar aún más sus ganancias, al mismo tiempo que «flexibiliza» o precariza a sus trabajadores, porque consiguen las leyes para hacerlo. Pero no sólo es la «presión» política, como vemos que dicen sus propios escritos; es mucho peor cuando son gobierno, cuando los titulares de ministerios u organismos públicos son Ceo o gerentes corporativos.
Es imprescindible cerrar este capítulo II de La educación en la era corporativa con otra cita de Noam Chomski: «En los últimos 25 años, ha habido un ataque generalizado a la solidaridad, a la democracia, al derecho social o a cualquier cosa que interfiera con el poder privado; son muchos los objetivos. Uno de esos objetivos es indudablemente el sistema educativo (…) Un sistema público de educación se basa en el principio de que unos se preocupan por los otros (…) Hay un gran esfuerzo por debilitar todo eso, en tratar de privatizar las aspiraciones para así controlar totalmente a la gente (…) el debilitamiento de la concepción de solidaridad y cooperación, eso es lo que radica en el ataque al sistema de escuelas públicas, el ataque a la seguridad social, el esfuerzo por bloquear cualquier forma de sistema nacional de salud (…) todo ello es parte general de crear un orden socioeconómico bajo el control del poder privado.«15
Notas:
1 Alberdi Juan B. «Peregrinación Luz de Día» en Obras Selectas. Tomo II. Librería La Facultad. Bs. As. 1920
2 Alberdi Juan B. «Filosofía Contemporánea» en op. cit.
3 Viñas David. Literatura Argentina y Política. Editorial Sudamericana Bs. As. 1995
4 Mapelman Valeria y Musante Marcelo. «Campañas militares, reducciones y masacres. Las prácticas estatales sobre los pueblos originarios del Chaco» en Historia de la crueldad argentina, volumen I, Coordinado por Osvaldo Bayer. Ediciones El Tugurio. Bs. As. 2010
5 Citado por Diana Lenton en: De Centauros a protegidos. La construcción del sujeto de la política indigenista argentina a través de los debates parlamentarios. Tesis Doctoral. 2005. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. Incluido en op.cit.
6 Las citas de Sarmiento y Alberdi fueron tomadas de Cucuza Héctor R. Yo argentino. La construcción de la Nación en los libros escolares (1873-1930). Miño y Dávila editores srl. Bs. As. 2007
7 «Inversionistas: la enseñanza, el segundo mercado más grande en EU» y «El empresario Bill Gates, fuerte impulsor de la reforma». David Brook. Diario La Jornada. México. 03-01-2013
8 La empresa de correos Deutsche Post surgió entre 1989 y 1995 mediante la privatización de la administración de la antigua empresa de correos Deutsche Bundespost. Al mismo tiempo, surgió en las telecomunicaciones la empresa Deutsche Telekom, así como el Deutsche Postbank.En ese tiempo, el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones quedó encargado de las tareas del servicio postal. Después, la recién creada Agencia Federal de Comunicaciones se encargó de todas las actividades relacionadas con la administración postal.
Deutsche Post quedó fuera del control del estado el 14 de junio de 2005 cuando la institución financiera KfW Bankengruppe compró acciones de esta empresa valoradas en 2 millones de euros.
El empresario alemán Klaus Zumwinkel fue el presidente ejecutivo de la empresa desde 1990 hasta 2008. Renunció al cargo el 15 de febrero de 2008 ante la presión de la opinión pública debido a una investigación que lo vinculaba a una evasión de impuestos.
9 Según su propia página web, http://www.arnoldfoundation.org/ la propuesta de la fundación «se basa en las políticas que promueven una administración descentralizada y más posibilidades de elección de la escuela para familias, así como una mayor flexibilidad y responsabilidad para los líderes y educadores. Creemos que las escuelas y los sistemas escolares que dan prioridad a estos principios se pueden abordar las desigualdades sistémicas y mejorar los resultados educativos.A diferencia de muchos sistemas tradicionales de la escuela, donde los líderes escolares deben seguir un programa de instrucción específica y se adhieren a los mandatos del distrito, los operadores en el modelo de cartera tienen un alto grado de autonomía en su toma de decisiones. Ellos seleccionan su propio plan de estudios y los materiales, contratan a los maestros y el personal, y controlan el presupuesto de la escuela«.
10 Según su propia página web, www.robertsonfoundation.org/reform: «El objetivo de la Fundación Robertson es asegurar que todos los niños tengan acceso a las oportunidades educativas de alta calidad. Nuestras iniciativas de reforma de las escuelas públicas tratan de abordar desafíos que afectan negativamente el rendimiento estudiantil. Utilizamos un enfoque de dos vías:«La reforma desde dentro» – las actividades que mejoren las políticas y prácticas del sistema de apoyo existentes, impulsar un uso más eficaz de los recursos, y llevar a cabo proyectos de demostración que pueden ser adoptadas a lo largo de los sistemas públicos.
Cambiar unidad de generación de presión externa – el fomento de la competencia mediante el apoyo al desarrollo de las escuelas autónomas, los programas de cupones, y los recursos que permiten a elección de los padres informados.
Nuestra esperanza es que las escuelas y los sistemas eficaces que apoyamos servirán como ejemplos de «lo que puede y debe ser» para las escuelas públicas de Estados Unidos; demostrando un liderazgo efectivo, exigiendo un alto nivel, la promoción de la gestión basada en la escuela, lo que garantiza un apoyo efectivo maestro, y que requiere la rendición de cuentas sobre la base de datos de los estudiantes.
El centro de nuestra estrategia de educación general es un enfoque implacable en el rendimiento de los estudiantes. Nuestra convicción es que la combinación de apoyo y la presión sobre la educación pública impulsará los cambios fundamentales necesarios para garantizar oportunidades educativas de alta calidad» (resaltado es mío).
11 Tiene un programa de acompañamiento a alumnos y estudiantes con problemas familiares y sociales. Trabaja con lo que llaman «mentores», es decir los acompañantes. Decenas de otras organizaciones son aportantes de esta fundación.
12 Diario La Nación Oscar Ghillione, «Un emprendedor social tras la utopía de una escuela que construya futuro» 16-12-2012
13 La educación encierra un tesoro. Informe Delors. Ediciones UNESCO. 1996
14 Los autores del estudio son Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, investigadores de la Universidad de Zurich (Suiza), quienes publicaron su trabajo el 26 de octubre 2011, bajo el título «La Red de Control Corporativo Global» (The Network of Global Corporate Control) en la revista científica PlosOne.org.
15 Chomsky Noam. «Asaltando la solidaridad – Privatizando la educación» Rebelión.org, julio 2001
Darío Balvidares. Profesor y Licenciado en Letras (egresado de UBA). Ex rector de la escuela de Comercio N° 3 Hipólito Vieytes (CABA)
Autor del ensayo La novela educativa o el relato de la alienación (2005) con prólogo de Osvaldo Bayer y decenas de artículos sobre educación, entre ellos: «Universidad pública o alimento transgénico de la corporación» (2008); «La colonialidad educativa entre Cumbres y Corporaciones: el final del carácter público del conocimiento…el crimen (casi) perfecto» (2010); «De la obsolescencia programada a la obsolescencia educativa» (2011) publicados originalmente por Argenpress y últimamente «Otro más allá del bien y del mal» (especial para Contrahegemonía – enero 2016); «La educación en la era corporativa» (especial para Rebelión – 2 de abril 2016)
Productor periodístico de los programas radiales La Deuda Eterna y La Cultura en Pedazos
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.