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La gripe porcina llega a Chile

Fuentes: Correo semanal

La gripe porcina deja al desnudo al capitalismo, su forma de producción y de organización de la sociedad, este sistema esta haciendo crisis a nivel planetario. La gripe porcina nos esta mostrando hasta donde nos esta afectando la privatización y comercialización de la salud que ha hecho el capitalismo. La aplicación de las políticas neoliberales […]

La gripe porcina deja al desnudo al capitalismo, su forma de producción y de organización de la sociedad, este sistema esta haciendo crisis a nivel planetario.

La gripe porcina nos esta mostrando hasta donde nos esta afectando la privatización y comercialización de la salud que ha hecho el capitalismo. La aplicación de las políticas neoliberales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que han «obligado» a los diferentes gobiernos del mundo a recortar los gastos en el sector de la salud pública, son las que nos están conduciendo a esta situación de crisis generalizada.

Políticas que en el caso de Chile fueron llevadas a cabo con mucho gusto por la derecha pinochetista, que prácticamente destruyeron el sistema de salud pública chileno. Lamentablemente la Concertación en los veinte años que lleva en el poder, no ha querido reparar esta situación.

Las políticas del BM y el FMI han llevado a un deterioro progresivo de la salud pública mundial. También ha convertido a la salud en una mercancía más del mercado, a la privatización de las investigaciones y la privatización de la producción de los medicamentos, convirtiendo todo esto en un gran negocio.

Somos los trabajadores, las grandes mayorías, los que estamos sufriendo los efectos de la política privatizadora de sectores tan esenciales como la salud, por parte de los gobiernos al servicio de los patrones y las transnacionales. La reducción de personal en el sistema de salud pública y los bajos salarios de los trabajadores. La reducción de equipos y camas, junto al déficit de insumos para los hospitales públicos.

En Chile la falta de camas es algo que vemos todos los años en las postas y hospitales públicos, cuando las crisis por contaminación mandan a miles de niños y ancianos a estos hospitales a raíz de las enfermedades respiratorias.

A los problemas del sistema de salud pública hay que agregar el desastroso sistema de transporte en Santiago, que con millones de personas que viajan apretadas cada día, en el metro y en muchas líneas de buses, es el medio ideal para facilitar la transformación de una epidemia de influenza en una verdadera pandemia.

Los empresarios lucran con la epidemia.

Los capitalistas toman ventaja hasta de las catástrofes, de hecho muchos empresarios se están enriqueciendo con esta epidemia, los dueños de los laboratorios, las cadenas de farmacias y las clínicas privadas, que están haciendo un gran negocio con la aparición de la gripe porcina.

Las grandes transnacionales que condenan a millones de personas a vivir en condiciones indignas, infrahumanas son los que están creando estas epidemias. Con una epidemia desatada son las transnacionales las que siguen lucrando, las grandes empresas Farmacéuticas, las de biotecnologías, que monopolizan las vacunas y los antivirales.

Esta nueva epidemia es parte de la crisis generalizada del capitalismo, que necesitamos enfrentar, debemos luchar no sólo contra la gripe, sino también contra los que están lucrando con la muerte de miles de seres humanos. Las epidemias para ellos son grandes oportunidades de «negocios» y enormes ganancias.

La crisis alimentaría, el que existan millones de seres humanos pasando hambre en el mundo es el mejor aliado de los diferentes virus que existen en la tierra, junto con la producción irresponsable de los empresarios que nos han llevado a una crisis medio ambiental generalizada a nivel global, que también ayuda a la propagación de las diferentes enfermedades.

¿Cual es la alternativa?

Es necesario que los trabajadores y el pueblo pobre tomemos en nuestras manos la defensa de nuestra salud. Los gobiernos son absolutamente incompetentes e irresponsables, además de estar al servicio de los grandes empresarios que están lucrando con las enfermedades.

Tenemos que levantar demandas que apunten a lograr un nivel de vida digno, donde no baste con que alcance solamente para comer, sino donde nuestros derechos más elementales, como el derecho a la salud estén garantizados.

Hoy grandes sectores de la población latinoamericana están subalimentados, un sector importante sufre desnutrición, factores que facilitan la adquisición de enfermedades.

Como parte de una política para enfrentar la emergencia, debemos exigir la nacionalización de todas las clínicas privadas, los laboratorios y las grandes cadenas farmacéuticas, que en el caso de Chile, hace mucho tiempo que están robando vía precios a los trabajadores chilenos y que sólo buscan seguir lucrando con la actual crisis.

El sistema de salud público y las clínicas nacionalizadas deben ser puestas bajo control de sus trabajadores, para abrirlos al público en general.

Todo el sistema de salud debe ser público y gratuito, basta de seguir aceptando una atención de salud para los ricos y una de muy mala calidad para los pobres. Llego la hora de poner fin a todas las injusticias.