Recomiendo:
1

Carta al Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación

La indefensión de los presos políticos y el mutismo de España

Fuentes: Rebelión

Excmo. Sr. ministro,

Un día estás bien y sonriendo, y al día siguiente estás muerto. Eso nos puede pasar a todos, pero si le pasa en la cárcel a un preso político que ya había sido objeto de un asesinato frustrado, las sospechas son inevitables. 

Como inevitable es relacionar la indefensión de Navalni con casos de presos políticos en los que España tiene responsabilidad. 

¿Qué está haciendo España para salvar del cautiverio al periodista Pablo González en Polonia? ¿Tiene el Gobierno español explicaciones que justifiquen una detención de dos años sin cargos oficiales, sin pruebas, sin juicio, en circunstancias muy difíciles y extrañas? Vd. ha declarado que «todos los derechos del señor González están siendo perfectamente respetados», pero no lo ve así el Grupo de Apoyo a Pablo González que ha pedido al Gobierno de España que reclame -atendiendo a la sugerencia del Comisario de Justicia de la Comisión Europea- su traslado a España en espera del juicio. El Grupo también ha pedido al ministro de Justicia polaco agilizar el procedimiento judicial y que se respeten las garantías procesales, permitiendo a sus abogados acceder al expediente para preparar su defensa; que se respeten los derechos humanos en prisión, que mejoren sus condiciones de reclusión: visitas de la familia y llamadas telefónicas o videollamadas con sus hijos, con los que no le permiten hablar. Tan bien no estará.

Los presos políticos saharauis están igualmente a merced de lo que quieran hacer de ellos. No hay ningún organismo, ni Cruz Roja Internacional, ni ONG, ni sus abogados, ni el Gobierno de España que puedan comprobar directamente en qué situación se encuentran. En el caso de estos presos, que han sido y son torturados, encerrados a más de mil kilómetros de sus familias, las secuelas son graves, como graves son las enfermedades que padecen y que no son atendidas por las autoridades carcelarias de Marruecos.

Es aterradora la sensación de que nadie sabe o nadie quiere saber que estás ahí, aislado, absolutamente indefenso, física y políticamente, sin interés del mundo exterior por lo que hagan contigo.

A Vd. debería importarle todo esto.

Vd. sí se ha interesado por la situación de Rocío San Miguel, ciudadana hispano-venezolana, acusada de traición, conspiración y terrorismo en Venezuela. Qué bien. ¿Cuándo leeremos que “Albares se ha interesado por la situación de los presos saharauis”?

“Cuando tu tierra se convierte en prisión”: los saharauis están en una enorme cárcel a cielo abierto, sin derechos. Mire ahora lo que ha pasado con los pobladores de la costa cercana a Bojador. Les han echado, derribando y quemando sus casas, jaimas y pertenencias. Sin previo aviso. Muchos de esos saharauis desalojados a lo bestia probablemente tuvieron un DNI español que el Gobierno quiere ignorar poniendo todas las trabas para que no puedan recuperar la nacionalidad española.

Sr. Albares, es difícil entender su postura conociendo la enorme responsabilidad de España, como potencia administradora de iure, en este terrible y largo sinsentido que es la ocupación marroquí.

Un ejemplo del día a día en la prisión marroquí de Ait Melloul 2 nos lo da la huelga de hambre de advertencia de 48 horas que acaban de protagonizar tres presos políticos saharauis del grupo de Gdeim Izik, Mohamed Bani, Brahim Ismaili y Sidahmed Lemjayed, para denunciar la persecución de que son objeto por un funcionario, jefe de su pabellón, y que consiste en:

• Incitar a los funcionarios y a otros presos marroquíes contra ellos.

• Amenazarles con represalias y con inventar cargos falsos en su contra.

• Negarles el derecho al patio diario.

• Retrasar la apertura de sus celdas.

• Dar prioridad a los presos comunes en la satisfacción de sus necesidades especiales.

• Excluirlos de la lista de beneficiarios de llamadas telefónicas regulares.

• Restringir las medidas de visita.

Protestan así por la connivencia de la dirección de la prisión con el funcionario.

Como connivencia es la actitud de nuestro Gobierno por no comprometerse con los presos políticos cuya defensa le incumbe.

Cristina Martínez Benítez de Lugo

Participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.