Recomiendo:
0

La estrategia de los patrones

Fuentes: El Siglo

El empresariado pretende parar los avances que el movimiento sindical ha obtenido por la vía de la movilización.


De fondo, la política laboral del Gobierno, que debatiéndose en sus contradicciones internas avanza un paso, para inmediatamente retroceder dos y la necesidad de que de una vez por todas se decida a romper un par de huevos en la idea de intentar llevar adelante un mínimo aceptable de los compromisos que contrajo con los trabajadores. Pues hasta ahora el único avance concreto en materia de derechos laborales, la ley de Subcontratación, fue neutralizado con el desconcertante autogol convertido por la administración Arellano de la estatal Codelco, al acudir a tribunales para dejar sin efecto práctico el informe de la Dirección del Trabajo

Si bien las declaraciones del subsecretario del Interior, Felipe Harboe, respecto de que la crisis en Aguas Claras responde a las malas relaciones laborales que mantiene la empresa con sus trabajadores, sacaron ronchas en el gremio empresarial, no es menos cierto que la postura de «un trato entre privados», tampoco es transparente, cuando de hecho se está interviniendo todos los días a través de la fuerza pública para impedir que los trabajadores ejerzan el único medio de presión real que tienen a su alcance cual es paralizar la producción a través de la toma de los recintos y/o accesos.

La presión del empresariado ha ido por la vía de cuestionar la política laboral del Gobierno, atacar al ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, cuya fotografía con dirigentes sindicales como Cristian Cuevas, ha sido repetida hasta el cansancio, como si no hubiesen también cientos de fotos estrechando la mano de un Alfredo Ovalle u otro líder empresarial,

Un experto del Instituto Libertad por ejemplo, aconseja al Gobierno «dar un golpe de timón más fuerte» para defender el sistema que él mismo propició para llegar a acuerdos. «El Gobierno convenció a los empleadores salmoneros a que iniciaran una mesa con los trabajadores y llegaron a acuerdos en los que él mismo participó. Si el Gobierno cree que este sistema sirve para otras áreas, que demuestre su eficiencia. De lo contrario, estas mesas de dialogo son como hacer rayas en el agua», agrega sin que la evidente falta de voluntad de Aguas Claras para que ese diálogo culminara en un acuerdo con sus trabajadores le haga siquiera pestañear.

Para José Ortiz, encargado de conflictos de la CUT, la actitud de los trabajadores del salmón al abandonar los centros de cultivo que permanecían en toma en forma voluntaria, es una muestra de su disposición a negociar con la empresa las condiciones económicas y de trabajo.

«A los trabajadores les llamó mucho la atención que apareció un fiscal encargado de perseguir a los delincuentes, quien señaló que había encargado a Carabineros y a la Marina desalojar los centros de cultivos de la empresa (…)».

La idea era contribuir a un mejor escenario para la gestión de monseñor Caro, quien a petición de los trabajadores se había comprometido a tratar facilitar el diálogo.

Durante la reunión sostenida entre el prelado y los huelguistas, los trabajadores le señalaron su total disposición para llegar a una solución con la empresa, que se había negado a conversar y cuya posición que se conocía sólo por la prensa, era que si los trabajadores abandonaban los centros de cultivo reanudarían las conversaciones.

Sin embargo, el fin de semana el prelado admitió a algunos medios de comunicación, luego de reunirse con ambas partes, que su participación se veía imposibilitada.

Monseñor Caro planteó luego a través de un comunicado que hizo «todo lo posible pensando en el bien común y la paz social» dentro de su rol, sin especificar las razones que determinaron su decisión. «Ambas partes deben sentarse a la mesa y llegar a un acuerdo (…) la prolongación de esta situación daña a todos», concluyó el prelado.

Se sabe que la empresa había puesto como condición a la formación de una mesa de diálogo, la marginación de algunos dirigentes, cuestión absolutamente inaceptable para los trabajadores por cuanto tal propuesta significa en si misma una práctica antisindical y un intento por desarticular la organización que legítimamemente se han dado.

Con el mismo objetivo, al cierre de esta edición la empresa intentaba montar una operación mediante la cual a partir de un grupo de trabajadores que ocupan cargos de supervisores y son de confianza de la administración, se iniciara un proceso para censurar a la mesa sindical, pidiendo su salida, a partir de la cual se podría parar una mesa de negociación con dirigentes afines a sus políticas.

La intransigencia de la empresa, parece a lo menos poco comprensible si se considera que la petición de los trabajadores es de alrededor de 70 mil pesos como promedio, lo que es insignificante para los niveles de ganancias que tiene la empresa, que ha crecido a un promedio de un 42% anual en los últimos 15 años.

Efectivamente, la organización y lucha de los salmoneros se inscribe en una suerte de despertar sindical experimentado en el último tiempo, como respuesta a las escandalosas desigualdades y abusos que los trabajadores han sufrido a manos del modelo neoliberal y sus resultados se transformarán sin duda en un elemento gravitante en el escenario sindical 2008.

Por eso la CUT ha seguido de cerca el movimiento desde la secretaría de conflictos que encabeza José Ortiz, quien señala que «estas empresas han crecido un 600% hoy día los empresarios tienen 6 plantas, gracias al esfuerzo de los trabajadores, de los cuales, muchos hoy están inválidos, por que tienen enfermedades profesionales gravísimas. Es evidente la falta de generosidad y un desfase con la realidad, por que esta zona se ha encarecido, producto del crecimiento de la ciudad (…) hay mucha mezquindad de parte de esta empresa y me da la impresión que los negociadores de esta empresa tiene una falta de deposición a negociar, se enojan con todo, siempre están buscando una excusa»

«Yo siento que la CPC y la SOFOFA esta en esto, se desprende de sus declaraciones, por que para ellos cada petición de los trabajadores, cada demanda, es un atentado al orden público, por eso viven pidiendo que se restablezca el estado de derecho, para ellos desorden público es que diez trabajadores se reúnan, porque para ellos lo único que les interesa a los trabajadores es alterar el orden público, lo que es una visión muy restrictiva de los derechos humanos fundamentales de los trabajadores. Con ello lo que hacen es criminalizar el legítimo derecho a huelga que tienen los trabajadores, establecido por las normas internacionales, ratificadas desde el año 2000 y que se encuentran incorporadas al reglamento jurídico de este país, pero como esto a ellos no les gusta, señalan que ese está sobrepasando el estado de derecho. Yo creo hay una ofensiva muy fuerte de la CPC y de la SOFOFA que están entorpeciendo la negociación».

En este empeño, la CUT realizó diversas gestiones para apoyar la resolución del conflicto, sin embargo no se ha llegado a entendimiento.

«Nos reunimos con el Intendente de la décima región, junto con el diputado Alinco, donde le manifestamos terminar con este intento de criminalizar el legitimo derecho a huelga y ellos nos han señalado que respeten el derecho a huelga, pero que el corte de caminos ellos lo consideran como una alteración al orden público, nosotros estamos reuniéndonos con distintas personalidades, los empresarios y políticos para apoyar el movimiento de los trabajadores. Aprovechamos de hacer un llamado a todos los trabajadores chilenos para apoyar a los trabajadores del salmón, recibimos un mensajes de la Central de Trabajadores de Japón en apoyo al movimiento, así como de la central norteamericana. Son apoyos que estamos evaluando para ver en que medida pueden aportar a una solución, al igual que los compañeros de la central noruega y otras de américa Latina que se han comunicado para ofrecernos su solidaridad alertados por las imágenes de represión que se trasmiten», señaló.

Asimismo los trabajadores subcontratistas del cobre, han prestado su apoyo y solidaridad permanente, incluyendo la visita de sus dirigentes a Puerto Montt, entendiendo que se trata de un conflicto cuyo resultado afectará de una u otra forma la fuerza de negociación de todos los trabajadores chilenos, que ha encontró en el salmón un nuevo hito cuyos precedentes están en la lucha de los trabajadores forestales, subcontratistas del cobre y últimamente algún sector de temporeros, que han logrado abrir una brecha en la retrógrada legislación laboral heredada de la dictadura y que ha logrado transitar sin modificaciones por los 20 años de la Concertación.

Cristian Cuevas, que fue invitado por el sindicato de Aguas Claras, junto con aclarar que no es parte de la organización salmonera ni tampoco asesor, explicó que «uno tiene que estar cuando están los problemas y no después cuando están solucionados y solamente fui a expresar la solidaridad de los trabajadores de la Confederación de Trabajadores del Cobre y sentimos el cariño de las mujeres salmoneras, de los trabadores del salmón y vimos una huelga que esta firme, que están dando una gran lucha, pero también nos dimos cuenta del abuso que esta cometiendo las fuerzas policiales contra mujeres y en ese sentido hago un llamado a la presidenta de la Republica, por que ella fue torturada en Villa Grimaldi, como tantas otras mujeres en nuestro país, pero hoy en Calbuco se vulneraron los derechos y la integridad física de 40 mujeres salmoneras, donde se abusó contra sus derechos humanos y eso debe ser sancionado. La mujer de Calbuco tiene una fortaleza tremenda, una energía y una capacidad de lucha que la ennoblece y que está jugando un rol fundamental en el proceso de cambio del mundo y trasformación del sindical chileno».

Para Cuevas, en el conflicto está presente la reacción del empresariado nacional al enfrentarse a un movimiento creciente que se organiza, lucha y está unido.

«Todavía no entienden que estamos en democracia, han tenido todo para desarrollar los proyectos productivos y aquí los únicos que no se han beneficiado en nuestro país son los trabajadores. Hoy día les toca a los trabajadores y de esta lucha nosotros no nos vamos a bajar, los empresarios tienen que entender que la dictadura terminó y que el código laboral necesita de cambios profundos, modificar el derecho a huelga, el derecho a negociación colectiva ínter empresa y ramal y darle mayores atribuciones a la Dirección del Trabajo, si esto no existe en nuestro país, la lucha seguirá creciendo».