En sentido estricto, la palabra «inteligencia» proviene del latín «intellegere» palabra formada por «inter» (entre) y legere (leer, escoger) por lo que etimológicamente, inteligente es saber escoger. La inteligencia permite al ser humano pensar, razonar y abstraer; elegir las mejores opciones o alternativas para resolver una cuestión o situación compleja y comunicarla. Obviamente, la inteligencia […]
En sentido estricto, la palabra «inteligencia» proviene del latín «intellegere» palabra formada por «inter» (entre) y legere (leer, escoger) por lo que etimológicamente, inteligente es saber escoger. La inteligencia permite al ser humano pensar, razonar y abstraer; elegir las mejores opciones o alternativas para resolver una cuestión o situación compleja y comunicarla. Obviamente, la inteligencia estar ligada a otras funciones mentales como la imaginación, la percepción o capacidad de recibir información, la memoria o capacidad de almacenarla y sobre todo, la capacidad de aprender de la experiencia y comunicarla. En Psiquiatría los trastornos de la inteligencia están asociados al retardo mental.
En breve, esta palabra podríamos hacerla significar la capacidad para entender o comprender, abstraer cuestiones complejas, comunicarlas, resolver problemas complejos, memorizar y sobre todo aprender de lo actuado. No un mero aprendizaje libresco, ni académico o cierta capacidad para aprobar test o pruebas, sino más bien la capacidad de comprender el entorno circundante, modificarlo o transformarlo con la praxis, y comunicarlo a sus semejantes. Por esa razón, la palabra inteligencia pasó a la esfera militar como una actividad tendiente a recolectar información del enemigo o adversario y en consecuencia, actuar sobre él
El Idioma castellano, desafortunadamente, no tiene un antónimo como por ejemplo el inglés o el alemán, que anteponiendo el prefijo «un» daría «uninteligent», es decir «no inteligente». No, los antónimos del castellano serían; tonto, torpe, inculto, necio, o estulto y en Colombia, bruto, que en cierta medida son peyorativos y hasta insultantes; mientras que por el contrario (por aquello de la picaresca española) si existen innumerables sinónimos de la palabra Inteligente, de los cuales voy a citar algunos: Listo. Avispado. Astuto. Vivo. Ingenioso. Agudo. Despierto. Despejado. Sesudo. Lúcido. Entendido. Sabio. Sagaz .Talentoso, y en España «espabilado». En Colombia la avispa se convirtió en avión.
Toda esta introducción es para que nos pongamos de acuerdo en cómo nombrar la actividad del presidente Santos en relación al último escándalo público sobre la «Inteligencia cibernética» hecha por la cúpula militar colombiana a los negociadores gubernamentales en el proceso de Paz de la Habana y, el espionaje militar y persecución oficial ( con muertos incluidos) «a los de siempre».
A la presión pública sobre este entuerto, el presidente Santos de una manera poco inteligente (por decir lo menos) da un viraje de 360 grados, o sea vuelve a quedar donde estaba: «Ignorante» de lo que hacían sus subalternos militares en acuerdo con la CIA estadounidense. Primero los sindica de Fuerzas Oscuras enemigas de la paz, pero luego, ante el gruñido de la cúpula militar recula, da reverso, o como dicen los colombianos del común se «patrasea» y les trasfiere la Legitimidad y la Legalidad de su fuero presidencial en un confuso e inquietante reportaje publicado en el periódico de su familia El Tiempo (08. 02. 2014) que puede leerse en extenso aquí:
En donde el presidente de los colombianos pretendiendo teorizar sobre lo que él denomina «la ciberguerra»; hace un embrollo entre computadores especializados para adelantar la tal ciberguerra (todos suministrados por los EEUU e Inglaterra al gobierno colombiano) espectro electromagnético, globalización, plataforma teleinformática, tecnología dura o hardware y blanda o software, legislación internacional sobre delitos cibernéticos y legislación colombiana en esta materia, por ejemplo los delitos cibernéticos contra las elecciones consuetudinarios en Colombia pero que el presidente no menciona en la entrevista; hasta llegar a re-afirmar el cuento militarista de que, «hoy el Estado está maniatado. La Corte Constitucional defiende el derecho a la privacidad y la intimidad, el Estado no puede defenderse de manera eficaz de esos actos. Se requieren más y mejores herramientas»…
O esta perla: A la pregunta del entrevistador si hay grises ente la inteligencia estatal licita y la ilícita; el presidente de los colombianos responde: «Cuando hablamos de lo ilícito estamos en un terreno difícil, de acuerdo con la interpretación de unos y otros. Una cosa es lícita y para otros eso mismo es ilícito. Ahí hay que ser mucho más proactivos e ir adecuando esta legislación a los avances tecnológicos».
¡Vale la pena leer esta joya del pensamiento universal para que se entienda plenamente por qué se necesita una comisión cibernética con la finalidad de que estudie y legisle sobre la inteligencia en Colombia. No creo que nadie salga defraudado!
Y mientras la vida electoral cotidiana sigue su curso inexorable hacia la reeleción del presidente Santos, el jefe liberal Gaviria dice que el general Naranjo (experto en espionaje electrónico y según la prensa sacado de Méjico por su papel en la creación de los paramilitares oficiales) queda divino con el uniforme rojo-rojito y por eso debe ser el vicepresidente de Santos, mientras que el Gobernador de la Guajira Kiko Gómez desde la cárcel, propone mejor que sea su jefe político, el sañudo enemigo de la paz Vargas Lleras. Así, la ciberguerra podrá continuar en el post-conflicto cibernético que planea Santos y su inteligencia militar, una vez se haya desarmado a la insurgencia, para que solo tenga derecho a presentar tutelas ante los jueces, cuando el gobierno incumpla lo pactado en la Habana. ¡Vale la pena leerla. Es una joya del pensamiento universal!