Pecados de omisión, quizás incluso más que los pecados de comisión. La historia de Cuba es la historia de la tiranía: España, Estados Unidos, Wall Street, y ahora, estrechamente vinculada con el pasado inmediato, la dictadura de Machado, que hace que Mussolini parezca un picnic dominical.
De la crítica en Kirkus del libro «The Crime of Cuba», de Carleton Beals, en el que el autor expone la situación desastrosa de Cuba bajo la dictadura sanguinaria, apoyada por EEUU, de Gerardo Machado (1925-1933), a quien el escritor Rubén Martínez Villena tituló Asno con garras. La fotografía de Walker Evans pertenece al libro.(*)
A Gerardo Machado le siguieron otros gobernantes, provisionales que aguantaron unas horas, un día, unos meses hasta Federico Laredo, al que sucedió Fulgencio Batista, que hizo carrera militar ascendiendo entre golpes contra varios de ellos, hasta hacerse con la presidencia en 1940. Su último golpe de Estado fue en 1952 entregado al imperialismo, y fue derrotado por la Revolución dirigida por Fidel y su ejército guerrillero. El triunfo del pueblo en armas se proclamó el 1º de Enero de 1959. Antes de esa fecha, la fotografía social permanecería con el mismo carácter que la que ven aquí.
¿Entienden el motivo de la revolución cubana?
Dice el diccionario que el bloqueo es la piedra angular de toda campaña militar y una opción valiosa en las guerras económicas contra la nación enemiga.
Les invito a leer el poema de Maïakovski titulado ¡Qué bien!, del que se nos dice en la nota a pie de página que lo escribió en 1926 para el 10º aniversario de la Revolución de Octubre. Ahí expone la historia de tan gran acontecimiento en 1917: recorre el desorden de los primeros tiempos, los éxitos de los bolcheviques, el trabajo comunitario, el hambre, el tifus, el mercado negro y las intervenciones militares. Recomendable en toda su extensión les dejo aquí algunos de sus versos referidos al tema del bloqueo:
Ya se intente / el Blanco, / ya el Negro, / el Caspio / o el Báltico, / por donde / el barco / trate de pasar, / la ruta / está siempre bloqueada. / Por todas partes / -guardián de los mares- / el bull / de Inglaterra./ Por todas partes / el cerco del bloqueo, / por todas partes cañones / mirándote de frente. / – ¿A los rojos no les gusta? / ¿Tienen / hambre? / cuando / estén / en el fondo / tendrán / todo el pescado / que quieran. …
El poema toma una altura relevante cuando -recordándonos la acción de guerra contra la revolución obrera por el entonces guardián de los mares y sus acompañantes capitalistas- vemos que reproduce la agresión contra Cuba y Venezuela, -Venezuela ya sufrió un bloqueo en 1902-3 impuesto por las potencias imperialistas del momento, Inglaterra, Alemania e Italia- aunque en esta ocasión hay un paso adelante de los revolucionarios: los barcos de Irán (otro país al que bloquea el imperio desde hace más de 40 años) que llevan gasolina rompen el cerco defendiendo el derecho del pueblo bolivariano y de todos los pueblos a su determinación, y poniendo en alto el Derecho Internacional al libre intercambio. El bloqueo estadounidense, se ha roto.
El internacionalismo ha tenido siempre la mano del pueblo cubano: Compartimos lo que tenemos, no damos lo que nos sobra, es su principio. Y los pueblos que necesitan reciben personal médico especializado, enseñantes, internacionalistas que ayudan en diversos ámbitos. Cada día que pasa es un triunfo, y contra su triunfo, el imperio actúa como nos expone Maïakovski en los versos de más arriba. El bloqueo que sufre Cuba desde 1959 es oficial desde el 7 de Febrero de 1962 con el decreto 3447 (27 fr 1085) y continúa recrudecido 12 gobernantes yanquis después, perseguidores, carceleros, esclavistas de pueblos libres, que se propuso matarlo de hambre, siguiendo al subsecretario de Estado gringo Lester Mallory en su escrito del 6 de Abril de 1960 (el documento se conoció desclasificado en 1990):
La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, no existe una oposición política efectiva, el único medio posible para hacerle perder el apoyo interno es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria. Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.
Por ser la revolución cubana una enseñanza histórica de antiimperialismo, se debería aprender que el fin que proclama es motivo de unidad, unidad en un mismo Frente por encima de toda diferencia personal, circunstancial o lejana. Se debería aprender que en la unidad el cuerpo es compacto aunque las moléculas internas que lo forman se mueven contínuamente, como decía el Comandante Chávez. ¡Qué bien! Cuba, Venezuela, espejo en el que queremos ver que se refleja Gaza-Palestina, y el nuevo paso, el rompimiento del bloqueo sionazi.
La Conferencia Naval de 1909 declara que el bloqueo es un acto de guerra económica.
El Artículo II de la Convención de Ginebra lo condena como genocidio.
El bloqueo solo puede justificarse con lo acordado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que lo aprueba como un derecho de legítima defensa, y los establecidos por el imperialismo son contrarios a la Carta de las Naciones unidas y al Derecho Internacional.
El bloqueo es un concepto militar de origen aleman -blokhaus- que quiere decir aislamiento de un objetivo y tiene fines bélicos.
Una de las condiciones para realizar un bloqueo, dice el Derecho Marítimo Internacional, es que exista un estado de guerra declarado entre los Estados. Dicha declaración de guerra tiene que responder a los artículos 1 y 2 del Convenio III de La Haya referido a la ruptura de hostilidades entre países.
Todas las regulaciones que se refieren al bloqueo indican que es contrario al Derecho Internacional si tiene como propósito provocar la inanición de la población civil o negarle el acceso a otros bienes indispensables para su supervivencia. A esto se añade el que la potencia bloqueadora es obligada a permitir el paso de víveres, suministros médicos y bienes indispensables.
Si algo define al bloqueo es la situación de guerra que establece el agresor: que el país atacado se quede incomunicado, sin poder concertar nada con el resto del mundo, además de sumar a ello otros sistemas de agresión para hacer imposible su contacto con el exterior.
Por todo esto decíamos al comienzo que el diccionario define el bloqueo como la piedra angular de toda campaña militar.
Cuba sufrió un incremento del bloqueo ya en 1962 a partir de la conocida Crisis de los misiles y la invasión gringa derrotada en Playa Girón. Por entonces el invasor llevó a cabo asesinatos selectivos, ataques con bandas terroristas, bombardeos, hundimiento de barcos, atentados con explosivos en aviones, envenenamiento de campos agrícolas y con guerra biológica contra el ganado y las personas, quema de cosechas de caña de azúcar (como hacen estos días en los campos de cereales de Siria), asesinatos de maestros y médicos, y asesinatos fuera de Cuba de sus representantes, … y Cuba se defendió en los organismos internacionales con la Ley en la mano. Fidel denunció que esos mismos realizaron 5.780 ataques terroristas, de los cuales 717 fueron contra instalaciones industriales, eso sólo dentro de lo que el régimen de Kennedy llamó Operación Mangosta (1961-1963), sin contar los ataques posteriores los ataques que llegaron hasta 1990.
El bloqueo es una guerra económica, es, además, una guerra política, todo, y promueve el sabotaje, la subversión, es una guerra total en muchos campos.
Informe del Comandante Fidel Castro presentado al V Congreso del Partido Comunista de Cuba. 8 de Octubre de 1977.
El bloqueo es una guerra económica contra Cuba, guerra económica; es la persecución tenaz, constante, de toda gestión económica de Cuba en cualquier parte del mundo. EEUU trabaja activamente, a través de sus canales diplomáticos, a través de sus embajadas para presionar a cualquier país y castigar a cualquier barco que transporte mercancías a Cuba; es la guerra universal.
Discurso del Comandante Fidel Castro en la Clausura del Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba. 25 de Noviembre de 1994. (vídeo importante: https://youtu.be/OoOklz4kKuA)
Una vez roto el bloqueo imperialista se observa con más claridad la falta de fuerza del imperio para imponerse, se aprecia mejor su decadencia, se fija más la atención en su falta de iniciativa y su pérdida en cada enfrentamiento que ha provocado en Venezuela y Oriente Próximo. A ello suma su imagen despreciativa hacia todo el mundo en la pandemia de la Covid 19, robando mascarillas, respiradores, intentando lo mismo con vacunas a producir en Francia, Alemania, China, robando empresas, fondos financieros a Venezuela, a la que también se roba en Inglaterra, en Portugal, en Colombia… El capital en su expresión máxima ha desnudado su sistema para mostrarlo -con sus banqueros-empresarios-propietarios de medios de propaganda, polígono industrial-militar- como un único enemigo de los pueblos en la crisis económica, sólo fruto de él mismo, en que se había enredado, y ahora no puede salir si no es abandonando a millones de personas bajo la pandemia, crisis capitalista de la que se advierte que se agravará sin que se vea el fin. El bloqueante se le ve herido, egoísta, insensible, amenazante, ¿qué será capaz de hacer ante el mundo que le va restando poder? El mundo que viene, que ya está aquí, se presenta dividido en zonas de independientes y otras bajo influencia, que a su vez son cambiantes. Los antiimperialistas retroceden o/y avanzan en busca del orden más igualitario. En Latino América el bloqueo a Cuba, Venezuela y Nicaragua es una guerra no declarada a la que el gran capital puede sumar otras acciones.
La IV Flota estadounidense es la que se encarga de controlar y bloquear a Venezuela, a Cuba, a todo el Caribe y a toda Latino América. Vean lo que explica el politólogo Atilio Borón sobre ella en su libro América Latina en la Geopolítica del Imperialismo: …la cuestión de la IV Flota es de fundamental importancia… En momentos en que se intensifica la disputa por bienes comunes crecientemente inaccesibles o de costosa extracción, bienes dispersos por toda la superficie del planeta, el control de los mares y de las líneas marítimas de transporte retoma su condición prioritaria, tal como ocurrió en la historia de viejos imperios coloniales como España, Portugal e Inglaterra… Todo presagia el desencadenamiento de una brutal contraofensiva que no habrá escrúpulo moral capaz de detenerlo… solo se está esperando el momento oportuno para poner esa infernal maquinaria de destrucción y muerte en movimiento. Nadie despliega un dispositivo militar tan importante como el que hoy agobia a Nuestra América si no tiene la intención de, llegado el momento, utilizarlo.
El Frente necesita a todos los antiimperialistas. La serpiente es más débil cuando está cambiando de piel.
Nota:
(*) Artículo Tres semanas de ron y violencia: el tesoro que solo Hemingway podía proteger, se encuentra la revista digital de libros Lamardelibros.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista.