La aprobada reforma a la justicia en Colombia coloca hoy al país en una encrucijada, luego que el gobierno objetara la norma al tiempo que se adelanta un referendo revocatorio a través de la recolección de firmas. Ambas opciones o caminos buscan evitar que la polémica iniciativa -calificada de inaceptable- entre en vigencia, pero sus […]
La aprobada reforma a la justicia en Colombia coloca hoy al país en una encrucijada, luego que el gobierno objetara la norma al tiempo que se adelanta un referendo revocatorio a través de la recolección de firmas.
Las noches de los Micos
Uno de los protagonistas de La Noche de los Micos había sido también protagonista en otras noches fatales del Congreso… El senador Jesús Ignacio García fue promotor de dos Narco-Micos introducidos a última hora en anteriores reformas a la justicia…
El senador García defendió la no extradición y la imposibilidad de investigar a congresistas que hubieran recibido dineros del narcotráfico.
Estos fueron los 12 miembros de la Comisión de Conciliación del proyecto de reforma la Justicia que le introdujeron a su texto los ‘micos’ de última hora que generaron la indignación ciudadana: Alejandro Carlos Chacón, Eduardo Enríquez Maya, Germán Varón Cotrino, Gustavo Puentes, Jesús Ignacio García, Juan Carlos Restrepo, Juan Manuel Corzo, Luis Fernando Duque, Martín Emilio Morales, Orlando Velandia, Roosvelt Rodríguez y Carlos Edward Cobos.
Revisando la historia, se encuentra que uno de éstos conciliadores, el parlamentario Jesús Ignacio García, es experto en ponerle artículos de última hora a las reformas a la Justicia.
En noviembre 1989 la prensa acuñó el término ‘narcomico’ para referirse precisamente a un párrafo de la reforma que presentó el presidente Virgilio Barco, según el cual, los colombianos denunciados por narcotráfico no podrían ser extraditados. Dicha iniciativa fue promovida por 22 representantes, entre ellos, Jesús Ignacio García acompañado de su gran amigo Mario Uribe. El gobierno prefirió hundir la reforma a través de su ministro Carlos Lemos Simmonds.
Seis años después, en 1995, cuando el país vivía el escándalo del proceso 8000, 56 de los 102 senadores aprobaron otro ‘narcomico’ que se camufló a última hora en la Ley de Seguridad Ciudadana que había sido presentada por el gobierno del presidente Ernesto Samper. Según el artículo, ningún congresista podía ser investigado por haber recibido dinero de los carteles de la droga hasta tanto no se hubiera condenado a los aportantes, es decir, a los Rodriguez Orejuela. A pesar de la protesta de los medios de comunicación, los congresistas Jesús Ignacio García y Mario Uribe, hoy condenado por ‘parapolítica’, lo defendieron.
El ministro del Interior de entonces, Horario Serpa, y de Justicia, Néstor Humberto Martínez hundieron la reforma en encendidos discursos.
«La Dirección Nacional Liberal expresa su más enérgico rechazo a este artículo (narcomico) y solicita a la Cámara de Representantes que se pronuncie en contra de su aprobación e impida que tal despropósito se convierta en ley. En el infortunado evento de que esto no fuere posible, urge al señor Presidente para que en forma inmediata objete dicho artículo, no sólo por inconstitucional sino por ser altamente inconveniente y lesivo para los intereses de la sociedad colombiana» (15 de diciembre de 1995)
El parlamentario Jesús Ignacio García vuelve a aparecer como protagonista de la reforma a la Justicia de 2012. Esta vez como uno de los seis seleccionados por el presidente del Senado, Juan Manuel Corzo, para la comisión de Conciliación donde se le darían los últimos retoques al texto, justo cuando se introdujeron las modificaciones que la hundieron.
El senador liberal Jesús Ignacio García es el protagonista de las noches de los ‘micos’ en las reformas a la justicia desde 1989.
Ex Magistrado Carlos Gaviria: «La reforma a la Justicia es sencillamente una vergüenza»
El ex magistrado Carlos Gaviria Díaz dijo en Radio Nacional que la Reforma a la Justicia aprobada en el Congreso es «sencillamente una vergüenza. Una reforma que fue anunciada por el Gobierno como uno de sus puntos banderas y lo que está haciendo es destruir mucho de lo alcanzado con la Constitución de 1991».
Aseguró que la vía para tumbar esta reforma debe ser un referendo revocatorio, ya que se trata de una cosa muy bien pensada y premeditada.
«La clase política y el Congreso, tan desprestigiados, lo que hicieron fue inmunizarse frente a sanciones para conductas tan reprochables como las que se han venido observando y en contravía de lo que es un Estado Constitucional de Derecho», dijo Gaviria Díaz.
Además, expresó que es bastante reprochable y falta de ética la actitud de algunos magistrados que han guardado silencio frente a la iniciativa, que también los beneficia ampliándoles el período.
Agregó que el Ministro de Justicia ahora no puede rehuir de la responsabilidad que le acude al Gobierno ante estos hechos.
Vergonzosa salida del ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra
Ante una situación cada vez más insostenible y sin argumentos para enfrentar el debate político y ético en que se encuentra por la aprobación del esperpento de reforma a la justicia, el ministro del ramo, Juan Carlos Esguerra Portocarrero no tuvo más alternativa que presentar en la noche del viernes 22 de junio su renuncia irrevocable al presidente Juan Manuel Santos.
La presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón había criticado la postura intransigente que asumió Esguerra durante el debate de la citada reforma en el Congreso de la República, calificándola como «una actitud típica de la insolencia del poder», cuyas consecuencias hoy está pagando la institucionalidad del país y el propio gobierno de Santos.
Esguerra fue el encargado por el Gobierno Nacional de promover la polémica reforma de la justicia en el Congreso y hay evidencias suficientes en el sentido de que fue precisamente él quien les dijo a los congresistas que firmaran el texto de conciliación, con los «micos» que ahí se le colgaron, los cuales constituyen un monumento a la impunidad y al favorecimiento de expresos intereses personales.
Sin embargo, después de aprobada la inicua reforma, el propio Esgurra tuvo el cinismo de señalar que tenía reparos sobre el documento conciliado, cuando existen las grabaciones en las que felicita a los congresistas por el texto aprobado y los invita a salir a la opinión pública a defenderlo.
Esguerra Portocarrero sale del Ministerio de Justicia en forma vergonzosa y por la puerta de atrás, lo cual desdice de su trayectoria de jurista y de alto funcionario público. En esta oportunidad es evidente que traicionó los grandes intereses nacionales por contemporizar con una clase política corrupta y venal que se ha consolidado en el manejo del Congreso de la República.
Fuente: http://www.pacocol.org/index.php/noticias/161-vergonzosa-salida-de-esguerra-por-la-puerta-de-atras