El periódico del Estado Español, El País, publicó un artículo basado en un documento interno del Ejército donde el general Martínez habla de su estrategia en la Comisión de la Verdad y todos los escenarios de la justicia transicional. Lo primero que salta a la vista, es que a diferencia del partido de la FARC, […]
El periódico del Estado Español, El País, publicó un artículo basado en un documento interno del Ejército donde el general Martínez habla de su estrategia en la Comisión de la Verdad y todos los escenarios de la justicia transicional.
Lo primero que salta a la vista, es que a diferencia del partido de la FARC, las ONG y la mano de cobardes en el Congreso, el Ejército tiene una estrategia. No llegan a esas instancias sin saber qué es lo que pretenden hacer. Como los militares que son, tienen plena conciencia que estas instancias son campos de batalla donde se disputa, no solo la verdad judicial en la JEP sino una verdad histórica. Saben que allí está en juego la definición del conflicto que Colombia vivió y que todavía no ha terminado.
Según el documento pretenden » cumplir la estrategia para la construcción de la narrativa marco de memoria histórica del conflicto armado colombiano, que busca guiar la posición institucional en los espacios de verdad y memoria histórica» [1] y «La participación del Ejército Nacional en la CEV es un recurso estratégico de cara a los procesos del posconflicto». El documento afirma que hay que construir y reconstruir la memoria del conflicto, o como ellos lo llaman «su verdad» y que «es fundamental de cara a establecer una narrativa de memoria histórica acorde con la posición institucional». Valga recordar que hay documentos de ellos que jamás verán la luz del día y su verdad no puede ser controvertida por no ser públicos esos documentos pero sí la CEV tendrá en cuenta la información compartida bajo reserva. Ellos han entendido bien que la supuesta paz es otro escenario de guerra. La posición oficial es, que ellos fueron y son respetuosos con la democracia y los derechos humanos y además son víctimas del conflicto.
Que ellos sean respetuosos con la democracia y los derechos humanos es un absurdo, una vil mentira, pero ganarán esa batalla en la Comisión de la Verdad, pues su presidente Francisco de Roux ya lo dijo.
«Debo igualmente reconocer que he sido injusto cuando he generalizado sobre los soldados y policías de Colombia. Reconozco que tengo una repugnancia intelectual y sensible contra las armas de todos los lados. Que soy un seguidor de Jesús, que separó definitivamente a Dios de todas las guerras y enseñó la no violencia eficaz. Pero sé que han sido muchos, y son cada vez más, los hombres y las mujeres que en las Fuerzas Armadas ven el servicio a la patria como servicio a la dignidad y los derechos de todo ser humano y al bien colectivo de la paz.» [2]
La institución saldrá bien librada aunque se condene algunos integrantes o actos cometidos. La estrategia del Ejército es que recordemos al conflicto como uno de hombres honrados luchando contra bandidos. En eso el presidente de la Comisión de la Verdad ya les dio la razón. El otro punto, el de ser víctimas es más complicado pero todo indica que han ganado la mitad de esa batalla. Los soldados son participantes en un conflicto, un soldado que muere en combate no es víctima, como tampoco son los guerrilleros que mueren en combate. Un soldado asesinado después de rendirse es una víctima de una violación del DIH, en eso el documento del Ejército tiene algo de razón pero eso cobija a ese soldado en esas circunstancias y no a la institución militar como tal ni la masa de soldados que han participado en el conflicto.
El presidente de la CEV respondió con tranquilidad a la existencia de un documento estratégico del Ejército respecto a la verdad y dijo que era normal que una institución quiera coordinar y presentar su visión del conflicto. [3] Pero a los criminales comunes no se les da una oportunidad de coordinar su visión sobre sus delitos, pero ahora al Ejército sí. Además existe una larga historia en el país de las fuerzas represivas del Estado coordinando sus verdades. Cuando desparecieron a los trabajadores de la cafetería del Palacio de Justicia, coordinaron su respuesta, en la Operación Génesis, hicieron lo mismo, en el caso de los mal llamados Falsos Positivos, luego de asesinar a los jóvenes las fuerzas del Estado coordinaron sus respuestas. Son miles y miles de ejemplos que se pueden dar donde las fuerzas del Estado coordinaron su respuesta. Ya sabemos dónde termina esto, en la mentira y calumnia. Pero por lo menos ellos entienden que están peleando sobre cómo se va a escribir la historia del conflicto. Ahora tenemos a un uribista manejando el Centro Nacional de Memoria Histórica y el Ejército entra a complementar el daño que ese hombre puede hacer a la historia con su propio ataque sobre la verdad. Claro muchos de los que pueden desmentir a la versión del Ejército no están en condiciones de hacerlo, el Ejército los asesinó hace mucho rato. Ahora vienen por la verdad, para asesinarla también.
Lo triste de esto, es que el partido de la FARC no tiene una estrategia parecida, las fuerzas del Estado resultan más leninistas que los que durante más de 50 años reivindicaban el nombre de Lenin. Las ONG y la socialdemocracia en el Congreso tampoco tienen estrategia frente a la verdad, para ellos el conflicto está resuelto y confían en que las instituciones estatales (pues gústenlo o no, la CEV es una institución del Estado, digan lo que digan sobre su independencia y origen). De la misma forma que muchas organizaciones rompieron con el Centro Nacional de Memoria Histórica luego del nombramiento de Rubén Darío Acevedo como director, lo deben hacer las organizaciones que realmente están interesadas en la verdad respecto a la CEV. La experiencia de otros países indica que una vez publicado el informe de las comisiones de la verdad, su versión termina siendo aceptada, que no sea que como en el caso de Guatemala se haga un informe alternativo, pero en Colombia parece que los únicos dispuestos a pelear de forma coordinada por su versión de la historia son los militares.
Notas
[1] El Espectador (21/08/2019) La versión del conflicto que el Ejército quiere posicionar en la Comisión de la Verdad https://www.elespectador.com/
[2] El Tiempo (01/03/2017) https://www.eltiempo.com/
[3] El Espectador (21/08/2019) Es normal la posición del Ejército: De Roux sobre la versión del conflicto de los uniformados https://www.elespectador.com/
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