En las últimas semanas, la indignación ante la subvención concedida a REPSOL YPF por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, AECID, se ha propagado como una mancha de aceite. La causa de la indignación es la perversión de la cooperación al desarrollo por parte de la máxima institución española con competencias […]
En las últimas semanas, la indignación ante la subvención concedida a REPSOL YPF por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, AECID, se ha propagado como una mancha de aceite. La causa de la indignación es la perversión de la cooperación al desarrollo por parte de la máxima institución española con competencias en la materia, con el fin de lavar la imagen de REPSOL YPF en Ecuador, que cuenta con numerosas denuncias de violación de los derechos humanos de las poblaciones indígenas, y daños graves al medio ambiente.
Las ONG españolas en Ecuador, a través de su Coordinadora (COEEC) enviaron un escrito a la AECID (1), en el que por un lado, rechazan que las empresas en su conjunto, puedan ser consideradas agentes de cooperación al desarrollo, y afirman que supone una instrumentalización de los principios de la cooperación para obtener beneficios particulares. Por otro lado, no reconocen el proyecto aprobado por la AECID, y dan negativa a la propuesta de reunión entre la COEEC y REPSOL YPF, propuesta por la AECID.
También en forma de carta dirigida a la AECID, el 15M ha pedido la revocación de inmediata y definitiva de la subvención concedida, a través de Acampada Quito (2). El movimiento de los indignados considera inconcebible, en el marco de recortes económicos que afectan a políticas sociales, la financiación a una empresa que vulnera los derechos humanos. De la misma forma, han lanzado una campaña al resto del movimiento 15M para que se unan a la petición (3).
Este malestar social ha sido elevado por el Grupo Parlamentario Izquierda Plural (compuesto por IU, ICV-EUiA y CHA) al Congreso de los Diputados, a través de la presentación de 11 preguntas sobre la subvención a REPSOL YPF, y una Proposición no de ley, en la que plantea que se evite la utilización de los proyectos subvencionados por la AECID para financiar proyectos de empresas trasnacionales cuya actividad ocasiona importantes daños medioambientales, sociales y graves violaciones de los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Las preguntas entregadas a la comisión de Cooperación al Desarrollo del Congreso incluyen cuestiones sobre la deuda ecológica generada por REPSOL YPF, o sobre la violación de derechos humanos de los pueblos indígenas afectados por su actividad (4).
Por último, se han puesto en marcha distintas campañas en internet: una recogida de firmas a través Actuable (5), para la retirada de la subvención a REPSOL YPF, y para que no sean financiadas empresas que no respetan los Derechos Humanos; y un envío de cartas a la AECID través de Salva la Selva (6).
La AECID tiene la obligación de dar explicaciones y responder a las demandas de la sociedad civil española y global, que no acepta la concesión de fondos de cooperación a una empresa con el historial de REPSOL YPF.
Notas:
(1) Escrito enviado por la COEEC: http://www.ongd-clm.org/
(2) Escrito enviado por Acampada Quito: http://acampadaquito.
(3) Llamamiento internacional de Acampada Quito: http://
(4) Proposición no de ley y preguntas de Izquierda Plural: http://ecuadorsinpetroleo.
(5) Recogida de firmas en Actuable: http://actuable.es/peticiones/
(6) Envío de cartas a la AECID en Salva la Selva: http://www.salvalaselva.org/
Fuente: Blog Ecuador Sin Petróleo, http://ecuadorsinpetroleo.