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La Escombrera, la prensa, el terrorismo imperial sionista/gringo

Fuentes: Rebelión [Imagen (crédito): Jesús Abad Colorado]

Los seres más mediocres pueden ser grandes sólo por lo que destruyen. ANDRÉ MAUROIS

La tranquilidad que proviene de vivir con rectitud es mayor que cualquier placer. SÉNECA

La competencia es la ley de la selva, pero la cooperación es la ley de la civilización. PIOTR KROPOTKIN

Desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños, una reflexión crítica y política a propósito de una noticia reciente sobre la mayor fosa común ‘a cielo abierto’ del mundo: La Escombrera, en Medellín. La que de paso da pie para abordar, por un lado, el tipo de periodismo que hoy (y ayer) se hace en el mundo; y, por otro, recordar el cuento que escribí sobre dicho episodio macabro e histórico que a la vez sirve para desvirtuar el cuento sobre La Escombrera que montaron Varito, Narcuchis o Martuchis (como gustéis, diría el gilipollas), el gral. Montoya y demás troperos ultramontanos (i)responsables de la Operación Orión. La que significó un enorme trauma psicosocial que a nadie distinto a quienes pusieron los muertos importó y que, décadas más tarde, fue borrada de la Historia y de la histeria por Uribe, Santos y Duque, sus respectivos MinGuerra, no MinDefensa, y, claro, por los medios masivos de intoxicación, no de información ni, mucho menos, de comunicación: prepagos…

Acabo de ver un filme: no cito su título para que lo vean sin prejuicios. Refiere inicios de la prensa, el cambio de la opinión a otra cosa, el diario como tienda que vende lo que sea, produce noticias no para instruir, sino adular y a su vez engaña, la noticia, bien para lograr suscriptores, los periodistas cual putas que venden frases, y son a la vez corredores de bolsa entre artistas y público: Nacía una industria nueva: la prensa de opinión convertida en la comercial. El periódico era una tienda que vendía al público lo que quería oír. No se trataba de instruir al lector, sino de adular sus opiniones. O de inventárselas. Las noticias, los debates o las ideas se convirtieron en bienes que vender a los suscriptores. Estos periodistas se convirtieron en vendedores de frases, embaucadores, corredores de bolsa entre artistas y público. Lucien aprendió muy rápido. Escribía [con frenesí], con la rabia de la venganza. En pocos días, escribió decenas de artículos crueles, que se convertirían en su firma: Lucien.

Lo anterior para señalar que ahora El Espectador finge estar dando la noticia mayor, pero, al mismo tiempo, minimiza su relevancia, reduce sus alcances, petardea su trascendencia: “En Medellín – Encuentran primeros restos humanos en La Escombrera de la Comuna 13” (1) y habla de apenas dos personas, cuyos restos fueron exhumados por forenses al servicio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), cuando al instante cabe recordar que se trata del peor de los recuerdos: la fosa común ‘a cielo abierto’ más grande del mundo, se reitera. Uno de los hechos más aberrantes de los tiempos modernos, que conoce toda la población aledaña: la de Medellín, Envigado, Itagüí y, cómo no, la del planeta. Pero, que aquí es de modo sistemático negado por el Gobierno de la época y las autoridades, e ignorado en la prensa, así como por la Iglesia y sus ovejas. Como si nada hubiera pasado, nadie tuviera memoria, todos los otros deliraran, para evitar el llamado a juicio por la CPI para Uribe y sus secuaces.

Si hasta ahora Uribe no ha sido llamado a juicio es por el papel que el Lawfare ha jugado a su favor: es decir, la alianza entre medios de intoxicación y jueces venales y corruptos, como el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Gerson Chaverra Castro, el primer afro-colombiano de la historia en ser nombrado como tal (2): lo que, en este caso, no es motivo de celebración alguna. Se trata de un dudoso magistrado, ya muy conocido por ser uno de los artífices del Golpe Blando, a la Gene Sharp, contra el Pte. Petro; juez que se enriqueció ilícitamente, con predios, vehículos y demás propiedades ilegales; sujeto de poca ética y uno más del inconfeso Cartel de la Toga, que ha dado protección a otros sujetos tan poco probos, poco íntegros, poco éticos, como él. En vez de aclarar el panorama, su nombramiento proyecta el oscuro túnel por el que transita la justicia en el país, con sus evidentes huellas de prevaricato, asociación para delinquir, favorecimiento a terceros, entre otras razones de peso.

La única vía para salir de la ciénaga de mentira e injusticia es poner los pies en el terreno de verdad y justicia, no sin antes plantearse la pregunta que se hace el juez Clamence en La caída, de Camus: “¿Cómo ser justo sin engendrar la injusticia?” (3) Esto es, aplicar la justicia en derecho y como si fuera en democracia y hubiera democracia: de por y para todos, sin distinción de clase, color, grupo étnico, sexo (los dos únicos, no los 30 y pico que inventó el identitarismo de las élites, para desnortar la identidad sexual de los jóvenes, fomentar la fornicación y la promiscuidad y acabar con la idea de tener hijos y con la familia) o religión. Y dejar, por fin, de cultivar el delito, el nepotismo, la mala fe administrativa, en fin, la corrupción. Proteger la soberanía, la seguridad alimentaria, la salud y la educación superior gratuitas y de calidad, sin descuidar lo que se viene: la toma del país por vía de BlackRock y Blackstone; la próxima burbuja inmobiliaria, tras la de EE.UU, 2008, y la actual de España.

Y es que para 2025 se anuncia la puesta en marcha de la supuesta inversión por USD$ 6.500 millones a cargo del llamado mayor fondo de inversiones del mundo (4), eufemismo por fondos buitre, los que desangran a los países como si se tratara del más legal e inofensivo acto cuando es el más corrupto e ilegal. Se habla, obvio, de BlackRock, el mismo fondo buitre que ya se apropió del 30% de las tierras de Ucrania y de la reconstrucción del país, lo mismo que, se supone, hará ahora en Valencia, después de la DANA que asoló sus tierras y con Siria luego del derrocamiento cobarde e infame de Assad. A quien ahora EE.UU y los sionistas lo acusan, junto a su familia, de tener fosas comunes con más de cien mil desaparecidos: vaya ironía, los causantes del genocidio hoy lo acusan de genocida. E instalan a una banda antes terrorista, hoy yihadista, en el poder; el Imperio acusa a todo el mundo y lo sanciona, sobre todo a escala económica, pero en su contra no recibe castigo, sanción ni condena de nadie…

Lo que va acompañado del robo del agua en toda América Latina, la desidia legislativa frente a la labor del campesino, la negativa congresional a aprobar la ley de financiamiento, mientras los gobiernos anteriores de Uribe, Santos y Duque, presentaron dos c/u y las aprobaron. Todo ello, derivado del segundo (e ilegal) nombramiento de Trump como presidente del imperio sionazista/gringo; de la instalación por los sionistas del bufón Milei en Argentina; de los diversos procesos de Golpe Blando o Lawfare en contra de supuestos presidentes de izquierda; de la persecución encarnizada a todo aquel que disienta del diktat del Sistema y se atreva a aplicar políticas independentistas o libertarias: pero, no a la vulgar e innombrable manera del che/payaso citado, que nada tiene que ver con anarquismo libertario o socialismo, mucho menos con la tan cacareada e inexistente democracia: la que todos los más godos dirigentes gritan como si fuera algo real, existente y no un simple bluff.

Es decir, la tan difundida inversión de BlackRock en Colombia no es más que el disfraz del latrocinio que se cierne no sólo sobre Colombia, sino contra toda América Latina, por cuenta de la reelección de Trump (tras absolverlo por vía mafiósica de 37 condenas penales): no por vía electoral ni popular, sólo por designio directo del Colegio Electoral que conforman 538 miembros; otro simulacro de democracia, en el país de cucaña, el del american dream, más bien la pesadilla gringa; el de la moribunda Hollywood, hoy sustituida por la digital Netflix; el del soñado mundo Disney, sólo para dormidos; el de la prensa libre, la justicia infinita, las oportunidades: el paraíso de la libertad en la Tierra. El país de cucaña, reitero. Lo dicho no es producto de una tesis ni paranoia, sino la inferencia de un fenómeno natural surgido en las entrañas de los peores países corsarios de hoy: EE.UU e Israel y, en concreto, los sionistas. Trump no es más que el fusible que mientras opere seguirá conectado; de lo contrario, kaputt.

Y su postura plutócrata, dice muy a las claras lo oscuras que son sus intenciones. De ahí las recientes denuncias contra transnacionales gringas como Apple, por parte de la República Democrática del Congo en tribunales de Bélgica y Francia (5). De ahí que ya se plantee la versión Trump 2.0 como un inminente regreso del caos al mundo: su desfachatez proverbial es evidente. Intenta condenar a los abogados que enjuician a los responsables de la toma del Capitolio y absolver a sus atacantes. De ahí la soterrada alianza de EE.UU con UK en la generación de terrorismo de Estado, con el asesinato del gral. Ígor Kirillov, en Moscú, por agentes del MI6 británico y a quien, para justificar su crimen, la prensa occidental desvirtúa y presenta como alguien conocido por sus estrambóticos informes en el Min. de Defensa ruso que llevaron a la diplomacia británica a calificarlo de importante portavoz de la desinformación del Kremlin; no obstante, hay otras cosas dichas por él difíciles de desmentir.

Kirillov: “El Pentágono estaba pensando introducir en Rusia poblaciones de pequeños animales portadores del VIH y la hepatitis B. […] También, aseguró que enjambres de ‘mosquitos de combate’ portadores de diversos virus iban a ser liberados para infectar a los rusos (6). Acusó a EE.UU de obstruir las investigaciones sobre el origen de la plandemia de Covid 19 y de preparar ‘una nueva pandemia buscando mutaciones de virus’ y de pretender ‘provocar a Ucrania utilizando sustancias tóxicas y culpando a Rusia en el proceso’. La calumnia contra él no acaba ahí: después se le acusó de usar armas químicas atroces en Ucrania: se destaca el uso generalizado de sustancias antidisturbios y múltiples informes sobre el uso del agente asfixiante tóxico cloropicrina. Antes del crimen anunciado, el SBU de Ucrania declaró que había sido citado en rebeldía en una causa penal por uso masivo de armas químicas prohibidas en dos frentes de Ucrania. EE.UU e Israel no se citan al respecto.

Respecto a la irrupción de BlackRock en Ucrania, bastaría citar (7): ‘Salió a subasta el lote Ucrania’, que confirma lo dicho sobre fondos buitre que hoy se quedan con el país. En él, Maxim Goldarb, presidente de la UFIU, se refiere a la venta o, peor, a la subasta del expaís por cuenta de entes como BlackRock, Bunge Limited, Oaktree Capital Management, ADM y Cargill (8) (factoría/monstruo de alimentos gringa con intereses en la Amazonía colombiana, Argentina y Brasil, por citar sólo tres países de Suramérica). Luego, recuerda a Zelenski y su corredor de grano que viajaría a los países necesitados, para saber que era pura/dura exportación y no de grano ucraniano, sino propiedad de tales fondos buitre. Al final, teme que los ucranianos que logren volver del frente tengan que enfrentar a los nuevos amos de todo lo que un día fue del pueblo: para rebosar la copa, Peter Thiel, nuevo asesor de Trump, por vía de Palantir, empresa fachada de la CIA, hará la reconstrucción de Ucrania y Valencia.

Como les pasó a los antioqueños que se vieron involucrados con la toma de paracos y ejército en la Operación Orión, que dio como resultado centenas de muertos y miles de desaparecidos, tras la toma de la Comuna 13, unos y otro en cabeza del Gral. Mario Montoya y bajo orden directa de Uribe, como jefe de las FF.MM, y de la MinGuerra Martha L. Ramírez, alias Narcuchis. En ese sentido, cuando nadie volvió a hablar del asunto, o sea, se entró en el silencio obligado (en la Omertà: nadie escuchó, nadie vio nada, nadie dijo nada, como en épocas de la mafia siciliana: la que sigue), cuando eso pasó escribí Tres cuentos colombianos: el primero, La desaparición, dedicado a mi padre; el segundo, El juego del olvido, un tributo a mi suegra, Blanquita; el tercero, Del campo a la mayor fosa común urbana, sobre los hechos, borrados del mapa por la historia oficial y que reclaman el valor de la memoria. Resultó la noticia más leída/votada en la historia del Magazín Cultural de El Espectador (9).

Lo cual no deriva en jactancia, sino en reconocimiento a todos los lectores que fueron capaces de dejar atrás prejuicios y de apreciar con bondad tres cuentos que, en su orden, hablan de los avatares de un hombre mayor, que lo pierde todo, luego al viajar en una buseta se extravía y va a dar al culo del mundo en Bogotá: cuando se le cree desaparecido, aún no arranca su desaparición y cuando ya regresa donde su familia, muchos creen que se trata de un milagro; del tributo a una madre, abuela y bisabuela que, a trechos, entra en los terrenos inciertos de entre Alzheimer y demencia senil, con sus facultades cada vez más disminuidas, hasta que llega al reino de la oscuridad: Las sombras que la muerte manda por adelantado, son frescas y bienhechoras, J. Roth, dixit; en fin, del relato de alguien al parecer en tono autobiográfico, sólo para darle mayor solidez a la ficción y a la vez para reforzar una historia de horror, por terrorismo de Estado, que jamás debió ocurrir ni mucho menos negarse hasta el hartazgo. (10)

Recuérdese lo que decía Álvaro Gómez H., que al final le costó la vida, por un crimen de Estado: él cree que no se ha podido libertar la política. Ha quedado presa de un montón de compromisos: los elementos determinantes de toda la vida civil nacional. Y ellos son más importantes y decisorios que la propia Carta del 91. Aquí no se puede hacer política, porque la gente está comprometida, sobornada, claudicando antes las perspectivas de un contrato, de una embajada, la amenaza de una acusación. Todo eso está coordinado, de manera que mucho más que un gobierno, hay un régimen. Pero, del régimen hace parte, pues, el Congreso, los periódicos, los grupos económicos, todo eso tiene sus vinculaciones visibles e invisibles, de manera que no hay lo que se busca en la política: una oferta, una propuesta y si ésta es buena debe tener solidaridades. En cambio, se ve que ellas no se buscan por convicción, sino por puro interés: se buscan complicidades; es un sistema de complicidades generales, cierra (11).

Complicidades como las del Gobierno USA con Al-Qaeda, que revela Peter Bergen, analista de CNN, vaya paradoja, vía Glenn Greenwald en su libro Snowden, sin un lugar dónde esconderse, según las cuales la CIA ‘contaba con múltiple informes sobre un complot de Al-Qaeda y mucha información sobre dos de los secuestradores y su presencia en EE.UU’, que no compartió con otras agencias del Gobierno hasta que fue demasiado tarde para actuar. (12)Lawrence Wright, del New Yorker experto en Al-Qaeda, ridiculizó la idea de que recoger metadatos hubiera podido impedir el 11-S, al explicar que la CIA ‘ocultó inteligencia crucial al FBI’, la autoridad máxima para investigar terrorismo en USA y ataques contra gringos en el exterior; para él el FBI habría podido evitar el hecho: Lo que hacía falta era cooperación con otras agencias federales, pero, por razones a la vez nimias y poco claras, esas agencias decidieron ocultar a los

[expertos]

pistas [esenciales] que […] habrían evitado los atentados.

La mierda de mundo que hay se debe al imperio sionista/gringo: hoy destruye a Siria, echa a Assad y lo llama paz (13). ¿Alguien se come el cuento de que los musulmanes, vía Bin Laden, tumbaron las Torres Gemelas, de NY, el 11S de 2001? Para nada. Fue un autotumbe orquestado por Bush II, Cheney y Rumsfeld. Se necesitaba armar un pretexto para combatir el terrorismo en el mundo, y entonces el Imperio usó lo que imagina: achacar a otros lo que él hace. Requería captar ingresos, como siempre actúa, vía fraudulenta y con ese fin aumentar impuestos, tarifas aéreas, seguros médicos: y luego negar todo, como hoy niega el genocidio en Gaza. Al otro día, el trío compraba a huevo American Airlines. El día después al 11-S el único vuelo comercial que hubo fue para la familia de quien les hizo la vuelta, como dicen los mafiosos, de tumbar las Torres: Osama Bin Laden, antiguo doble espía de EE.UU en la invasión de Afganistán y luego perseguido por pasarse a las toldas rusas. Las complicidades.

Luego, EE.UU, mata a Bin Laden, pero Snowden desvirtúa la farsa de los conspiradores que hablan de conspiretas y señala que reside en Bahamas y la CIA sigue pagándole USD$ 100 mil al mes (14). Así, USA, el mayor terrorista del mundo que acusa a todos los demás países de serlo, pone en evidencia/confirma lo que escribió James Baldwin, nigger, pequeño, flaco y, encima, maricón (pero, ¡qué cojones!), en Sobre mi cabeza (15)para revolcar la amnesia total del planeta: “Viajaba antes de la época de los controles electrónicos [de la sociedad de control cibernético de hoy], antes de que surgieran los atracadores y los terroristas. De cuyo surgimiento los únicos culpables son quienes detentan el poder. […] ¿Quién tiene mayor pericia en [el uso] del terror que mi propio desventurado país? Sí, ya lo sé; pero, hijos, lo que sale retorna, lo que enviamos nos es devuelto. Un terrorista recibe ese nombre sólo porque no está avalado por ningún poder estatal; es terrorista porque no pertenece a ningún Estado”.

Sí, las complicidades de la política, a las que aludió Álvaro Gómez H., quien creció entre ellas y por eso sabía tanto: ser hijo del antecesor de Uribe, Laureano Gómez, no es cualquier lagaña de mico, diría mi padre que lo denostaba: por su violencia fue asesinado nuestro tío Miguel Muñoz Quintero en Icononzo; no halló lugar para esconderse. Como G. Greenwald titula su libro ya citado, sobre Edward Snowden, contratista de 29 años en 2013, de la NSA,cuyas revelaciones sobre actos perversos de la agencia derivaron en una noticia super álgida/trascendental de la historia reciente, lo que llevó a un áspero debate sobre seguridad nacional y privacidad en la información. Greenwald: ‘Nadie entendió mejor que John E. Hoover el poder de la vigilancia para aplastar a los descontentos, enfrentado como estaba al desafío de impedir el ejercicio de las libertades de expresión y asociación [que recoge] la I Enmienda cuando el Estado prohíbe detener a personas por expresar opiniones impopulares’.

Greenwald cree que a partir de los 60 se incrementaron mucho los dictámenes del Tribunal Supremo que establecían protecciones de rigor sobre libertad de expresión, lo que resultó en la decisión unánime de 1969 en torno al caso Brandenburg vs Ohio (16): se anulaba la condena del dirigente Clarence Brandenburg, del Ku Klux Klan, que en un discurso amenazó actuar con violencia contra funcionarios políticos. Para el Tribunal, la I Enmienda es tan clara que las garantías de libertad de expresión y libertad de prensa no permiten al Estado prohibir o proscribir la apología del uso de la fuerza. El caso se edificó con base en la ley de sindicalismo criminal de Ohio, usado en la posguerra como parte del miedo al comunismo y al socialismo. La legislación se diseñó para prevenir propagarlos mediante un cambio social violento. La defensa de la violencia se vio como amenaza a la libertad de expresión de la ciudadanía gringa. Hoover forjó de entrada un sistema para evitar el fomento de la disidencia.

Luis H. Hernández en No es posible de otra manera 2050 pero otros mundos son posibles (17). Una nota en su presentación, permite al catedrático de la U. N. señalar que, de cara al horror que se vive en el planeta, aún es posible la esperanza al plantear el paso de la Época Moderna, vigente desde los siglos XVI-XVII, a una nueva época civilizatoria que el autor llama del Procomún colaborativo o Transmoderna y cita un cambio debido al surgimiento de dos nuevos giros civilizatorios: el energético, basado en la electricidad vía fuentes verdes o limpias, y el lingüístico o comunicacional merced a la eclosión de Internet. Ambos, de algún modo, ya puestos en práctica por el Gobierno Petro. Una apuesta para tomar conciencia de la honda responsabilidad ética y moral que hay con el destino de la Humanidad y la sostenibilidad de la vida en el planeta; y, entonces, reconocer que, si lo pasado no pudo ser de otro modo, hacia el futuro otros mundos son posibles, como pudieron serlo en el pasado…

En conclusión, todo lo anterior tiene que ver con el manejo tendencioso, sesgado, fraudulento de la prensa, los medios masivos (radio, TV por cable: forzada ya pronto a desaparecer por presiones del Streaming), las redes sociales, con el fin de adoctrinar, provocar líos entre usuarios, imponer el pensamiento único: y, de paso, acabar con el pensamiento complejo/diverso, así como con la diferencia de ópticas sobre la vida, la movida del mundo, la dialéctica, el amor, el humor, la razón de ser de las cosas, en fin, su contenido intrínseco y no su timadora apariencia. Lo que, ante la falta de una efectiva libertad de expresión, de movimiento y de creación de medios (consignada aquí en la Carta del 91 bajo el Art. 20), con la premisa falsa de estar en la civilización de la imagen y la tesis cierta de que es un engaño, llevó a J. Saramago a sentenciar sobre un falso credo: “El mundo se está convirtiendo en una caverna igual a la de Platón: todos mirando imágenes y creyendo que son la realidad”… (18)

Así, sin darse cuenta, el hombre pasó de la sociedad de control de la que habló Burroughs, antes de Foucault, a la de control cibernético de la que ahora habla Paul Virilio en su libro El Cibermundo, la política de lo peor. (19) Al preguntarle si la hipertecnologización de las sociedades conduce a un aumento del control y la vigilancia de los sujetos, contestó que es imposible comprender el desarrollo de la informática sin su dimensión cibernética. No es casual hablar de ciberespacio. Las autopistas de información están unidas a un fenómeno de feedback. Estamos ante un fenómeno de interactividad que puede tender a privar al hombre de su libre albedrío para encadenarlo a un sistema de preguntas-respuestas, sin parangón. Cuando algunos ensalzan el cerebro mundial declarando que el hombre ya no es un hombre sino una neurona en el interior de un cerebro mundial y que la interactividad favorece este fenómeno, no estamos ya ante la sociedad de control, sino ante la sociedad cibernética, dice.

Todo ello, en conclusión, para volver al inicio: estamos siendo arrastrados por los seres más mediocres, que sólo por lo que destruyen pueden ser grandes y así se creen, hacia la vorágine de la estupidez del pensamiento único. Ante ello sólo cabe resistir y luchar, amar y conversar pues la única manera de salvarse quizás sea a través de la escritura y el lenguaje, las formas primarias de comunicación al lado de la danza, el lenguaje primigenio por excelencia. Después, recuperar al otro para no perderlo, Virilio dixit (20). Volver a la idea de familia, con criterios sanos/libres, exentos de (falsa) religiosidad. Si las sociedades actuales siguen dejándose llevar hacia la individualidad solitaria, a través de la pareja separada y la familia monoparental, no habrá resistencia posible. En suma, hay que regresar a la lengua, hablarse de nuevo y recuperar al otro, volver a emparejarse e impedir disolver la pareja. Hoy es mayor el intercambio gestual, y los silencios, y menor la recurrencia a las palabras. Pero, dialogar…

Dialogar muy poco se usa y por eso surge la violencia. Dialogar es el camino a la tranquilidad y ésta deriva de vivir con rectitud, ética y templanza, no entre mediocres que imbecilizan al resto por ósmosis, ni entre canallas que torturan y aplastan a cuantos desean y pueden, supera a cualquier placer, a todo prurito de hedonismo. Competir es exclusiva ley de la selva, pero en la civilización la única ley posible debería ser la cooperación. Hasta que el Ubuntu africano se vuelva la constante, sólo hasta entonces habrá calma entre los humanos capaces de reconocer que hasta ahora el único planeta habitable es la Tierra, como ya dijo C. Sagan (21) en Ese puntico azul pálido y lo reitera Virilio: “Pero de momento no existe más planeta que el nuestro”. (22) M. Jaramillo, releva el hecho que el EE reduce (23): Tanto que les dijeron a esas madres que estaban locas y encontraron 511 cuerpos en La Escombrera. Karim Khan, fiscal de la CPI, solicita órdenes de restricción para la cúpula de la Operación Orión, c. 2002.

A Santiago y Carito.

A Marthica y María del Rosario.

A Cinéfilos, y ya citados, por su cooperación.

Notas, enlaces y bibliografía:

(1) https://www.elespectador.com/judicial/encuentran-primeros-restos-humanos-en-la-escombrera-de-la-comuna-13-en-medellin-noticias-de-hoy/

(2) https://cortesuprema.gov.co/magistrado-gerson-chaverra-castro-primer-presidente-afrodescendiente-de-la-corte-suprema-de-justicia/

(3) CAMUS, Albert. La caída. Losada, Bs. Aires, 1977, 115 pp.

(4) https://www.elcolombiano.com/negocios/cuanto-invierte-black-rock-en-colombia-tendencias-de-inversion-2025-AG26029810

(5) https://mpr21.info/la-republica-democratica-del-congo-demanda-a-apple-en-los-tribunales-de-belgica-y-francia/

(6) https://mpr21.info/apologia-del-terrorismo-en-la-prensa-britanica/?jetpack_skip_subscription_popup

https://www.bbc.com/mundo/articles/c74xdnlgm1do

(7) https://rebelion.org/salio-a-subasta-el-lote-ucrania/

(8) Cargill, en Argentina, donde acaban de cerrarse 400 panaderías, ha echado a 3.300 trabajadores de 8.000 que tenía en el mundo.

(9) https://blogs.elespectador.com/cultura/el-magazin/tres-cuentos-colombianos/

(10) ROTH, Joseph. La cripta de los capuchinos. Sirmio, Barcelona, 1991, 150 pp.: 127.

(11) https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=620520833673483&id=100071467158918&rdid=lNIB46XSnp3OaHPC

(12) GREENWALD, Glenn. Snowden, sin un lugar dónde esconderse. Ediciones B, Bogotá, 2014, 313 pp.: 227-228.

(13) https://rebelion.org/como-ee-uu-e-israel-destruyeron-siria-y-la-llamaron-paz/

(14) https://www.pulzo.com/mundo/osama-bin-laden-esta-vivo-segun-documentos-de-snowden-PP11743

(15) BALDWIN, James. Sobre mi cabeza. Bruguera, Barcelona, 590 pp.: 348.

(16) https://lawbirdie.com/es/caso-brandenburg-v-ohio-resumen-esquema-y-resultados/

(17) HERNÁNDEZ, Luis H. No es posible de otra manera 2050 pero otros mundos son posibles. Ediciones Desde Abajo, Bogotá, 2023, 134 pp.

(18) https://co.images.search.yahoo.com/yhs/search?p=jos%C3%A9+saramago+frase+sobre+la+caverna+y+las+im%C3%A1genes&fr=yhs-sz-002&type=type80260-2133086105&hspart=sz&hsimp=yhs-002&imgurl=https%3A%2F%2F2.bp.blogspot.com%2F-jkjncQj6ZqM%2FW1Y_3hvexvI%2FAAAAAAAAf4s%2F8rf4cnxbKDgw3AbOaeE21p7xJwBSPsoLQCLcBGAs%2Fs1600%2FSaramago%252B-%252BEl%252Bmundo%252Bse%252Best%2525C3%2525A1%252Bconvirtiendo.jpg#id=1&iurl=https%3A%2F%2F2.bp.blogspot.com%2F-jkjncQj6ZqM%2FW1Y_3hvexvI%2FAAAAAAAAf4s%2F8rf4cnxbKDgw3AbOaeE21p7xJwBSPsoLQCLcBGAs%2Fs1600%2FSaramago%252B-%252BEl%252Bmundo%252Bse%252Best%2525C3%2525A1%252Bconvirtiendo.jpg&action=click

(19) VIRILIO, Paul. El Cibermundo, la política de lo peor. Ediciones Cátedra, Madrid, 1997, 112 pp.: 79.

(20) Íbidem, Nota 16, 1997, 112 pp.: 86.

(21) https://www.youtube.com/watch?v=juhFnXCNQMI&t=34s

(22) Íbidem, Nota 17, 1997, 112 pp.: 87.

(23) https://www.facebook.com/reel/2168418450243562

Luis Carlos Muñoz Sarmiento (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y jazz, catedrático, corrector de estilo, traductor y, sobre todo, lector. Colaborador de El Magazín EE, 2012; columnista, 2018. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por MLK: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Siete ensayos sobre los imperialismos – Literatura y biopolítica, en coautoría con Luís E. Soares, publicado por la UFES, Vitória (Edufes, 2020). El libro El estatuto (contra)colonial de la Humanidad, producto del III Congreso Int. Literatura y Revolución, con su ensayo sobre MZO y su novela Changó, el gran putas, lo lanzó UFES, el 20.feb.21. Invitado por Pijao Eds. al Encuentro Nal. de Narrativa vista desde las Regiones (Ibagué, 1º a 4 nov.23) Invitado por UFES al Congreso Literatura, Soberanía Nacional y Multipolaridad (Vitória, 25.nov.23). Autor en ARC, Rebelión, Magazín de EE, Las2Orillas y traductor/coautor, con Luis E. Soares, en dichos medios. Director del Cine-Club Al Filo del Tiempo, que se emite desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.