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La historia de las cumbres nacionales por la paz convocadas por la Universidad Libre de Cali

Fuentes: Rebelión

Las cumbres nacionales por la Paz lideradas por la Universidad Libre de Cali, cuya quinta versión se realizará en 12 ciudades de Colombia entre el 17 y el 18 de marzo de 2016, tienen una historia prolongada en el tiempo, pues nacieron en la década de los años 90 del Siglo XX, cuando el país […]

Las cumbres nacionales por la Paz lideradas por la Universidad Libre de Cali, cuya quinta versión se realizará en 12 ciudades de Colombia entre el 17 y el 18 de marzo de 2016, tienen una historia prolongada en el tiempo, pues nacieron en la década de los años 90 del Siglo XX, cuando el país insistía, luego de no pocos fracasos, en esfuerzos por retomar conversaciones entre la insurgencia armada y el Gobierno de las élites tradicionales.

Algunas de esas negociaciones redundaron en acuerdos, como ocurrió con el movimiento 19 de Abril, M-19, y con otros siete grupos o fracciones de organizaciones urbanas y campesinas en armas que firmaron pactos, el primero con el Gobierno de Virgilio Barco Vargas, y los demás, durante el mandato de César Gaviria Trujillo.

Además del acuerdo con el M-19, que tuvo lugar en Bogotá el 9 de marzo de 1990, se rubricaron pactos con el Partido Revolucionario de los Trabajadores, PRT, en Don Gabriel, municipio de Ovejas, departamento de Sucre, el 25 de enero de 1991; el Ejército Popular de Liberación, EPL, en Bogotá, el 15 de febrero de 1991, y el Movimiento Armado Quintín Lame, en Caldono, Cauca, el 27 de mayo de 1991.

Asimismo, con los Comandos Ernesto Rojas, en Bogotá, el 20 de marzo de 1992; la Corriente de Renovación Socialista (escisión del ELN), en Flor del Monte, Sucre, el 9 de abril de 1994; las Milicias de Medellín, en la capital antioqueña, el 26 de mayo de 1994, y el Frente Francisco Garnica, en Cañaveral, Bolívar, el 30 de junio de 1994.[1]

Sin embargo, fracasaron conversaciones posteriores, las abiertas en 1991 en Caracas, Venezuela, que continuaron en 1992 en Tlaxcala, México, entre el Gobierno de Gaviria Trujillo y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la que hacían parte las Farc, la mayor de las organizaciones insurgentes del país, un sector del EPL y una parte del ELN.

Con esos antecedentes inmediatos tuvo lugar la primera Cumbre promovida por la Universidad Libre de Cali, el 24 y 25 de noviembre de 1994, en los comienzos del mandato presidencial de Ernesto Samper Pizano.

El objetivo era contribuir desde la reflexión universitaria a rescatar el terreno perdido y dinamizar en la sociedad civil nuevas propuestas que empezaran a abrir espacios de diálogo en procura de la paz y la reconciliación nacional.

El médico Alonso Ojeda Awad, actual director del Programa de Paz de la Universidad Pedagógica Nacional y quien hiciera parte del ELN, recuerda: «Tuve el placer de participar en la Primera Cumbre Nacional por la Paz realizada el 24 de noviembre de 1994. En ese entonces era asesor social del ministro del Interior, Horacio Serpa, quien me delegó la responsabilidad de expresar en estos claustros el compromiso inaplazable de trabajar por la paz y de lograr los acuerdos urgentes que hicieran posible la reconciliación nacional».[2]

Y agrega Ojeda Awad, quien participó también en la Tercera Cumbre en calidad de expositor: «Hace 20 años ratificábamos ese compromiso que venimos a ratificar hoy en día con más fuerza, porque la nación colombiana no puede, bajo ningún aspecto, seguir enfrascada en una lucha múltiple de intereses y concepciones cuando todavía resuenan en estos claustros emblemáticos las esperanzadoras palabras de quien fue su fundador más eximio, el general Benjamín Herrera Cortés, quien al poner fin a esa dolorosa conflagración que fue la Guerra de los Mil Días a comienzos del Siglo XX exclamó: ‘La patria por encima de los partidos'».[3]

Ratificando lo planteado por Ojeda Awad, el rector de la Universidad Libre de Cali, Libardo Orejuela Díaz, decía en la instalación de la Tercera Cumbre, realizada igualmente un 24 de noviembre, esta vez de 2014: «Hace 20 años, mientras en Cali discurríamos en la Primera Cumbre Nacional por la Paz, con más de 30 testimoniales y disertantes en la misma, en Cartagena de Indias ese día y esa noche se reunía el Consejo Nacional Ganadero y, en su recinto, el ministro de la Defensa Nacional de entonces, Fernando Botero Zea, proponía la legalización de las Convivir. Un eje polarizado recorría entonces el alma dolida de la patria. Veinte años después, exactamente un 24 y 25 de noviembre, resolvimos convocar esta cumbre».[4]

De acuerdo con Orejuela Díaz, la convocatoria de la Tercera Cumbre como continuidad de las primeras, de 1994 y 1995, obedece a que «un grupo de académicos nos sentimos, para decirlo con lenguaje kantiano, en el imperativo categórico de evitar que sigan cabalgando imperturbables los jinetes apocalípticos de la muerte violenta, hoy atravesados a este proceso con sofismas torticeros y argumentos de baratija, creyendo que este país no va a marchar hacia donde debe marchar: a sentarse con orgullo en el banquete mundial de la civilización».[5]

Otro momento de la Primera Cumbre Nacional por la Paz. Arriba, de izquierda a derecha, Otty Patiño y Jorge Gaviria Liévano; en la segunda fila, Álvaro Vásquez del Real y Alonso Ojeda Awad, entre otros. (Foto: Archivo U. Libre de Cali).

¡Marcha de antorchas con escoltas!

La Primera Cumbre Nacional por la Paz se inauguró con una nutrida marcha de antorchas, en la noche del 24 de noviembre de 1994, y recorrió toda la Calle Quinta, artería vital de Cali, desde la Carrera 37 hasta la Plaza de San Francisco, en el corazón de la ciudad, donde está ubicado el edificio de la Gobernación del Valle del Cauca.

Óscar Marino Bueno Espinosa, en la época dirigente estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre de Cali, recuerda que antes de comenzar la marcha se suscitó un impasse por la presencia de un piquete de la Policía Militar del Batallón Pichincha, que tiene sede en Cali y que alguien, quién sabe con qué fines, envió para evitar el desfile.

Largo tiempo duró la discusión con los militares que dirigían el pelotón uniformado hasta que los estudiantes los persuadieron de que se trataba de una manifestación pacífica para dar a conocer al público caleño la realización de una cumbre por la paz, por primera vez convocada por una universidad regional.

La labor persuasiva de los universitarios fue de tal magnitud, que el piquete de la Policía Militar terminó encabezando el desfile que, según agrega Bueno Espinosa, resultó todo un éxito por la gran participación de estudiantes, su extensión a lo largo de la Calle Quinta y las intervenciones de los líderes estudiantiles y profesorales de la época, entre ellos Libardo Orejuela Díaz y el hoy senador Roosevelt Rodríguez.

El desfile, de aproximadamente tres cuadras lleno de muchachos y muchachas vestidos con camisetas blancas, era cerrado por una muy bien ataviada carroza que los estudiantes habían construido con símbolos alegóricos a la necesidad de retomar los caminos del diálogo.

El diseño y montaje de la carroza estuvo a cargo de Héctor Rafael Almario, a la sazón director de Bienestar Universitario, quien contó con la colaboración de Daniel Roncancio, Henry Hirsh, Álvaro Benítez y Bueno Espinosa, entre otros.

«Había mucho nerviosismo, era una época de confrontación política y de recrudecimiento del conflicto, y esas circunstancias se reflejaban en el momento de realización de la marcha, que finalmente fue exitosa y contó con la participación de muchos estudiantes de medicina y derecho», rememora Bueno Espinosa.

Asistentes a la Primera Cumbre Nacional por la Paz, absortos con la intervención de Jorge Gaviria Liévano, el 25 de noviembre de 1994. (Foto: Archivo U. Libre de Cali).

«¡Deja tu huella!»

«¡La paz es un gran paso nacional. Deja tu huella!» Esta era la consigna central de la Primera Cumbre Nacional por la Paz, que tuvo connotaciones globales y fue convocada por iniciativa del presidente de la Seccional Cali de la Universidad Libre, Libardo Orejuela Díaz.

En la cumbre participaron Álvaro Leyva Durán, exconstituyente; Álvaro Vásquez del Real, dirigente del Partido Comunista Colombiano; Luis Carlos Restrepo, luego comisionado de Paz; Otti Patiño, exdirigente del M-19 y excontituyente; Alonso Ojeda Awad, exembajador de Colombia en Europa; Manuel Francisco Becerra, exgobernador del Valle y quien ejerciera como contralor general de la República; Yolima Espinosa Vera, dirigente política del Nuevo Liberalismo; Rodrigo Salazar, presidente de la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales, Acopi, y Rubén Sánchez, catedrático de la Universidad del Rosario, entre otros.

Por la Universidad Libre, además de Orejuela Díaz, estuvieron Óscar Hurtado Gómez, rector de la institución en el momento; Jorge Gaviria Liévano, directivo del alma máter, y Carmenza Echeverry de Restrepo, catedrática.

Las deliberaciones de la Cumbre, cumplidas en el tradicional auditorio Gerardo Molina de la Universidad en Cali, tuvieron repercusión nacional y sustrajeron del ámbito centralista las discusiones sobre la necesidad de los diálogos de paz.

La Segunda Cumbre Nacional por la Paz se cumpliría cuatro meses después, en marzo de 1995, en la ciudad de Popayán, capital del Cauca, departamento que históricamente ha sido epicentro de grandes jornadas de lucha de las clases subalternas frente a poderes hegemónicos y, en la contemporaneidad, escenario enconado del conflicto armado y social colombiano.

En este certamen, Jorge Gaviria Liévano destacó diversos valores que inspiraron a la Universidad Libre: «… la vigilancia para preservar la vigencia de los derechos humanos, la preocupación fundamental por la observancia de prácticas que contengan los conflictos dentro de marcos humanitarios precisos, la aplicación de principios de solidaridad…» y «la lucha histórica por ensanchar el círculo de la libertad, aún a riesgo de sacrificar la propia vida».[6]

Durante el Gobierno de Samper Pizano no se logró avanzar en los acercamientos con la insurgencia, más allá de los propiciados con el ELN en Maguncia, Alemania, y el denominado Acuerdo de Puerta del Cielo, en 1997, que finalmente no fructificaron.

Sin embargo, como lo reseña Orejuela Díaz en su libroDiccionario de la paz y del conflicto, se presentó un hecho con un grupo inédito dentro del espectro de cerca de 30 organizaciones insurgentes surgidas en la segunda mitad del Siglo XX en Colombia: «Todo lo positivo -dice– pareció visualizarse en los acercamientos con el Movimiento Jaime Bateman Cayón, con el cual se formalizaron conversaciones en octubre de 1995, se fijó una zona inicial de distensión el 27 de diciembre del mismo año, se protocolizó el inicio de las negociaciones el 2 de marzo de 1996, pero se produjo una ruptura que la agrupación guerrillera declaró el 19 de abril de 1996, y el Gobierno replicó con idéntica resolución dos días después».[7]

Los diálogos llevados a cabo en la Zona de Distensión del Caguan entre el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y las Farc, luego del mandato de Ernesto Samper, también fracasarían y, como consecuencia de ello, se recrudeció la confrontación durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), período en el cual se registró una cifra inusitada de víctimas en la población colombiana.

El inicio de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz, el 24 de noviembre de 2014, estuvo precedido de un alegre desfile de estudiantes, desde la Calle Quinta hasta el alma máter, en lo alto del barrio Santa Isabel. (Foto: Santiago José Mena C.).

«Jamás regresar a la guerra»

El contexto expuesto y el inicio de nuevos acercamientos entre la insurgencia y el Estado durante la Administración de Juan Manuel Santos (2012) representaron también nuevos argumentos y retos para la U. Libre de Cali, que en 2014 convocó, en los mismos días de la Primera, el 24 y 25 de noviembre, la Tercera Cumbre Nacional por la Paz.

Ella contó con la participación de 31 panelistas nacionales e internacionales y una videoconferencia con voceros de la Delegación de Paz de las Farc en La Habana, lo mismo que con un desfile inaugural en el que participaron estudiantes del Colegio Santa Isabel de Hungría y universitarios, activistas sociales y comunitarios de Cali, al lado de docentes y directivos.

El desfile se cumplió a lo largo de la Carrera 37, desde la Calle Quinta hasta la sede de la Universidad, como rememorando la marcha de antorchas del 24 de noviembre de 1994, con la diferencia de que en esta oportunidad el desfile era mañanero y trepando la loma camino al alma máter situada en la cima del barrio Santa Isabel.

Los conferencistas de la Tercera Cumbre fueron, en su orden: Libardo Orejuela Díaz, quien instaló el certamen, el senador liberal Horacio Serpa Díaz, la senadora de la Alianza Verde Claudia López, el jurista Iván González Amado, la excandidata presidencial del Polo Democrático Clara López Obregón, el catedrático español Fernando Harto D’Vera y el constitucionalista español Roberto Viciano Pastor.

De igual manera, intervinieron el magistrado del Consejo Superior de la Judicatura Wilson Ruiz Orejuela, el sociólogo Jorge Enrique Carvajal, el médico Alonso Ojeda Awad, el exdirigente del ELN Carlos Arturo Velandia Jagua, el politólogo Rubén Ignacio Sánchez, el también politólogo Héctor Alonso Moreno, el presidente del Consejo Directivo de la Universidad Libre Internacional de Bruselas, Bélgica, Jean Marc D´Greiff, y el expresidente de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán Sierra.

También, el dirigente del movimiento Marcha Patriótica Andrés Gil, el sacerdote jesuita Francisco De Roux, el exrector de la Universidad del Valle Jaime Galarza, la jurista brasileña Thaisa De Souza, el exasesor de la Delegación de Paz del Gobierno en La Habana Antonio José Lizarazo, la catedrática María José Fariñas, la filósofa Victoria Fontán y la jurista Liliana Estupiñán Achury.

Asimismo, el coordinador editorial de la revista Cepa Germán Roncancio, el constitucionalista Kenneth Burbano, la arquitecta argentina Liliana Carbajal, el coordinador de Justicia Transicional en Cali Carlos Alberto Aponte, el presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz Rafael Grassa, el dirigente indígena del Cauca Feliciano Valencia, el constitucionalista Alberto Ramos Garbiras y el politólogo de la Universidad Nacional Daniel Libreros.

En su disertación, Alfredo Beltrán Sierra hizo un recorrido pedagógico por la historia del conflicto colombiano, y expresó: «Si buscamos la paz, tenemos que comprometernos muy seriamente con la justicia social», y concluyó: «Saludamos con alborozo la posibilidad de que se llegue a la paz dentro de la Constitución».[8]

En una de las intervenciones que mayor impactó en el encuentro, el sacerdote jesuita Francisco de Roux planteó: «Las víctimas nos están diciendo a nosotros que nos sacudamos, es la invitación a construir una realidad distinta».[9]

Al final de esta cumbre se expidió una declaración política, en uno de cuyos apartes se señalaba: «No es suficiente el esperado y final acuerdo de la Mesa de La Habana para acabar con la guerra. Se requiere la instauración de la mesa con el ELN, para lo cual solicitamos al Estado colombiano y a esta agrupación insurgente propiciar de manera urgente el inicio de las reclamadas conversaciones antes de terminar el año 2014». La solicitud continúa vigente.

La Declaración Política de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz, que contó con nutrida asistencia en las seis jornadas cumplidas entre el 24 y el 25 de noviembre, concluía con una consigna clave: «Edificar la paz para jamás regresar a la guerra».[10]

Momento de la instalación de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz, el jueves 24 de noviembre de 2014. De izquierda a derecha, Libardo Orejuela Díaz, rector de la U. Libre de Cal; Alfredo Beltrán Sierra, ex constituyente; Fernando Harto D’Vera, constitucionalista español; Claudia López, senadora; Horacio Serpa, senador; Clara López, ex candidata presidencial, y Jaime Galarza, ex rector de la Universidad del Valle, entre otros. (Foto: Santiago José Mena C.).

«Con odios no habrá paz»

Concluido este certamen, las iniciativas relacionadas con la búsqueda de la paz continuaron con el foro denominadoDesayuno Urgente por la Paz, cumplido el 15 de julio de 2015, con la participación de representantes de las universidades Libre, del Valle, San Buenaventura, Santiago de Cali, Bautista y Misak (de la comunidad guambiana).

Concurrieron igualmente voceros de la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación General del Trabajo, la Gobernación del Valle del Cauca, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cali, activistas de la comunidad de Llano Verde de Cali y de otros sectores, investigadores sociales y periodistas.

Al intervenir en el certamen, el rector de la Universidad Libre de Cali, Libardo Orejuela Díaz, sostuvo: «Si la Mesa de La Habana fracasa, lo que se viene es el desplazamiento de la guerra a las ciudades».[11]

El foro fue clausurado por Rodrigo Tombé, de la Misak Universidad, quien aseveró: «Mientras sigamos con odios será muy difícil encontrar la paz», y puntualizó: «En Guambía hay 3.130 fogones donde se hace pedagogía por la paz».[12]

Previamente, entre el 7 y el 8 de mayo de 2015, se realizó la Cumbre Nacional e Internacional de Derechos Humanos»Garantía para la Vida», con la participación de 14 expositores y como un nuevo aporte a la reflexión académica sobre los problemas palpitantes del conflicto y los caminos de la paz.[13]

Aspecto de la Cuarta Cumbre Nacional por la Paz, el viernes 13 de noviembre de 2015. En la mesa principal, el senador Iván Cepeda Castro; la exministra Cecilia López Montaño y la docente Orfa Margarita Giraldo. (Foto: Wilson Ramírez).

«Jugados por la paz»

Con una precumbre realizada el 11 de noviembre de 2015, y con el eslogan «Jugados por la Paz», se dio inicio a la programación de la Cuarta Cumbre Nacional por la Paz, que se desarrolló con la participación de 17 conferencistas colombianos y extranjeros en el Auditorio Gerardo Molina de la Universidad en Cali, entre el jueves 12 y el viernes 13 de noviembre de 2015.

La conferencia de la precumbre estuvo a cargo del filósofo cubano Pablo Manuel Guadarrama González, quien sostuvo:»La paz es un derecho elemental de los pueblos y todo lo que hagamos debe estar en función de ella», y añadió: «Estamos obligados a entender que la condición humana siempre será conflictiva, pero ello no significa la aniquilación del otro».[14]

También participaron en esta jornada Frisco González Reyes, director del periódico de humor político El Gato, y Jaime Galarza Sanclemente, quienes hicieron la presentación del libro Rafael Uribe Uribe, del que el primero fue el compilador.

Durante la primera jornada de la Cuarta Cumbre reflexionaron sobre el conflicto, los posacuerdos y la lucha por la paz, en su orden: Alberto Ramos Garbiras, Alfredo Beltrán Sierra, Carlos Medina Gallego (investigador de la historia de las organizaciones alzadas en armas vinculado a la Universidad Nacional) y Jaime Gilberto Mejía (docente de la Universidad de Nariño).

En su vehemente intervención, el profesor Medina Gallegomanifestó: «Las generaciones de la paz no han nacido, están por engendrarse en las siguientes tres décadas», y luego vaticinó: «Acabaremos la guerra, pero la democracia se irá a las calles y no aguantará que sus líderes estén en las cárceles, como ocurre actualmente con Feliciano Valencia y muchos más».[15]

El deportista Washington Alexis Viera Barreto envió un mensaje grabado en video en el que hizo un emotivo llamado al perdón y la reconciliación, a partir de su experiencia personal, luego de haber sido gravemente herido y quedar parapléjico como consecuencia de un ataque de delincuentes comunes del que fue víctima el 25 de agosto de 2015 en Cali.

Durante la segunda jornada, llevada a cabo el viernes 13 de noviembre, disertaron Cecilia Matilde López Montaño, exministra de Agricultura; Iván Cepeda Castro, senador del Polo Democrático; Jorge Iván González, exdecano de Economía de la Universidad Nacional; Fernando Duque Nivia, docente universitario; Libardo Orejuela Díaz y Daniel Libreros.

También fueron conferencistas, Luis Arnul Carvajal, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, España; Fabio Ariel Cardozo Montealegre, consejero de Paz de la Gobernación del Valle del Cauca, y William Ospina, escritor y ensayista.

En su disertación, el senador Cepeda Castro manifestó: «Las élites colombianas le tienen miedo a la paz, tienen temor de que se acabe la guerra, pues por primera vez existe la posibilidad de que surja algo inédito en el país: la democracia».[16]

La comunidad académica había cumplido con esta Cumbre una nueva jornada de reflexión y estudio, que no se quedaría allí, pues la brega por la paz no tiene fin.

El escritor William Ospina fue el encargado de clausurar con su ponencia sobre los diálogos en La Habana la Cuarta Cumbre Nacional por la Paz,, el viernes 13 de noviembre de 2015. (Foto: Wilson Ramírez).

«La paz, sí», dicen 50 entidades

Como ocurrió luego de la Primera Cumbe (noviembre de 1994), cuando la Segunda se convocó solo cuatro meses después (marzo de 1995), la Quinta ha sido citada para los días 17 y 18 de marzo de 2016, a cuatro meses de realizada la Cuarta (noviembre de 2015).

Con la Agenda de Conversaciones en materia de agricultura, cultivos de uso ilícito, participación política, víctimas y justicia avanzada, pero con puntos clave aún por definir, como el del mecanismo de refrendación de lo acordado, la coyuntura de paz reviste una enorme importancia para laQuinta Cumbre Nacional por la Paz, que será escenario propicio para debatir, entre otros tópicos, sobre el plebiscito, defendido por el Gobierno, y la asamblea nacional constituyente, propuesta por las Farc.[17]

Una de las grandes diferencias de la Quinta Cumbre Nacional por la Paz con las anteriores es que a la convocatoria se han unido 50 entidades de diferente índole, entre las cuales se cuentan, además de la Libre, once universidades más: la Nacional Abierta y a Distancia (Unad), la del Valle, la Nacional de Colombia, la Autónoma de Occidente, la de San Buenaventura, la Cooperativa de Colombia, la Misak, la Antonio Nariño, la Tecnológica de Pereira, la Santiago de Cali y la del Pacífico.

De la convocatoria hacen parte, igualmente, los semilleros de investigación de la Universidad Libre de Cali Juan Friede, Ignacio Torres Giraldo y Jorge Eliécer Gaitán, Jega.

También, colectivos sociales y comunitarias como la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca, el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano (Pupsoc) y la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc).

De igual manera, organizaciones ciudadanas y gremiales como la Fundación Ciudad de Cali para la Educación y el Emprendimiento, la Colegiatura de Abogados Litigantes de Santiago de Cali, la Asociación de Profesores de la Universidad Libre (Asproul), el Movimiento Ciudadano Plaza Libre, la Fundación Ciudad Visible, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, la asociación Mantenerse Juntos es el Progreso y la Fundación Con Todas las Manos.

Participan de la convocatoria, también, la Arquidiócesis de Cali, la Iglesia de la Santa Fe del Oriente Cristiano, la Embajada de España en Colombia y la entidad Cooperación Colombia.

Asimismo, instituciones públicas como la Gobernación del Valle y diez alcaldías de municipios del departamento del Cauca: Santander de Quilichao, Corinto, Caldono, Miranda, Toribío, Puerto Tejada, Buenos Aires, Guachené, Caloto y Suárez, al lado de la Asociación de Municipios del Norte del Cauca.

Además, medios de comunicación alternativos y gremios como el Círculo de Periodistas de Cali, el periódico Desde Abajo y el periódico Paréntesis.

Una de las múltiples reuniones del amplio colectivo que prepara con gran entusiasmo la Quinta Cumbre Nacional por la Paz en la Universidad Libre de Cali, en once instituciones más y en doce ciudades del país. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).

La programación en Cali

Otra de las grandes diferencias con los anteriores certámenes es que los actos y conferencias no se concentrarán en Cali, sino que abarcarán por lo menos doce ciudades, al tiempo que habrá cubrimiento virtual para un total de 99 municipios de todo el país.

Hasta el miércoles 25 de febrero estaban confirmados actos académicos de la Cumbre en universidades y diferentes escenarios de las siguientes ciudades: Cali, Barranquilla, Buenaventura, Cartagena, Cúcuta, Palmira, Pereira, Corinto, Silvia, Florida, Pitalito y Yumbo.

Entre los conferencistas confirmados de la jornada matutina del jueves 17 de febrero en la Universidad Libre de Cali figuran Clara López Obregón, el ministro del Posconflicto Rafael Pardo, el senador Roy Barreras y el también senador Eduardo Enriquez Maya. Se espera la presencia de Gustavo Petro Urrego, exalcalde de Bogotá.

En la sesión nocturna del primer día, están programados el padre Héctor Eduardo Lugo, Carlos Andrés Guzmán, director de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación; Darío Villamizar, investigador social; Jefferson Jaramillo, catedrático javeriano, y el representante a la Cámara Víctor Correa.

Para el segundo día de la Cumbre, el viernes 18 de febrero, están confirmados Rodolfo Arango, Carlos Holmes Trujillo, Carlos Andrés Guzmán y el senador Armando Benedetti. Se espera contar con la presencia también del jurista asesor de las Farc Enrique Santiago y del ministro de Justicia, Yesid Reyes.

En la última sesión de la Cumbre, el viernes en la noche, estarán José Antequera, hijo del dirigente de la Unión Patriótica del mismo nombre asesinado en medio del genocidio sufrido por ese partido político en la década de los años 80 del Siglo XX; Daniel Libreros, José Antonio Gutiérrez, investigador de la Universidad de Dublín, República de Irlanda, y Vera Grave, ex combatiente del M-19.

(Las once ciudades restantes tendrán expositores y actos académicos de similar altura a los de Cali. La programación respectiva se dará a conocer de manera oportuna).

Una tercera diferencia de esta Cumbre con las anteriores es que en Cali, el sábado 12 de marzo, se desarrollarán dos precumbres en sectores populares de la ciudad: una, en la Comuna 14 del Distrito de Aguablanca, y otra, en la Comuna 20, barrios Siloé y circunvecinos.

La sede de la precumbre en el Distrito de Aguablanca es el auditorio de la Institución Educativa Monseñor Rubén Ramón Arcila, situado en la Diagonal 26 K con Transversal 96 del barrio Marroquín.

La coordinación de la misma se encuentra a cargo de Rocío Vargas, líder comunitaria, quien destacó la importancia de que los barrios del oriente de Cali conozcan los avances de las conversaciones de paz entre las Farc-EP y el Gobierno Nacional en La Habana y sus posibles acuerdos.

De esta forma, de 1994 a 2016, más de 21 años después, la búsqueda de la paz y del fin de la confrontación fratricida entre colombianos sigue vigente. Y la Universidad Libre de Cali continúa intentando contribuir con la reflexión y el análisis en la búsqueda de que la paz se abra paso, a pesar de las ansías de los guerreristas, que no están satisfechos con 60 años de dolor. Por eso, la Libre y las 50 entidades que la acompañan en esta Quinta Cumbre dicen: «La paz, SÍ».

Luis Alfonso Mena S., Periodista, abogado, magister en historia. Editor de la Revista Cuadernos de Paz de la Universidad Libre de Cali y de los periódicos virtuales Paréntesis y ¡Periodismo Libre! Docente.

Notas

[1] Díaz, Amparo y Villamizar, Darío, editores. Acuerdos de paz, Colección Tiempos de Paz, Bogotá, Red de Solidaridad Social, 1999.

[2] Semanario Virtual Caja de Herramientas, edición 427, semana del 28 de noviembre al 14 de diciembre de 2014. Disponible en: http://viva.org.co/cajavirtual/svc0427/articulo02.html Consulta: martes 23 de febrero de 2016.

[3] Ibídem.

[4] Orejuela Díaz, Libardo. «El país que sufre está fuera de las aulas», en: Revista Cuadernos de Paz No. 3, Cali, Universidad Libre, 2014, p. 36.

[5] Ibídem, p. 36-37.

[6] Ver: González Pérez, Marcos, autor-compilador. Fiesta y Nación en Colombia, Colección Aula Abierta, Bogotá, Coop. Editorial Magisterio, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2007, p. 137.

[7] Orejuela Díaz, Libardo. Diccionario de la paz y del conflicto. Teorías, guerras civiles, biografías, propósitos de paz y acuerdos, Cali, Editorial Faid, 1999, p. 310.

[8] Ver: «Con pleno éxito se cumple la Tercera Cumbre Nacional por la Paz. ‘Si buscamos la paz, debemos comprometernos con la justicia social'»: Alfredo Beltrán Sierra, en: periódico virtual Paréntesis, martes 25 de noviembre de 2014. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2014/11/noticia-con-pleno-exito-se-cumple.html

[9] Ver: Mena S., Luis Alfonso. «Ecos de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz, cumplida en Cali. ‘El mensaje de las víctimas es parar la guerra'»: Francisco de Roux, en: periódico virtual Paréntesis No. 57, lunes 8 de diciembre de 2014. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2014/12/edicion-no-57-informe-ecos-de-la.htmlinforme-ecos-de-la.html

[10] Declaración Política de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz «Una mirada a la posguerra», en: Revista Cuadernos de Paz No. 4, Cali, Universidad Libre, 2015, p. 348.

[11] Ver: Mena S., Luis Alfonso. «Foro en la U. Libre de Cali propone Comisión Regional de la Verdad. Se abre paso Coordinadora Académica por el fin de la Guerra», en: periódico virtual Paréntesis No. 76, miércoles 15 de julio de 2015. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/07/edicion-no-76-informe-foro-en-la-u.html

[12] Ibídem.

[13] Ver: «Cumbre Nacional e Internacional de Derechos Humanos», en periódico virtual Paréntesis No. 64, lunes 4 de mayo de 2015. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/05/edicion-no-64-noticia-entre-el-7-y-el-8.html

[14] Ver: Mena S., Luis Alfonso. «‘La paz es un derecho elemental de los pueblos’, dice Pablo Guadarrama», en periódico virtual Paréntesis No. 83, miércoles 11 de noviembre de 2015. Disponible en:

http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/11/edicion-83-este-jueves-12-de-noviembre.html

[15] Ver: Mena S., Luis Alfonso. «‘Dentro de tres semanas anunciarán la mesa de diálogo con el ELN'», revela Carlos Medina», en periódico virtual Paréntesis No. 84, jueves 12 de noviembre de 20115. Disponible en:

http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/11/edicion-84-en-primer-dia-de-la4-cumbre.html»

[16] Ver: Mena S., Luis Alfonso. «Completo balance de la Cuarta Cumbre Nacional por la Paz. ‘Las élites le tienen miedo a la paz'», en: periódico virtual Paréntesis No. 85, lunes 16 de noviembre de 2015. Disponible en:

http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/11/edicion-no-85-completo-balance-del.html

[17] Ver: «Debate sobre plebiscito y constituyente, entre los puntos del certamen de marzo. En Aguablanca y Siloé, preámbulos de la Quinta Cumbre por la Paz, en Cali», en: periódico virtual Paréntesis No. 91, martes 9 de febrero de 2016. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2016/02/debate-sobre-plebiscito-y-constituyente.html

Momento de la intervención de Otty Patiño, exdirigente del M-19 y exconstituyente, en las deliberaciones de la Primera Cumbre Nacional por la Paz, cumplida en la Universidad Libre de Cali, entre el 24 y el 25 de noviembre de 1994. (Foto: Archivo U. Libre de Cali).

Álvaro Vásquez del Real, dirigente del Partido Comunista Colombiano, cuando hablaba en la Primera Cumbre Nacional por la Paz. Su organización, integrante de la Unión Patriótica, venía de sufrir el genocidio que le costó la vida a más de 2.500 de sus militantes. (Foto: Archivo U. Libre).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.